Francia Márquez habló sobre las cobijas y los televisores en la Presidencia: regañó al que autorizó los pagos

En medio de las críticas al Gobierno nacional por los millonarios lujos que adquirieron, que sobrepasan los 170 millones, y en los que hay televisores a 27 millones y cobijas y sábanas de pluma de ganso a 8 millones, la vicepresidenta Francia Márquez rompió el silencio al respecto y, al igual que el presidente Gustavo Petro, justificó esos millonarios contratos.

El pronunciamiento de Márquez se dio durante una entrevista con el noticiero de RTVC, donde se refirió a los contratos que autorizó uno de sus coequiperos, el director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Mauricio Lizcano, y en los que hay cortinas, sabanas y electrodomésticos cuyos gastos ascienden a los 173 millones. Los productos fueron adquiridos mediante la plataforma Colombia Compra Eficiente.

En su diálogo, la vicepresidenta admitió que sí hizo solicitudes de comprar cosas para adecuar las viviendas donde ella y el jefe de Estado vivirían. Sin embargo, asegura que le llegaron elementos que jamás pidió y que, igualmente, muchos de esos productos eran para ayudar a las empleadas de servicio doméstico dado que ella entendía las limitaciones que tenían quienes se ganan la vida con esa honorable labor.

Además, aseguró que no le tomaron parte para comprar varios de los elementos que tienen al gobierno Petro en el ojo del huracán por supuesta falsa austeridad. “No hubo mucha consulta. Nos dijeron que podíamos solicitar cosas para dotar la casa, que las casas tienen que estar muy bien porque a veces vienen visitas internacionales y es la imagen del país cada una de estas casas”, indicó al sistema de medios públicos.

Uno de los temas que más le han criticado a Petro y Márquez es haber comprado tendidos con plumas de ganso. La vicepresidenta salió al paso y aseguró que ella, como ambientalista, le caía en gracia que se asegurara que había pedido a propósito los plumones con el pelaje de esa ave.

Es más, asegura que en sus casi dos meses al frente de la Vicepresidencia empezó a trabajar por los “nadies”, los mismos que trabajan para ella en el gobierno. Fue ahí donde recordó su historia de vida antes de llegar al poder con Petro y dijo que cuando ella trabajó como empleada de servicios generales tenía una cama pequeña y para evitar que sus ahora subalternas vivieran lo mismo tomó una drástica decisión.

“Cuando trajeron las camas ellas estaban llorando, diciendo ‘gracias por esto, esto en realidad es devolvernos la dignidad’”, dijo Márquez refiriéndose a los cambios que le hizo en las habitaciones de sus empleadas y lo feliz que les hizo. De hecho, criticó que la gente solo se enfoque en cuestionarla por los gastos y no por lo que causó con ellos.

“De eso nadie habla, entonces hablan del valor de cuánto cuesta eso pero no de lo importante, de lo que eso significa. Si usted ve los tendidos de ellas son los mismos tendidos que tengo yo y para mí eso es dignidad”, afirmó la vice, quien dijo que le jaló las orejas a Mauricio Lizcano por comprar eso tan costoso.

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