
Un hombre de 72 años y nacionalidad española fue detenido este domingo por la Guardia Civil tras apropiarse de 3.500 euros que encontró en una cartera en el aeropuerto de Son Sant Joan, en Palma. El pasajero reconoció ante los agentes que se quedó con el dinero y que posteriormente se deshizo de la cartera arrojándola a una papelera del baño del recinto.
Según informa Última Hora, los hechos ocurrieron durante la tarde, cuando un pasajero denunció la pérdida de su cartera en uno de los puntos de seguridad del aeropuerto. El pasajero explicó a los agentes que había perdido la cartera justo antes de pasar el control y que en su interior llevaba una cantidad elevada de dinero en efectivo.
Agentes del Servicio Fiscal y de Fronteras de la Guardia Civil se desplazaron hasta el lugar para atender la denuncia. Tras entrevistarse con el perjudicado, iniciaron una revisión de las cámaras de seguridad del aeropuerto con el objetivo de reconstruir lo ocurrido y localizar la cartera desaparecida.
Las imágenes permitieron comprobar que la cartera cayó al suelo de forma accidental cuando el pasajero atravesaba el control de seguridad. En ese momento, otro viajero, que se encontraba detrás, recogió la cartera y se la guardó sin entregarla al personal del aeropuerto ni intentar localizar a su propietario.
Un delito de apropiación indebida
A partir de esta información, las autoridades lograron identificar al hombre que recogió la cartera. Fue localizado poco después cuando esperaba para embarcar en su vuelo. Los agentes se acercaron a él y le preguntaron directamente. El hombre reconoció que la había encontrado en el suelo. Según explicó, decidió quedarse con el dinero que había en su interior y deshacerse de la cartera.
En un primer momento, entregó a las autoridades 1.500 euros, asegurando que era la cantidad que había cogido. No obstante, esta cifra no concordaba con la cantidad denunciada por su propietario. En consecuencia, los agentes realizaron un chequeo y encontraron el resto de los billetes en otro de los bolsillos y en la propia cartera del sospechoso.

Tras recuperar la totalidad del efectivo, la Guardia Civil procedió a la detención del hombre como presunto autor de un delito de apropiación indebida. El dinero fue confiscado y quedó a disposición judicial para su posterior devolución al legítimo propietario.
Desde la Guardia Civil recuerdan que cualquier objeto perdido encontrado en espacios públicos debe ser entregado a las autoridades o al personal responsable del lugar, y que apropiarse de él, especialmente cuando contiene dinero, puede derivar en responsabilidades penales.
En España, el delito de apropiación indebida conlleva penas de prisión de seis meses a tres años siempre que el valor de lo apropiado supere los 400 euros. Si la cantidad es inferior a esa cifra, se considera un delito leve y se castiga únicamente con una multa económica de uno a tres meses. No obstante, la condena puede endurecerse hasta alcanzar los seis años de cárcel en casos graves, como cuando el importe robado supera los 50.000 euros o existe un abuso de confianza.
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