El estrés por el dinero ya es uno de los principales factores de envejecimiento: acelera la edad biológica del corazón

Un estudio de la Mayo Clinic advierte que la presión financiera y la inseguridad alimentaria aceleran el envejecimiento del corazón y aumentan el riesgo de mortalidad

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Cómo manejar el estrés financiero
Cómo manejar el estrés financiero Credito: pexels

La preocupación por la economía doméstica y la incertidumbre ante la alimentación diaria han emergido como los factores más determinantes en la aceleración del envejecimiento biológico y el aumento del riesgo de mortalidad, según un análisis reciente publicado en la revista Mayo Clinic Proceedings.

Esta investigación, que ha evaluado en profundidad la influencia de los determinantes sociales de la salud sobre el envejecimiento cardíaco, ha subrayado que tanto el estrés financiero como la inseguridad alimentaria superan en impacto a los factores de riesgo clásicos asociados a las enfermedades cardiovasculares.

El estudio, atribuido a la Mayo Clinic, se ha fundamentado en una muestra transversal de 280.323 personas adultas atendidas en este centro sanitario estadounidense entre los años 2018 y 2023.

Impacto de los determinantes sociales

El análisis señala con claridad que la presión financiera y la inseguridad respecto a la comida han sido los factores que han mostrado un mayor efecto adverso sobre el estado biológico del corazón tanto en el conjunto de la población como al analizar separadamente hombres y mujeres.

Esta constatación, según el doctor Amir Lerman, del Departamento de Medicina Cardiovascular de Mayo Clinic en Rochester (Estados Unidos), tiene una doble interpretación.

Si bien los factores de riesgo tradicionales no afectan con la misma intensidad a todos los pacientes, existen elementos sociales apenas explorados en las consultas que podrían tener un papel determinante y, potencialmente, reversible en la trayectoria del envejecimiento cardiaco.

Hombre con problemas de corazón
Hombre con problemas de corazón (Shutterstock)

El propio Lerman ha incidido en que esta investigación renueva la atención sobre el papel determinante que desempeñan los determinantes sociales de la salud en el envejecimiento del corazón y la mortalidad.

Según su valoración, detectar de forma precisa los factores sociales que más contribuyen al envejecimiento cardíaco permite orientar las intervenciones preventivas en el ámbito comunitario y dota a los profesionales sanitarios de herramientas para diseñar abordajes más centrados en cada paciente, en función de sus circunstancias vitales y su contexto social.

Diferencia de la edad cardíaca

El diseño ha incluido la recopilación sistemática de datos a través de cuestionarios específicos que exploran distintas facetas del entorno social y económico: desde el nivel de actividad física, la red de apoyo social, la estabilidad residencial, las dificultades económicas o la necesidad de transporte hasta los hábitos nutricionales y los recursos educativos.

Al analizar estos parámetros sociales, los investigadores han aplicado modelos avanzados de ecuaciones estructurales para poner en relación estos determinantes con los factores convencionales de riesgo cardiovascular y la denominada “diferencia de edad cardíaca”.

Esta última se ha calculado a partir de electrocardiogramas mejorados mediante inteligencia artificial, lo que ha permitido estimar la edad biológica del corazón en comparación con la cronológica del paciente. Así, una mayor discrepancia entre ambas sugiere que el órgano está más envejecido de lo que corresponde por edad, elevando de manera significativa el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en el futuro.

Una novedosa cirugía realizada en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid permite el primer trasplante de corazón parcial a un bebé de 7 meses. (Hospital Gregorio Marañón)

De acuerdo con lo expuesto por el doctor Lerman, el aumento en la esperanza de vida y la carga de enfermedades crónicas en edades avanzadas ha promovido durante la última década un cambio de foco en la atención primaria, ahora orientada hacia un envejecimiento saludable y una mejor calidad de vida.

Esta evolución, ha puntualizado, ha incentivado la búsqueda de nuevas métricas que permitan evaluar con mayor precisión el envejecimiento biológico, más allá de los factores convencionales.

El estudio finaliza con un llamamiento explícito del equipo investigador en el que se reclama un mayor esfuerzo para identificar y gestionar estos determinantes sociales desde la consulta, de cara a revertir el envejecimiento biológico y mejorar el pronóstico de las enfermedades cardiacas.