
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha asegurado que la recuperación de los cadáveres de los militares caídos en el conflicto entre Rusia y Ucrania es "vital para las familias", que buscan "confirmar el destino de sus seres queridos" ante la falta generalizada de información, y se ha ofrecido a las dos partes a seguir colaborando en entregas como las realizadas en los últimos días, dentro de las cuales las autoridades rusas traspasaron unos 6.000 cuerpos.
"La repatriación del personal militar fallecido es un paso importante para identificarlos y dar respuestas a los familiares", ha explicado la directora del CICR para la región, Ariane Bauer, un día después de que Moscú y Kiev confirmasen la finalización de las entregas iniciadas el 11 de junio y a las que se comprometieron ambas partes en su reunión de principios de mes en Estambul.
El CICR ha ejercido de mediador en este proceso, dando además asesoramiento técnico y apoyo material para garantizar que el proceso se realiza de manera digna. Desde el inicio del conflicto en 2022, la organización ya ha colaborado en más de medio centenar de repatriaciones, haciendo gala de su calidad de "intermediario fiable", como ha apuntado Bauer.
La responsable ha aplaudido la colaboración tanto de rusos como de ucranianos y, ahora, confía en que puedan sellar nuevos pactos, toda vez que tiene registrados unos 126.000 casos de personas desaparecidas. "El CICR está listo para apoyar nuevos esfuerzos que garanticen la dignidad de los muertos y contribuyan a que sus familias puedan pasar página", ha añadido.
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