El régimen de Nicaragua lamentó la muerte del Papa, quien en 2023 lo tildó de “dictadura grosera”

En una entrevista con Infobae, Francisco comparó lo que sucede en el país centroamericano con la Alemania de Adolf Hitler

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Rosario Murillo y Daniel Ortega
Rosario Murillo y Daniel Ortega mantuvieron una tensa relación con el fallecido papa Francisco, que incluyó la suspensión de relaciones diplomáticas y la expulsión del Nuncio de Nicaragua. (Foto: EFE/Rodrigo Sura)

Los copresidentes de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo, enviaron este lunes un mensaje de condolencias “ante la partida a otro plano de vida del papa Francisco”, a pesar de la prolongada y tensa relación que su régimen ha mantenido con el Vaticano, marcada por la represión, la hostilidad verbal y la persecución sistemática contra la Iglesia católica en el país.

“Nuestras relaciones, como nicaragüenses creyentes, devotos y fieles a la doctrina de Cristo Jesús, fueron difíciles, accidentadas, desgraciadamente influidas por circunstancias adversas y dolorosas que no siempre se entendieron”, reconocieron Ortega y Murillo en su nota oficial. En el mensaje, firmado por ambos, admiten una comunicación “complicada y alterada” con la Santa Sede, y responsabilizan a “voces altisonantes” por los conflictos y el distanciamiento.

La contradicción entre el tono conciliador del mensaje y la realidad de los hechos recientes es evidente. Desde 2018, el régimen de Ortega y Murillo ha desatado una ofensiva sin precedentes contra la Iglesia católica, con al menos 971 agresiones documentadas hasta diciembre de 2024, según la abogada en el exilio Martha Patricia Molina.

Los ataques incluyen detenciones arbitrarias, expulsiones de clérigos, profanación de templos, confiscación de propiedades e impedimentos de ingreso al país para miembros del clero.

El punto de quiebre más visible se produjo tras una entrevista concedida por el papa Francisco a Infobae en marzo de 2023, en la que calificó al régimen de Ortega como una “dictadura guaranga” y lo comparó con la Alemania nazi de 1937. También calificó a Ortega de “desequilibrado”, lo que provocó una furiosa reacción del régimen, que en represalia suspendió las relaciones diplomáticas con el Vaticano.

En marzo de 2022, la
En marzo de 2022, la dictadura nicaragüense expulsó del país al nuncio apostólico, Waldemar Stanisław Sommertag. (Foto: 19 Digital)

Ortega respondió atacando directamente a la Iglesia, tildando a los sacerdotes de “mafia” y acusando al Vaticano de ser un “Estado intervencionista al servicio de los imperialistas”.

Un año antes, en marzo de 2022, la dictadura nicaragüense expulsó del país al nuncio apostólico, Waldemar Stanisław Sommertag.

Las agresiones verbales del régimen continuaron. El 9 de febrero de 2025, el gobierno de Nicaragua arremetió nuevamente contra el Vaticano, calificándolo de “depravado” y “pedófilo”, tras una entrevista ofrecida por el obispo desterrado Rolando Álvarez al noticiero católico EWTN. La Cancillería nicaragüense acusó al Vaticano de insultar la “soberanía y dignidad” del país.

A pesar de este historial de confrontación, Ortega y Murillo concluyeron su mensaje de este lunes con un tono más solemne: “Hoy, 21 de abril, enviamos nuestras oraciones por el eterno descanso del papa Francisco, confiando en que Dios permitirá que la Iglesia católica llame a la verdadera paz, a la comprensión, a la armonía, al respeto y a la cooperación solidaria y complementaria”.

Este cambio de tono contrasta abiertamente con la política sostenida por el régimen en los últimos años, que ha incluido la expulsión de 266 religiosos entre 2018 y 2024, siendo los años 2023 y 2024 los de mayor represión, con 63 y 64 expulsiones respectivamente, según el informe Una Iglesia Perseguida de Molina.