El dolor de Luis Majul: murió su mamá, Tita Schiavo

El periodista confirmó la noticia en redes sociales con un corazón y una imagen de su madre, que estaba internada en el Hospital Italiano

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Luis Majul y Tita Schiavo (Foto: @luis_majul)
Luis Majul y Tita Schiavo (Foto: @luis_majul)

Luis Majul eligió la simpleza para despedir a su madre, Rosa Flora Schiavo, que falleció este miércoles después de permanecer unos días internada en el Hospital Italiano del barrio de Almagro, en la Capital Federal. Una foto en blanco y negro, un corazón y poco más para decir. La sencillez de una mujer de anteojos con el pelo bien peinado, las manos arreglados y un cuaderno sobre la falda. Sentada en una silla, luce un suéter que entrelaza corazones con cadenas y tiene la mirada atenta sobre aquello que está escrito. Todo un mensaje.

“A mis papás, Tita y Julio, porque me siguen enseñando que vale la pena resistir”, reza la dedicatoria que Luis Majul escribió en El Dueño, el libro que data de 2010 y habla de Nestor Kirchner. Siempre agradecido a quien le dio la vida, el conductor de Esta Mañana por Rivadavia AM 630, que se emite a diario de 5.55 a 9, decidió tomarse unos días para hacer el duelo por la muerte de su madre y frente al micrófono lo reemplazará Luis Gasulla. En tanto, también avisó que dejará La Cornisa (LN+) y volverá el lunes. Mientras que en +Voces (LN+) es reemplazado por Eduardo Feinmann.

Luis Majul comanda Radio Berlín (Foto: Gastón Taylor)
Luis Majul comanda Radio Berlín (Foto: Gastón Taylor)

“Dedico este Konex a la amorosa familia que me tocó, integrada por mi mamá Tita, mis dos hermanas, Lili y Ale, y mi papá que ya no está y de quien aprendí la diferencia entre el bien y el mal. Lo comparto, especialmente, con María China Conte-Grand, la mujer que hace más de 25 años me acompaña, porque sin ella “una heroína del periodismo nacional”, como dice mi amigo Jorge Fernández Díaz, yo no estaría aquí, de ninguna manera. También lo comparto con mis hijos, Victoria y Octavio, porque ellos constituyen mi mayor orgullo. Ambos son muy amorosos y e infinitamente libres. Su existencia me hace mejor persona, más allá de cualquier premio. Y aunque sea tan importante como este”, había asegurado Luis Majul –siempre reservado de su vida privada– en noviembre de 2017 cuando le entregaron el premio Konex de Platino.

El tuit de Luis Majul para despedir a su madre (Foto: @majulluis)
El tuit de Luis Majul para despedir a su madre (Foto: @majulluis)

“Me hice periodista porque quería mostrar lo que el poder oculta. También porque siempre me sentí profundamente libre. Empecé a escribir libros cuando me di cuenta que trabajar en una agencia, un diario o una revista no me alcanzaba. Fundé una productora de radio y televisión por la misma razón por la que me convertí en escritor: necesitaba más libertad para informar y opinar, y más independencia económica para decidir. Ahora sigo escribiendo libros, pero además los edito. Y cada tanto hago películas. O produzco obras de teatro. O monto ferias literarias y gastronómicas, como Leer y comer. Vivo en La Cornisa, pero no me siento una estrella de la tele. No me gustan los hipócritas ni los tibios”, contó en aquella oportunidad el periodista que además es escritor, guionista, conductor de radio y televisión, productor de cine, teatro y televisión. Y que, como si fuera poco, en 2012 creó Margen Izquierdo, un sello editorial pensado para la edición de investigaciones periodísticas independientes.

Mientras que hace unas semanas, en charla con Teleshow con motivo de su relanzamiento de 107.9 FM Radio Berlín, la emisora que dirige desde su multiespacio Margen del Mundo, contaba: “En mi vida y en mi carrera profesional me he equivocado mucho. Por eso estoy tratando de hacerle más corto el camino a los chicos, para que se equivoquen menos. Por eso: las palabras justas. Yo mismo soy muy verborrágico. En una radio como Berlín yo tendría que hacer un entrenamiento muy fuerte para tener un programa. De hecho, participo de una columna de actualidad, pero no puede pasar nunca de los tres minutos. ¡Nunca! Y cuando los paso, hay un relojito en la cabeza de todo el equipo que dice basta”.

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