Este es el país que se va a poner de moda para los viajeros en los próximos años, según un experto

Volcanes, pueblos llenos de encanto y una sensación de descubrimiento auténtico convierten a este país en uno de los nuevos destinos más comentados por los expertos y turistas

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Volcán Cerro Verde, en El
Volcán Cerro Verde, en El Salvador (Adobe Stock).

El aumento inesperado de la popularidad de ciertos destinos turísticos suele sorprender tanto a expertos como a viajeros habituales. En los últimos tiempos, enclaves como Japón, Mauricio o Cabo Verde han pasado de ser nombres poco conocidos a figurar como opciones principales entre quienes buscan nuevas experiencias de viaje desde España. Este fenómeno, condicionado por tendencias globales y por el boca a boca, ha transformado la percepción de muchos rincones del mundo, acercando a turistas a paraísos insulares africanos que tiempo atrás apenas figuraban en el imaginario vacacional nacional.

La atención sobre destinos emergentes se renueva con frecuencia, pero según declaraciones recientes a Cadena SER del experto en viajes, Alberto Piernas, existe un país que está a punto de vivir un auge singular. “Estoy escuchando a mucha gente hablando sobre El Salvador”, ha señalado el profesional, convencido de que la nación centroamericana se convertirá en uno de los destinos más solicitados en los próximos años. La tendencia resulta sorprendente si se tiene en cuenta que, hasta el momento, la presencia de El Salvador dentro del flujo turístico internacional ha sido mínima, pero los cambios parecen asomarse en el horizonte.

Uno de los datos más destacados, según explicó Alberto Piernas en sus declaraciones a la emisora, es que El Salvador protagonizó el mayor incremento de turistas en el continente americano el año pasado. Este crecimiento, hasta ahora poco conocido por el público general, demuestra que la curiosidad por descubrir los atractivos del país va en aumento y que muchos empiezan a plantearse la posibilidad de conocer este destino emergente antes de que se consolide el boom mediático.

Naturaleza exuberante y ciudades con encanto

Volcán Santa Ana, en El
Volcán Santa Ana, en El Salvador (Adobe Stock).

Entre los motivos por los que El Salvador comienza a captar la atención de los viajeros figuran su impresionante naturaleza y su variado patrimonio cultural. Los volcanes Cerro Verde y Santa Ana destacan como emblemas del atractivo natural salvadoreño, formando parte de rutas escénicas que permiten contemplar paisajes de gran espectacularidad. Estos enclaves no solo resultan ideales para los amantes del senderismo o de la fotografía, sino que constituyen uno de los rasgos que distinguen al país en Centroamérica.

En paralelo al magnetismo de sus volcanes, ciudades como San Salvador, la capital, y la cautivadora Suchitoto, se presentan como referentes urbanos que muestran facetas muy diferentes de la identidad local. San Salvador conjuga historia y modernidad, albergando instituciones culturales de relevancia y una vibrante vida cotidiana. Suchitoto, por su parte, representa una invitación al deleite pausado y a la admiración arquitectónica en un entorno de calles empedradas y tradiciones preservadas.

Tesoros ocultos y una nueva tendencia viajera

Piernas destaca que El Salvador posee “auténticas joyas tanto naturales como arquitectónicas” que aún permanecen alejadas de los circuitos tradicionales. A pesar del desconocimiento general, la oferta del país se extiende a preciosos pueblos y enclaves que sorprenderán a quienes decidan explorarlo en esta nueva oleada de interés turístico.

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La expectativa de que la fama internacional de El Salvador aumente notablemente es cada vez mayor, y destinos que apenas son nombrados en las guías podrían convertirse en lugares imprescindibles en la agenda de viajeros intrépidos. Todo apunta a que, en los próximos años, el país será incluido en el radar de aquellos que buscan novedades y experiencias lejos de lo convencional, erigiéndose como el posible nuevo referente del turismo internacional.

El atractivo de El Salvador reside, pues, tanto en su diversidad paisajística —con sus volcanes y parajes naturales aún vírgenes— como en las posibilidades de descubrir una cultura dinámica, ciudades con personalidad propia y pueblos que sorprenden en cada rincón. Quienes se adelanten a la tendencia podrán disfrutar de un país en plena transformación y con potencial para asombrar a los turistas más exigentes.