Gislason, el islandés que jugó el Mundial 2018, dejó el fútbol para ser actor y recibe propuestas exóticas

Después de una trayectoria en la que vistió las camisetas del 1. FC Nürnberg de Alemania, FC Copenhagen de Dinamarca y en el Charlton de Inglaterra, entre otros equipos, el islandés Rúrik Gislason ha decidido retirarse del fútbol a los 32 años. El jugador del SV Sandhausen 1916 alemán no sufrió lesiones ni nada parecido. Simplemente ha elegido dedicarse a la actuación.

Es que Gislason alcanzó la fama cuando fue elegido uno de los jugadores más sexys del Mundial de Rusia 2018 y a partir de allí su vida cambió por completo. En aquel entonces todo el mundo destacaba su belleza en las redes sociales y empezaron a ofrecerle trabajos como modelo y actor.

“Hay algunos proyectos interesantes en el futuro a los que he decidido decir que sí. Es un programa de televisión en Alemania y he decidido intentar estar en una película islandesa”, comentó el actual jugador del SV Sandhausen a los medios islandeses, según Mundo Deportivo.

Según cuenta Rúrik Gislason, en la época mundialista sus números en las redes sociales aumentaron notablemente: tenía 30.000 seguidores en Instagram y terminó la cita mundialista con más 300.000. Actualmente supera lo 780.000, más del doble de la población de su país.

En aquel entonces empezaron a lloverle todo tipo de mensajes, algunos con propuestas realmente extravagantes. “Después del primer partido, tomé el teléfono para ver los mensajes y había varias solicitudes, incluso propuestas, como si me gustaría donar mi esperma”, reveló.

Aunque más allá de su popular estética y de haberse dado a conocer al mundo por enfrentar a la Argentina de Lionel Messi en la última Copa del Mundo, Gíslason también intentó convertirse en una figura pública de la política de Islandia en dos oportunidades: fue candidato para las elecciones parlamentarias islandesas del 2016 y 2017, representando al Partido Independentista.

Por otra parte, el futbolista nórdico fue vinculado durante el Mundial con la modelo argentina Bárbara Córdoba, quien desarrolla una carrera en Miami desde 2015. Ambos se cruzaron en dicha ciudad, a donde el delantero viajó para salir del asedio de los medios de comunicación.

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