Los secretos del James Dean del atletismo: rebeldía, carisma y una muerte temprana

Steve Prefontaine fue un atleta provocador, talentoso y popular. Su breve carrera dejó un legado que llega hasta nuestros días

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El método de Steve Prefontaine era visualmente impactante y su carisma completamente arrebatador
El método de Steve Prefontaine era visualmente impactante y su carisma completamente arrebatador

Steve Prefontaine fue una estrella fugaz dentro del mundo del atletismo. Tenía las condiciones y la personalidad para ser uno de los más grandes de todos los tiempos. Generó pasiones, admiración y tenía el don de los elegidos para generar en la gente un interés poco habitual.

El atletismo tiene grandes nombres, pero pocos logran lo que logró Steve Prefontaine. Cuando su personalidad provocadora y desafiante finalmente parecía encaminarse hacia el mejor de los futuros, su vida terminó de forma abrupta en un accidente automovilístico.

Mientras vivía muchos hablaban de él como un Beatle, refiriéndose obviamente a los músicos que habían enloquecido a la juventud y al mundo unos años atrás. Pero su inesperado final lo conectó con otros mitos, en particular James Dean, porque ambas vidas, veloces, intensas, carismáticas, amadas, dejaron una estela que llega hasta nuestros días.

Steve Prefontaine nació en Coos Bay, Oregon, Estados Unidos, el 25 de enero de 1951. Su padre, Raymond Prefontaine, conoció a su esposa y madre de Steve en Alemania, mientras era parte de las fuerzas de ocupación en dicho país.

El estilo de Steve Prefontaine era particularmente agresivo, saliendo a buscar siempre la victoria desde el comienzo
El estilo de Steve Prefontaine era particularmente agresivo, saliendo a buscar siempre la victoria desde el comienzo

Así fue como el futuro atleta se crió en un hogar humilde, donde se hablaba inglés y alemán por partes iguales, lo que le generó algunas tensiones con otros chicos en la década del cincuenta, todavía cerca del final de la guerra. La casa la construyó el propio padre de Steve, que era carpintero, y allí vivieron los Prefontaine junto a sus tres hijos, Steve, Neta y Linda.

Steve Prefontaine era inquieto por naturaleza, lo que también provocaba algunas burlas entre los niños. Pero cuando descubrió que correr era lo que lo liberaba y lo hacía feliz, se dedicó de lleno a eso, iniciando un recorrido que haría historia.

Steve Prefontaine murió a los 24 años en un accidente automovilístico (Bettmann archive)
Steve Prefontaine murió a los 24 años en un accidente automovilístico (Bettmann archive)

Comenzó corriendo carreras de cross country y pronto entendió que tenía, además, talento. En el secundario su entrenador fue Walt McClure, quien a su vez había sido entrenado por Bill Bowerman, entrenador de la Universidad de Oregon, en Eugene. McClure vio que tenía mucho por crecer y que sería un gran atleta. Muchas universidades se disputaban tenerlo entre sus filas. Pero todos los caminos conducirían hacia Eugene y Bowerman.

Cuando llegó el momento de elegir universidad, Steve Prefontaine deseaba quedarse en su estado y entrenar allí, pero quería que el propio Bowerman se lo pidiera. Fueron días de espera hasta que llegó la carta donde el entrenador le asegura que lo convertiría en una atleta de primera. Steve Prefontaine, a esa altura ya conocido por todos como Pre, era un atleta que arrastraba multitudes.

Su fama crecía día a día y a la gente le fascinaba verlo competir. Su método era visualmente impactante y su carisma completamente arrebatador. Steve Prefontaine formó parte de una generación que llevó al atletismo al siguiente nivel, conectándolo con los aficionados como nunca.

Steve Prefontaine nació en Coos Bay, Oregon, Estados Unidos, el 25 de enero de 1951
Steve Prefontaine nació en Coos Bay, Oregon, Estados Unidos, el 25 de enero de 1951

Una vez que estuvo entrenando junto al legendario Bowerman las cosas se potenciaron. Bowerman, además fue uno de los creadores de la marca Nike, revolucionando el calzado en el mundo- comenzó a prepararse para las competencias nacionales y los Juegos Olímpicos de Munich 1972.

