Imperio Mexica: estos eran los estados de la República Mexicana que lo conformaban

Es bien sabido que los mexicas fueron una de las civilizaciones más importantes de mesoamérica, y que su ciudad estaba dividida en dos partes: México-Tenochtitlan y México-Tlatelolco.

Ambas estaban localizadas en islas naturales y expandidas artificialmente, en medio del Lago de Texcoco.

Luego de un siglo de expansión de los dominios mexicas, la ciudad se había convertido en la más poblada y rica de Mesoamérica, pues se dice que contaba con más de 50 mil habitantes. En su momento, llegó a ser una de las ciudades más grandes del mundo.

Hacia Tenochtitlan fluían los tributos cobrados a los pueblos dominados, los productos de lujo traídos por los comerciantes, los vendedores y artesanos más talentosos de mesoamérica. El orden y la limpieza de la ciudad fue una de las cosas que más sorprendieron a los españoles.

¿Qué estados conformaban el imperio mexica?

Los mexicas expandieron su control desde la Cuenca de México hacia el norte y sur, alcanzando la frontera entre México y el actual Guatemala. Su territorio se extendió desde la costa del Golfo, abarcando gran parte del sur y centro de lo que hoy es la República Mexicana.

El imperio mexica o azteca abarcó territorios que hoy pertenecen a varios estados del país, incluyendo el centro y sur de México, como lo que ahora es la Ciudad de México, el Estado de México, Morelos, Puebla, Hidalgo, Guerrero, Oaxaca, Veracruz, así como partes de Michoacán, Tlaxcala, Guanajuato, Querétaro, Jalisco, Colima, Nayarit, Aguacalientes, Zacatecas, San Luis Potosí, Tamaulipas, Tabasco Yucatán y Chiapas.

Historia de la Civilización Mexica

Los mexicas, llamados también aztecas, fueron un pueblo mesoamericano de filiación nahua que fundó la ciudad de México-Tenochtitlan.

Hacia el siglo XV, en el periodo Posclásico Tardío, se convirtió en el centro de uno de los Estados más extensos que se conoció en Mesoamérica, asentado en un islote, al poniente del extinto conjunto de cuerpos de agua conocido como Lago de Texcoco, sobre los márgenes centro y sur de los lagos, como en Huexotla, Coatlinchán, Culhuacán, Iztapalapa, Chalco, Xico, Xochimilco, Tacuba, Azcapotzalco, Tenayuca y Xaltocan, hacia finales del Posclásico Temprano (900-1200).

Sobre el islote, actualmente se asienta la Ciudad de México, que corresponde a la misma ubicación geográfica.

Los mexicas, aliados con otros pueblos de la cuenca lacustre del valle de México (Tlacopan y Texcoco), dominaron varias poblaciones idígenas que se asentaron en el centro y sur del territorio actual, de México.

Se caracterizaron por la explotación de cultivos altamente simbólicos, dependientes de manipulación humana, como el maíz, el chile, la calabaza, el frijol, el cacao, etc. También, por el uso extensivo de plumas para la confección de vestimentas; el uso de calendarios astronómicos (uno ritual de 260 días y otro civil de 365) y una sofisticada metalurgia prehispánica ornamental y militar, basada en el bronce, oro y plata, principalmente.

Además, contaban con una escritura en forma de pictogramas, usada para documentar hechos y cálculos de obras arquitectónicas, basados en un sistema métrico propio para medir terrenos, comparable a otros sistemas de medida de la Edad Media.

Se caracterizaban por el uso extensivo de productos derivados de cactáceas y agaves y el tratamiento de rocas ígneas (obsidiana) con fines quirúrgicos y bélicos.