
El anuncio de la operación Lanza del Sur por parte de Estados Unidos en el Caribe, bajo la dirección del Comando Sur, marca un punto de inflexión en la estrategia regional contra el narcotráfico y el terrorismo.
Según el análisis de Antonio De La Cruz, presidente de Inter American Trends, esta iniciativa no representa un simple operativo, sino una transformación doctrinaria que redefine el equilibrio de poder en el hemisferio.
De La Cruz afirmó que “Estados Unidos acaba de mover una pieza que cambiará el equilibrio del Caribe por años: Operation SOUTHERN SPEAR (Lanza del Sur). No es un operativo: es una doctrina”.
El especialista subrayó que la decisión provino directamente del presidente Donald Trump, con una respuesta inmediata del Departamento de Guerra y la ejecución a cargo del Comando Sur.
“Un triángulo de poder que anuncia lo esencial: la paciencia estratégica con el narcoterrorismo se acabó”, sostuvo De La Cruz.

Este cambio de enfoque implica que el enemigo ya no es percibido como un simple cartel, sino como una organización terrorista, lo que, en palabras del analista, significa que “cuando EE.UU. cambia el nombre de tu amenaza… cambia tu destino”.
La operación Lanza del Sur, según De La Cruz, se caracteriza por una “geometría de presión: flotas, radares, inteligencia, rutas selladas.
Un cerco avanzado que deja al Cartel de los Soles con solo tres opciones: huir, fracturarse o caer”.
Esta estrategia, lejos de limitarse a un despliegue táctico, busca asfixiar progresivamente a las organizaciones criminales mediante el corte de rutas, la exposición de operadores y la generación de traiciones internas, todo ello bajo una presión externa constante.
“Una operación diseñada para quebrar la estructura desde adentro”, explicó De La Cruz al medio.
El Caribe Sur, en este nuevo escenario, se transforma en un tablero estratégico con reglas claras: “Zona de exclusión para actores criminales. Línea roja para regímenes que los protegen. Patio estratégico donde EE.UU. vuelve a marcar territorio”, detalló De La Cruz.
La frase clave que resume la doctrina es “Defender nuestro Homeland” (Defender la Nación), lo que implica, según el analista, que “Estados Unidos actuará fuera de sus fronteras para eliminar la amenaza antes de que toque su territorio”.
De La Cruz enfatizó que esta no es una reedición de la guerra fría, sino una “guerra silenciosa del siglo XXI: sin misiles, sin anuncios, sin uniformes. Solo operaciones quirúrgicas, precisión jurídica y superioridad tecnológica”.
Para el régimen de Nicolás Maduro y su entorno, el mensaje es inequívoco: “Ya no se negocia estatus. No se discuten sanciones. Se discute supervivencia”, advirtió De La Cruz.
El analista concluyó que la campaña ya está en marcha y que el Caribe se está reordenando ante la mirada de todos.
“Maduro y el Cartel dormían creyendo que EE.UU. era predecible. Hoy descubren que se movió primero. Y cuando una potencia mueve primero… el adversario se queda sin tablero”, sentenció De La Cruz.
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