El estilo de Prefontaine era particularmente agresivo, saliendo a buscar siempre la victoria desde el comienzo. Así logró varias marcas, muchos récords nacionales, y llegó a Alemania pensando en ganar una medalla. Pero el estilo arriesgado y al límite no funcionó allí y quedó en un doloroso cuarto puesto. En el medio, Prefontaine también cuestionó varias de las reglas burocráticas del mundo del atletismo y chocó con las autoridades de aquellos años. Pasado Munich, se comprometió con Bowerman a trabajar para lograr una victoria en Montreal 1976, donde llegaría con veinticinco años, y en ese objetivo puso todo su empeño. Pero nunca llegaría a esos Juegos Olímpicos.

A Steve Prefontaine se le debe el auge del atletismo y su popularización en la década del setenta
A Steve Prefontaine se le debe el auge del atletismo y su popularización en la década del setenta

El 29 de mayo de 1975, Steve Prefontaine participó de una competencia en Hayward Field, Oregon. Corrió una carrera de 5000 mts que ganó. En ese evento participaron atletas finlandeses, los grandes competidores de carreras de fondo. Esa misma noche se hizo una fiesta. Prefontaine se fue del lugar para llevar a su amigo, el medallista olímpico Frank Shorter a la casa de Kenny Moore en Prospect Drive, luego descendió solo por el estrecho Skyline Boulevard, al este del campus universitario cerca de Hendricks Park.

Luego de dejarlo, Prefontaine manejaba su MGB convertible por cuando perdió el control de su auto, volcó y quedó atrapado debajo de él. Los primeros en llegar al lugar declararon que estaba vivo, pero cuando llegó la atención médica fue declarado muerto. Terminaba la vida de un atleta extraordinario, comenzaba la leyenda. Para resumirlo: al morir, Prefontaine tenía todas las marcas nacionales en todas las carreras desde los 2000 m hasta los 10 000 m.

Su nombre fue creciendo con los años, siendo siempre una figura admirada por los jóvenes atletas. Se han hecho varios documentales sobre figura y su historia, el más importante es Fire on the Track (Fuego en las pista) realizó en 1995. Pero también se han realizado dos largometrajes que, curiosamente, se estrenaron con un año de diferencia. Prefontaine (1997), protagonizada por Jared Leto y Sin límites (Without Limits, 1998) con Billy Cudrup en el rol de Steve Prefontaine.

Steve Prefontaine formó parte de una generación que llevó al atletismo al siguiente nivel, conectándolo con los aficionados como nunca
Steve Prefontaine formó parte de una generación que llevó al atletismo al siguiente nivel, conectándolo con los aficionados como nunca

La primera juega con la idea del falso documental y utiliza más material de archivo de las carreras del corredor, pero es Sin límites la más sofisticada. Producida por Tom Cruise, quien quería interpretar a Prefontaine pero sintió que ya era demasiado viejo para el papel, el rol de Bowerman recayó en Donald Sutherland. Se explora con bastante eficacia la personalidad del atleta y también los aciertos y errores que cometió en su carrera. Cuando se habla de una vida cinematográfica, la realización de varias películas confirma que es así.

Pero el legado de Steve Prefontaine va más allá de ese furor de la década de los noventa. También se han escrito y seguramente se seguirán escribiendo libros sobre él. Sus frases se comercializan en posters, remeras y demás objetos. Se han escrito canciones sobre él y hay varios espacios de memoria donde se lo venera, incluyendo el lugar donde murió, en 1975.

Jared Leto protagonizó la película Prefontaine (1997), sobre la historia del corredor
Jared Leto protagonizó la película Prefontaine (1997), sobre la historia del corredor

Desde 1975 se realiza un torneo de atletismo en Eugene, Oregon, llamada Prefontaine Classic y conocida también como Pre Classic. La competencia iba a llevar el nombre de Bowerman Classic, pero la muerte de Pre llevó a que se le cambiara el nombre, con la aprobación del propio Bill Bowerman. Esta competencia forma parte de la Diamond League y es uno de los torneos más importantes del calendario del atletismo mundial.

A Steve Prefontaine se le debe el auge del atletismo y su popularización en la década del setenta. Incluso quienes no lo conocen pero corren, le deben algo a este maravilloso atleta. Una de sus frases más recordadas y más inspiradoras fue: “Dar algo menos que lo mejor de ti, es sacrificar el don”.

Por eso, en cada corredor que sale a entregar lo mejor, habita el espíritu de Steve Prefontaine.

*Santiago García es maratonista, autor del libro “Correr para vivir, vivir para correr” y “Volver a correr”. Completó la Six World Marathon Majors dos veces. En Instagram: @sangarciacorre.

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