La actividad del sector servicios de EEUU mantiene el tipo en noviembre, pero repunta el coste de los insumos

La reapertura plena de la administración pública en Estados Unidos, sumada a las mejores perspectivas macroeconómicas para 2026, resultó en una mayor confianza empresarial y un aumento relevante de la contratación en el sector servicios, según reportó S&P Global. El medio detalló que este impulso surge tras el mayor alza de nuevos pedidos en lo que va del año, un comportamiento que llevó a las empresas a reforzar plantillas ante las crecientes exigencias operativas derivadas de una demanda en aumento. Esta coyuntura ocurre en paralelo a la publicación del Índice de Gestores de Compras de servicios (PMI), que experimentó una leve caída en noviembre, situándose en 54,1 puntos frente a los 54,8 registrados en octubre. De acuerdo con S&P Global, el dato marca treinta y cuatro meses consecutivos de expansión en el sector, reflejando la solidez de la actividad a pesar del ligero enfriamiento.

El informe de S&P Global describió que, aunque el ritmo de crecimiento en noviembre fue el más moderado de los últimos cinco meses, la expansión del sector servicios estadounidense se mantuvo firme. Este desempeño se debe principalmente al significativo repunte de los pedidos, que alcanzaron su nivel más alto en el año, obligando a las organizaciones a contratar personal adicional frente a la limitación de recursos disponibles. El medio explicó que la demanda sostenida y la anticipación de un entorno económico más estable para el próximo año reforzaron la confianza de empresarios y gestores, quienes observaron mejoras en la evolución de los negocios y apostaron por el aumento de la capacidad operativa.

S&P Global precisó que el contexto favorable impulsó la creación de empleo a un ritmo superior al de los meses precedentes, lo que contribuyó a una visión positiva sobre el panorama económico. Sin embargo, este dinamismo también estuvo acompañado por un incremento en los costes tanto laborales como de insumos. Según reportó el medio, la aceleración en los precios de los insumos representó el mayor avance de los últimos seis meses y generó preocupaciones sobre la posibilidad de que este encarecimiento se traduzca en aumentos en los precios al consumidor, presionando la inflación.

El artículo de S&P Global incluyó declaraciones del economista jefe de Market Intelligence, Chris Williamson, quien vinculó las condiciones financieras favorables, los niveles bajos de tasas de interés y el buen comportamiento bursátil con la resiliencia del sector servicios. Williamson destacó que este marco contribuyó a intensificar la actividad, especialmente en el segmento financiero, durante noviembre. Señaló además que los factores mencionados permitieron que el sector servicios se consolidara como uno de los pilares de la economía en los últimos meses. No obstante, el especialista advirtió sobre el riesgo que implica una subida sostenida de los precios, ya que “la preocupación es que el aumento de los precios podría obstaculizar nuevos recortes de tipos, lo que, a su vez, frenaría la expansión de los servicios financieros, que han sido uno de los principales motores de la expansión económica de los últimos meses”, según recogió S&P Global.

La tensión entre crecimiento y presiones inflacionarias también afecta las decisiones de política monetaria. El medio explicó que el alza de los costes, que incluye salarios y la influencia de nuevos aranceles, limita el margen de acción para eventuales reducciones adicionales de las tasas de interés, dado el riesgo de un repunte inflacionario que frene la actividad y mine el optimismo presente. S&P Global recalcó la importancia de esta dinámica, dado que la solidez del consumo y la respuesta empresarial ante la demanda son capaces de sostener la expansión, pero quedan condicionadas por el comportamiento de los precios y las medidas aplicadas por las autoridades monetarias.

Según el análisis de S&P Global, la combinación de los indicadores PMI del sector industrial y de servicios permite prever un crecimiento anualizado del PIB estadounidense cercano al 2,5% durante el cuarto trimestre del año. Esta proyección se apoya en la persistencia de la demanda y la fortaleza de los indicadores actuales de actividad, aunque la agencia puntualizó que tanto los riesgos inflacionarios como los costes crecientes pueden moderar el clima de optimismo y complicar eventuales descensos adicionales en los tipos de interés.

El escenario que describe S&P Global recoge la complejidad que atraviesa el sector terciario en Estados Unidos. Si bien la expansión y los datos de empleo dan señales de continuidad, las incertidumbres relacionadas con la inflación y el rumbo de la política monetaria se mantienen como factores críticos para la evolución de la economía durante los próximos meses.