Si hay pobreza estructural, es porque hay corrupción estructural

¿Desde el Gobierno no se advierte que la “casta” no está dentro de la contundente fila de empobrecidos? Sí hay allí muchos votantes del Presidente, aún quizás esperanzados

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Hay aproximadamente 30 millones de personas caídas al infierno de la pobreza (Foto: NA/Mariano Sánchez)
Hay aproximadamente 30 millones de personas caídas al infierno de la pobreza (Foto: NA/Mariano Sánchez)

Cáritas Rosario le cuenta a esta cronista: “A cada 10 familias que tenemos en nuestros comedores, se le suman 5 más”. Por otro lado, una docente con muchos años de aula, consultada sobre cuáles son los sueños que los chicos tienen hoy, dijo, con una simplicidad brutalmente dolorosa, que “hay chicos que sueñan, muchos otros no”. Después de estos testimonios, todo lo que se argumente será relativo.

Esta semana se conoció el aumento y a su vez una merma parcial en abril por baja en los precios de los alimentos, de la pobreza. Más allá de los detalles técnicos, hay aproximadamente 30 millones de personas caídas al infierno de la pobreza. Pregunto: ¿desde el Gobierno no se advierte que la “casta” no está dentro de la contundente fila de empobrecidos? Sí hay allí muchos votantes del Presidente, aún quizás esperanzados.

Pero veamos, hace cuatro décadas, con un modelo político y económico al que se denosta y se señala como el origen de este presente, el 96% de la población no era pobre, sólo el 4% estaba en esta situación. ¿Qué falló para que hoy la mitad de los argentinos lo sea? Seguramente, la política. Seguramente, la Justicia. Seguramente, el empresariado.

La política, porque fue haciéndose amiga de los jueces, siguiendo el concejo del Martín Fierro. Poner a jueces propios es reaseguro de impunidad, o al menos es un camino conducente a ese propósito. La corrupción, al prohijar empresarios amigos, ganadores de todas las licitaciones, permitió asegurar, cuanto menos, campañas políticas gratis y, a veces, ser parte de las ganancias.

Entre paréntesis, las expresiones de esta semana de Eurnekián, quien se hizo poderoso con la ayuda de todos los sectores de la política, parecen indicar esto. Es decir, no quedar pegado con el gobierno de su ex empleado -a pesar de tener infinidad de gente de su estructura en el mismo-, porque debe cuidar lo que consiguió y lo que podría conseguir con el próximo que llegue al poder. En el gobierno de Néstor Kirchner apareció en un rol estelar Eskenazi, comprando YPF. Lo de comprar es una ironía.

Esta cronista aclara que no refiere a toda la política, ni a toda la justicia, ni a todo el empresariado, pero sí a una cantidad importante de ellos. Llama la atención que la enfermedad de la pobreza, provocada por la combinación antes mencionada, no revolucione a la política de tal forma que provoque una reacción, cuyo resultado final sea similar a la marcha federal y transversal realizada en defensa de la universidad pública. ¿Es consciente la política de que a este ritmo las aulas de la universidad quedarán vacías? Los pobres de generaciones de pobres y los pobres recientes no pueden llegar ni becados por una sencilla razón: no fueron bien alimentados, porque los distintos gobiernos acercaron alimentos para saciar el hambre, no para facilitar su crecimiento y desarrollo.

¿No se pusieron a pensar los responsables de esta situación que son culpables de no hacer el necesario recambio generacional? No acercar alimentos saludables en un país como la Argentina, donde su tierra aún permite que las semillas den fruto, es de un egoísmo perverso.

Si hay pobreza estructural, es porque hay corrupción estructural. Días atrás, en un ciclo de la Universidad Nacional de Rosario, el ex ministro de Alfonsín Juan Manuel Casella deslizó: “La desigualdad destruye la democracia. La justicia social es el eje de toda sociedad que aspira a ser igualitaria”. Y dejó una advertencia: “A 40 años de la recuperación de la democracia, estamos rozando la frontera de su pérdida”.

La política no sabe cómo reaccionar. No aparecen propuestas que indiquen oposiciones o, mejor, alternativas. Y estamos a un año del cierre de listas. Hoy es estar con Milei o en su contra. Quizá, lo que no se visualiza es que no toda la adhesión al gobierno libertario es por convicción, puede haber una dosis de desesperación de quienes se aferran al madero (el único que hay) navegando sobre el río. Ese madero está lleno de imperfecciones: habla de salir del cepo y no dice cómo; luego, de esta brutal caída de la actividad económica no hay un programa de reactivación; no hay un nuevo acuerdo con el FMI; y temas como la auto-autorización para viajar al exterior.

El Presidente va cambiando de prioridades cual la fábula de la zorra y las uvas. Le ha bajado el precio al “Pacto del 25 de Mayo”, le sabe agrio, por eso ahora prueba con la modificación de la ley de Coparticipación. En cuanto a las próximas elecciones del 2025, todo es incógnita. LLA le ha encomendado a Lule Menem el armado de los distritos. ¿Bajo qué criterio se realizará? Sin liderazgos (el único es Milei). Con experiencias atípicas. Con socios unidos por la necesidad, no por el amor.

A propósito, ¡qué disyuntiva para el flamante presidente del PRO, Mauricio Macri, quien ayer asumió vía zoom para cumplir con el colegio electoral! Si PRO y LLA van por separado, ¿ganan o pierden? En el caso del PRO, ¿qué hacen con el radicalismo? ¿Tienden líneas o la separación actual termina en divorcio? Un estratega del PRO me decía: “Patricia Bullrich tira tiros, no entiende que nuestros votantes no quieren que nos peleemos”. Macri le ha cedido mucho a Patricia Bullrich para retenerla en el espacio. Todo indica que ésta cambió el amarillo por el violeta. Deberá el ex presidente pensar tal vez en enfrentarla en CABA.

Mirando a lo electoral del próximo año, el kirchnerismo, con ciertas ausencias, seguirá su rumbo. Y el peronismo explorará el centro. Tanto para Macri como para este sector del peronismo, dependerán los votos que consigan de cómo le vaya a Milei en su gobierno. Ambos sectores pueden correr el riesgo de perder adherentes a manos de LLA.

En el Congreso de la Nación, en Diputados se hizo un trabajo con gran esfuerzo para que las leyes del Ejecutivo no naufraguen, incluso legisladores sin simpatía por el Presidente y/o agredidos por éste. Allí, Milei contó con la expertise de un par de legisladores avezados, destacándose el ex senador Miguel Ángel Pichetto. En el Senado puede haber tres modificaciones que tienen que ver con blanqueo, RIGI y Ganancias, lo que obligaría a pasar nuevamente por Diputados. El Senado hoy carece de liderazgos, y a su Presidenta, Milei le ha quitado centralidad.

A propósito del año electoral que se avecina en nuestro país, treinta grandes consorcios empresariales alemanes se unieron para hacer campaña y crear conciencia bajo el lema “Defender los valores”, pidiendo el voto para los partidos pro-europeos, alertando el peligro de posturas extremistas, populistas y racistas. Un delegado de Siemens, dijo: “Los extremistas y racistas están dividiendo a nuestra sociedad, dividiendo a nuestro país y poniendo en peligro nuestra prosperidad”.

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