
La participación de Ninel Conde en La Casa de los Famosos México 2025 ha generado revuelo no solo por sus interacciones dentro del reality, sino también por los temas que ha abordado, como su más reciente anécdota en donde cuenta qué pasó con su exnovio Larry Ramos, actualmente prófugo de la justicia.
Sin embargo, información revelada por el periodista Javier Ceriani apunta a que la producción le habría dado instrucciones a la intérprete de Bombón asesino sobre no tocar ciertos temas, entre ellos no mencionar a la periodista Anabel Hernández y los señalamientos que ha hecho sobre la actriz y cantante de haber estado presuntamente involucrada con figuras del narcotráfico.
El conductor de espectáculos afirmó que, después de que Ninel Conde contó su anécdota sobre Larry Ramos (otro tema que no debía tocar), la producción de Televisa y Endemol la habría citado en el confesionario para indicarle expresamente que no debía hablar nuevamente de Larry Ramos y recordarle que no debe hacer alusiones a Anabel Hernández ni del contenido del libro “Emma y las otras señoras del narco”.
Ceriani argumentó que la producción decidió limitar a Conde en estos temas debido a que podría agravar la crisis de imagen de ella misma y causar afectaciones legales o mediáticas tanto para ella como para la televisora.
De acuerdo con Ceriani, la productora advirtió a Ninel: “No hables de Anabel Hernández, del libro de Las señoras del narco, porque también van a salir a desmentirte”. Según el periodista, la dirección del reality quiere evitar cualquier consecuencia legal.

El contexto legal: Conde apela sentencia y busca limpiar su reputación
Las restricciones a Conde en cuanto a hablar sobre Anabel Hernández responden a un proceso legal que sigue abierto en México luego de la publicación del libro Emma y las otras señoras del narco en 2021. En esa investigación, la periodista detalla presuntos vínculos de diversas celebridades con figuras del crimen organizado.
Sobre Ninel Conde, Hernández consignó que habría sostenido una relación sentimental con Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”, líder del cártel de los Beltrán Leyva, entre 2007 y 2009.
La cantante calificó de falso el señalamiento y emprendió una demanda por daño moral contra la editorial Penguin Random House, alegando que las afirmaciones de la periodista habían “manchado” su imagen pública y profesional. Conde exigió una compensación económica y sostuvo que la información publicada no tiene sustento.
En diciembre de 2024, Anabel Hernández informó en su podcast “Narcosistema” que el litigio lo ganó la editorial, ya que Ninel Conde no logró presentar elementos suficientes para acreditarse un daño moral. Según la periodista, nunca fue demandada personalmente por Conde.
El abogado de Conde, Gustavo Herrera, anunció recientemente que su clienta ha iniciado el trámite de apelación y que aún exploran la vía penal, pues consideran que la editorial lucró injustamente con la imagen de la artista.
Cláusula especial
Por otro lado, Javier Ceriani aseguró que, según información a la que ha tenido acceso, el contrato firmado por Ninel Conde para participar en el reality incluye una cláusula que le da la facultad de salir del proyecto sin recibir penalización económica si la respuesta del público se vuelve negativa o si su imagen resulta afectada durante la transmisión.
La cláusula también establece la posibilidad de que Ninel permanezca hasta la final del show, dependiendo de la estrategia que considere conveniente la productora. Este trato, indica Ceriani, evidencia el estatus especial que tiene la artista al interior del formato y el interés del programa en controlar los daños mediáticos que puedan surgir.
Según la información presentada por Ceriani, Ninel Conde habría manifestado de manera explícita ante la producción que su principal objetivo al ingresar al reality era limpiar su imagen pública.
Las intervenciones de la cantante sobre temas sensibles, como Larry Ramos y sus polémicas personales, presentarían parte de su estrategia para reposicionarse ante la audiencia y revertir el impacto negativo de los señalamientos mediáticos y legales recientes. La propia Ninel habría declarado ante la producción su decisión de hablar sobre estos temas como un intento deliberado de reconstruir su reputación en el foco público, aunque no la habrían dejado.
Órdenes de la producción

Ceriani detalló que, además de vetar ciertos temas, la producción pidió de manera directa a Ninel Conde que aumente sus interacciones con algunos participantes específicos, como Abelito y Aldo de Nigris.
Esto forma parte de una estrategia para modificar dinámicas al interior de la casa, fortalecer ciertas narrativas y beneficiar a los favoritos de la producción conforme evoluciona la competencia.
La intención, según Ceriani, es optimizar el rendimiento de los participantes seleccionados y resguardar el interés del público, pues aseguran que Aldo (el favorito de la producción) está aburriendo a la gente porque no da contenido.
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