Charles Leclerc tras el GP de Abu Dhabi donde Norris se proclamó campeón mundial de Fórmula 1: “La decepción tras un año como este me está afectando”

La escudería italiana ha cerrado la temporada con una amplia distancia de puntos frente a los primeros puestos, una situación que ha afectado al piloto de Mónaco

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El piloto de Ferrari Charles
El piloto de Ferrari Charles Leclerc (REUTERS/Jakub Porzycki)

Ferrari ha cerrado su participación en el Campeonato Mundial de Fórmula 1 de 2025 afrontando el que posiblemente sea uno de sus balances más negativos desde el inicio de la llamada era de efecto suelo en la máxima categoría. Desde la implementación de este paquete reglamentario en 2022, el equipo de Maranello ha visto cómo sus expectativas se han visto frustradas en reiteradas ocasiones, pero el desenlace de 2025 ha superado los registros más pesimistas.

En 2022, Ferrari partía como una de las formaciones llamadas a desafiar a los favoritos. La ilusión se fue evaporando a medida que los problemas técnicos y las decisiones estratégicas desacertadas se acumulaban, aunque el equipo todavía estuvo inmerso en la lucha por el campeonato durante buena parte del año. Sin embargo, en 2025 ni siquiera se llegó a vivir esa etapa de esperanza: desde los compases iniciales del calendario, la escudería italiana asumió que no contaría con un monoplaza capaz de plantar cara a los equipos dominantes.

La temporada actual quedará en la memoria de Ferrari más por las dificultades y carencias que por algún momento de inspiración. Conscientes de la distancia que les separaba de las victorias, los responsables técnicos decidieron suspender el desarrollo del monoplaza apenas en abril. A partir de ese momento, la estrategia giró en torno a limitar daños y apostar por el futuro, una decisión que, según fuentes internas, supuso un golpe anímico importante al interior de la fábrica. Los empleados y los propios pilotos tuvieron que aceptar la realidad de disputar una temporada con pocas expectativas, más allá de la supervivencia y sin el estímulo que genera luchar por podios y victorias.

El monoplaza de Ferrari (EUTERS/Rula
El monoplaza de Ferrari (EUTERS/Rula Rouhana)

Frederic Vasseur, jefe de la escudería, fue directo al reconocer hace unos días las secuelas de este enfoque: la plantilla terminó “quemada” por el esfuerzo sin recompensa, reflejo de la presión acumulada y la falta de resultados tangibles. Esta atmósfera de desgaste definió el clima de trabajo en Maranello, donde la resignación fue ganando terreno a medida que avanzaban las carreras y los progresos de los rivales resultaban inalcanzables.

El papel de los pilotos tampoco escapó de la frustración. Lewis Hamilton, gran incorporación para esta etapa, apenas logró despuntar y nunca consiguió el rendimiento competitivo que se esperaba de su experiencia y talento. Mientras tanto, Charles Leclerc, referente del equipo, experimentó una temporada de altibajos emocionales que culminó tras cruzar la meta en Abu Dhabi en la cuarta posición.

Las palabras de Charles Leclerc

Fue tras esa última carrera donde Leclerc expresó abiertamente el impacto psicológico que arrastró durante todo el año: “La decepción después de un año como este me está afectando, necesito un parón, desconectar de las carreras y luego volver a centrarme para el año que viene”. Sus palabras, en una entrevista con DAZN, revelan el nivel de desgaste mental en el seno de Ferrari. Además, Leclerc añadió: “Ha sido duro, y acabar cuarto en la última carrera donde lo hemos hecho todo perfecto es decepcionante”, ilustrando así la impotencia de cumplir en lo técnico y táctico sin que los resultados acompañen. El monegasco también reconoció que solo en Mónaco, su trazado natal, percibió posibilidades de luchar por algo importante.

Presentación del nuevo coche de Ferrari, SF-14 (Ferrari)

A pesar del difícil contexto, Leclerc ofreció una valoración positiva sobre la actitud del conjunto: “Pero estoy orgulloso del trabajo que hemos hecho como equipo, creo que es un paso en la dirección adecuada”. Miró hacia adelante con cierto optimismo al afirmar: “Esperemos que [el 50-50 del año que viene] sea el 50 bueno, es por lo que estamos trabajando”. Finalmente, ratificó su confianza en el esfuerzo colectivo: “Veremos si todo el trabajo duro que estamos realizando da sus réditos. El trabajo duro siempre acaba dando réditos, lo único que espero es que sea más pronto que tarde”.