Industria brasileña enfrenta un aumento de obstáculos para sus exportaciones

La mayor asociación del sector industrial brasileño informó que la mayor cantidad de restricciones a sus productos fueron impuestas por la Unión Europea, China, Japón y Argentina

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Las restricciones a las exportaciones brasileñas aumentaron un 10% en 2023.
Las restricciones a las exportaciones brasileñas aumentaron un 10% en 2023.

Las exportaciones brasileñas enfrentan 85 obstáculos comerciales alrededor del mundo, un aumento del 10% respecto al año anterior, informó la Confederación Nacional de la Industria (CNI), la mayor asociación del sector brasileño.

Los países que más restricciones comerciales impusieron a los productos brasileños fueron la Unión Europea, con 18, China y Japón, con siete cada uno, y Argentina, que registra seis pese a ser uno de los principales socios de Brasil y compartir membresía en el Mercosur.

De los 151.000 millones de dólares en productos vendidos a la Unión Europea y a China, más de 79.000 millones se enfrentaron a restricciones, un 23% del total exportado por Brasil en 2023, según el informe de la CNI.

En Argentina, la asociación registró como obstáculos el impuesto sobre la importación de azúcar, las restricciones en materia de etiquetado y un sistema de importaciones que “atrasa” los trámites para comercializar productos.

Sin embargo, la patronal aplaudió “progresos” recientes como la eliminación de una exigencia de declaración jurada sobre la composición de mercancía textil, bajo el Gobierno del presidente Javier Milei.

En Paraguay, otro socio del Mercosur, las restricciones incluyen límites a los contratos con representantes comerciales y distribuidores; y en Uruguay, exigencias de etiquetado y un impuesto adicional a las importaciones.

Según el presidente de la CNI, Antonio Ricardo Álvarez, las barreras han aumentado en los últimos años “en número y en tipo”, adoptando nuevas formas que a veces son “difíciles de identificar al ser más complejas que los obstáculos tradicionales”.

Inundaciones en Brasil: el impacto en su industria ganadera

La ganadería del sur de Brasil sigue contabilizando pérdidas por las inundaciones del último mes. La producción ganadera sigue sin poder normalizarse debido a los bloqueos de carreteras y los miles de animales muertos y granjas destruidas.

Según el último balance de la Confederación Nacional de Municipios, las pérdidas parciales del sector sumaban el equivalente a unos 41,6 millones de dólares. El valor es inferior al divulgado hasta ahora por los ganaderos de Rio Grande do Sul, el estado más afectado por las inundaciones y que es un importante productor de pollo, carne porcina y leche.

Rio Grande do Sul, el estado más afectado por las inundaciones, es un importante productor de pollo, carne porcina y leche. REUTERS/Adriano Machado
Rio Grande do Sul, el estado más afectado por las inundaciones, es un importante productor de pollo, carne porcina y leche. REUTERS/Adriano Machado

La asociación de avicultores calcula sus pérdidas en unos 36,6 millones de dólares y la de ganaderos porcinos, en unos 9 millones de dólares. Y las pérdidas siguen aumentando para los que no consiguen llevar a las granjas el alimento para los animales o hacer llegar su producción al mercado.

Pese a que aún no cuentan con un inventario de las pérdidas, los productores de leche aseguran que descartan casi 500.000 litros de leche por día por no poder transportarla. Se trata de una importante pérdida de renta para Rio Grande do Sul, que es el tercer mayor productor de leche de Brasil con 10,5 millones de litros diarios.

El balance más completo de pérdidas lo divulgó la Organización Avícola de Rio Grande do Sul, que las calcula en 36,6 millones de dólares sin incluir los perjuicios por la paralización en las granjas.

Se registraron daños en 20 grandes granjas avícolas por las inundaciones. REUTERS/Ricardo Moraes
Se registraron daños en 20 grandes granjas avícolas por las inundaciones. REUTERS/Ricardo Moraes

El valor incluye los daños causados en unas 20 grandes granjas avícolas, así como en las fábricas de alimento para los animales y en las industrias de procesamiento, y por la muerte de 1,5 millones de aves y la pérdida de 1,1 millones de huevos fértiles.

La Asociación Brasileña de Criadores de Porcinos de Rio Grande do Sul (Acsurs) calculó las pérdidas en 9 millones de dólares, por la muerte de 12.600 animales y la destrucción total o parcial de unos 25.000 metros cuadrados de pocilgas en cerca de 30 grandes granjas.

En tanto, desde el Sindicato de la Industria de Cortes y Derivados (Sicadergs), patronal de los productores de carne bovina, aseguran que hasta ahora carecen de datos confiables que le permitan dar un balance de pérdidas.

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