La humillante derrota y eliminación a manos del Bayern de Múnich no solo marcó un final de ciclo para el Barcelona, sino que dejó una estigma en la historia de la institución. Fue así que, sin dudarlo, desde la cúpula dirigencial del Culé fueron en busca de Ronald Koeman para llevar a cabo una renovación total del equipo, tanto en su juego como en los nombres del plantel.
La elección del holandés de 57 años no fue aleatoria. “Es un entrenador que tiene carácter y personalidad. Además, estima al club. Agradezco el reto que aceptas, no son momentos fáciles y lo sabemos todos”, fueron las palabras de Josep María Bartomeu en la presentación del estratega, algo que bien podía servir como indicio de lo que se vendría. Tras hacerse pública la información de que el entrenador ya les comunicó a Luis Suárez y Arturo Vidal que nos los tendrá en cuenta para la próxima temporada, se intuye que podrían correr la misma suerte jugadores como Ivan Rakitic, Gerard Piqué, Jordi Alba y Sergio Busquets. Y si bien estas decisiones parecen drásticas, Koeman ya tenía práctica en esto de depurar equipos.
Con 20 años de carrera como DT, Tintín cuenta en su haber con una amplia lista de futbolistas a los que se encargó de limpiar de sus respectivos equipos apenas llegó. Hace unos días, el diario AS rememoró lo sucedido con el nacido en Zaandam al mando del Valencia en la temporada 2007-08. En su paso por el elenco Che, no solo prescindió de nombre como el de Roberto Ayala o del italiano Stefano Fiore, sino que su relación con los referentes que quedaron no fue la mejor.
“En cinco meses ha destrozado el equipo y tiene la poca vergüenza de no despedirse del vestuario y decir las cosas a la cara. Ha demostrado ser mal entrenador, y de buena persona tiene poco”, declaró Joaquín Sánchez tiempo después de la salida del DT. A estas críticas del legendario volante que vistió durante siete temporadas la camiseta del Taronges, se le sumaron David Albelda, Vicente Rodríguez y Santi Cañizares. Este último, ídolo absoluto del arco del Valencia, expresó: “Vino a restaurar a un equipo que estaba un poco roto y lo rompió todavía más”. En apenas una temporada, Koeman cosechó el 32% de los puntos, producto de 11 victorias, 9 empates y 14 derrotas.
Con el paso del tiempo, la política del ex zaguero central, quien brilló justamente con los colores blaugranas entre 1989 y 1995, no se modificó. Cuando recaló en el Southampton de Inglaterra para mediados de 2014, la historia fue algo similar: decidió no contar con jugadores de renombre en el club, como el delantero Rickie Lambert o del defensa holandés Jos Hooiveld, ambos de más de 30 años y con más de cinco temporadas en el equipo cada uno. Si embargo, su paso por los Santos fue efectivo, consiguiendo meter al equipo dos años consecutivos en competiciones europeas y ser uno de los animadores de la Premier League.
Dos años después, Koeman pasó al Everton y su accionar fue similar. Le dio salida a Darren Gibson -29 años y cinco temporadas en los Blues-, a Steven Pienaar -34 y ocho años- y hasta al arquero Tim Howard -de 37 y el cuarto jugador con más presencias en la historia del club con 413 partidos-. La primera temporada tuvo al equipo de Liverpool en los primeros puestos de la liga inglesa, pero al comenzar la segunda, los más de 160 millones de libras invertidos en fichajes sumado a los malos resultados (lo dejó en zona de descenso) causaron su despido.
El antecedente más cercano en el tiempo fue cuando asumió como director técnico de la selección de Holanda. La Naranja Mecánica se quedó sin posibilidades de clasificarse para el Mundial de Rusia, y a comienzos de 2018 nombró a Koeman como encargado de refundar el equipo. Fue allí que el DT dio por terminado el ciclo de varias figuras, como Ron Vlaar, Wesley Sneijder, Jeremain Lens, Arjen Robben y Robin van Persie. Para su proyecto, se apoyó en jóvenes como Matthijs de Light, Kenny Tete, Donny van de Beek, Justin Kluivert o Frenkie de Jong. Con este grupo, obtuvo resultados casi inmediatos al conseguir el subcampeonato en la Liga de las Naciones de Europa en 2019, al perder la final frente a Portugal.
Habrá que aguardar a ver quienes serán finalmente los caciques que no continúen en el Barcelona de cara a la siguiente temporada y si el proyecto y la mano de Koeman están a la altura para devolver al equipo a los primeros planos de la Champions League, algo que no consigue desde 2015, cuando disputó su última final y consiguió su quinta Orejona.
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