Vermont se vuelve referente ambiental de Estados Unidos al identificar 352 especies de abejas silvestres

El reciente hallazgo transforma el panorama de la biodiversidad regional y consolida alianzas entre investigadores y comunidades locales para fortalecer la protección de polinizadores esenciales en los ecosistemas agrícolas y naturales

Guardar
Un conteo histórico revela la
Un conteo histórico revela la sorprendente variedad de abejas silvestres y su impacto en la biodiversidad del noreste estadounidense (Freepik)

El reciente descubrimiento de 9 especies de abejas no registradas previamente en Vermont elevó el total estatal a 352, situándolo como el estado con mayor diversidad de abejas en el norte de Nueva Inglaterra.

El hallazgo, publicado en noviembre de 2025 y liderado por el Vermont Center for Ecostudies junto con la University of Vermont, supera los registros de New Hampshire, con 325 especies, y de Maine, con 278. Esta cifra afianza a Vermont como referente regional en diversidad de polinizadores, de acuerdo con la University of Vermont.

Taylor Ricketts, director del Gund Institute for Environment de la University of Vermont y coautor del estudio, resaltó el impacto de este dato: “Sorprende absolutamente a todos escuchar cuál es el número total de abejas”.

El trabajo, llevado a cabo durante una década, recopiló cerca de 80.000 registros provenientes de bases de datos públicas, artículos científicos y colecciones de museos. En el Intervale de Burlington, una sola área del estado, se identificaron más de 150 especies.

El pequeño estado del noreste
El pequeño estado del noreste se consolida como líder regional en el monitoreo y protección de polinizadores (Gund Institute for Environment bee)

Ciencia ciudadana y factores detrás del descubrimiento

El aumento de especies detectadas se atribuye a varios factores. Ricketts explicó que la gran diversidad y el escaso estudio previo de estos insectos facilitan la aparición de especies no documentadas al intensificar la búsqueda.

El cambio climático impulsó el traslado hacia el norte de especies históricamente sureñas, lo que también contribuye a este incremento. Además, la participación ciudadana resultó clave: “Reclutamos y capacitamos a voluntarios de ciencia ciudadana para encontrar, fotografiar y compartir encuentros con abejas silvestres”, señaló Spencer Hardy, autor principal del estudio y experto en abejas del Vermont Center for Ecostudies.

El proyecto iNaturalist Vermont, alimentado por estos voluntarios, constituye hoy la principal fuente de registros científicos sobre abejas silvestres en el estado.

La diversidad de polinizadores tiene una relevancia que va más allá de la ciencia. Las abejas son esenciales para la agricultura y el equilibrio ambiental de Vermont, un estado con fuerte tradición agrícola.

La participación activa de voluntarios
La participación activa de voluntarios y nuevas metodologías han permitido descubrir especies antes invisibles para la ciencia (Imagen Ilustrativa Infobae)

El informe destaca que la presencia de especies boreales, comunes en montañas del oeste estadounidense, y la variedad de polinizadores nativos resulta crucial para cultivos emblemáticos como las manzanas y los arándanos.

Desafíos, avances históricos y futuro de la conservación

El trabajo advierte sobre la vulnerabilidad de estas poblaciones: el 60% de las especies identificadas probablemente requiere acciones de conservación.

Entre las principales amenazas figuran el uso de neonicotinoides, una clase de insecticidas ampliamente aplicada en la agricultura, y los fenómenos climáticos extremos, como inundaciones y sequías. La University of Vermont alerta que la mayoría de las abejas estatales anida bajo tierra, lo que las expone especialmente a los daños por inundaciones.

Ante estos retos, Vermont adoptó políticas pioneras. La Ley 182 prohíbe el uso de semillas tratadas con neonicotinoides en los cultivos estatales, lo que convierte a Vermont en el segundo estado de Estados Unidos en adoptar esta medida.

El uso de insecticidas representa
El uso de insecticidas representa una amenaza silenciosa para las abejas, impulsando cambios legislativos y nuevas políticas de conservación (Imagen Ilustrativa Infobae)

La Xerces Society informa que los neonicotinoides afectan negativamente a las abejas, incidiendo en su alimentación y reproducción. El nuevo conteo de especies permitirá evaluar el impacto de esta prohibición en los próximos años.

El estudio representa un hito en el conocimiento sobre las abejas de Vermont: el último conteo estatal, realizado en 1962, había registrado apenas 98 especies. El progreso en la identificación y monitoreo de polinizadores refleja el trabajo conjunto de investigadores, organizaciones y miles de ciudadanos comprometidos con la biodiversidad local.

Kent McFarland, coautor y director del Vermont Atlas of Life, subrayó: “Gracias a los esfuerzos de miles de habitantes de Vermont, hemos aprendido muchísimo sobre el estado de las abejas silvestres en Vermont”.

De cara al futuro, la University of Vermont remarca que la conservación de la fauna silvestre de abejas dependerá de la colaboración entre biólogos, organismos públicos, organizaciones de conservación, propietarios de tierras, gestores y apicultores, para asegurar la protección de esta riqueza biológica tanto en el presente como en las siguientes generaciones.