Llegan los nuevos enchufes que irán sustituyendo a los tradicionales: son más seguros y no necesitan obra

A diferencia de los enchufes empotrados tradicionales, estos sistemas modulares se fijan a la pared mediante adhesivos de alta resistencia o pequeños tornillos

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Muchos dispositivos conectados a uno
Muchos dispositivos conectados a uno de los nuevos enchufes (Composición fotográfica)

El enchufe tradicional llegó a España de forma gradual con la electrificación y se popularizó a partir de los años 60, cuando se unificaron estándares europeos. Sin embargo, los españoles comienzan a dejar atrás el enchufe tipo C por un nuevo sistema modular más sencillo y más seguro.

Este nuevo modelo permite a las personas despedirse de las obras y los cables visibles. Se trata de una forma que garantiza la corriente en la zona de la casa donde realmente se necesita. Consiste en un dispositivo flexible que se puede colocar en paredes, techos o vigas, sin necesidad de modificar la casa.

Esta opción encaja perfectamente en las familias que no desean realizar una reforma y que no quieren llenar sus hogares de más cables. Esa es precisamente una de las grandes ventajas de este dispositivo: un enchufe eléctrico que elimina los cables

Instalación sencilla

Uno de los principales atractivos de los nuevos enchufes eléctricos es la facilidad de instalación. A diferencia de los enchufes empotrados tradicionales, estos sistemas modulares se fijan a la pared mediante adhesivos de alta resistencia o pequeños tornillos. No se requiere de hacer rozas (ranuras en las paredes para instalaciones) ni levantar baldosas.

Los cables quedan ocultos en canaletas del mismo color que la pared, lo que permite añadir puntos de corriente donde se necesiten de forma rápida, limpia y reversible. Además, su diseño modular facilita la adaptación a los cambios del día a día.

Una vista abrumadora de enchufes
Una vista abrumadora de enchufes eléctricos saturados. (Imagen ilustrativa Infobae)

Si se reorganizan los muebles o se modifica la distribución de una estancia, basta con mover o añadir módulos en cuestión de minutos, sin herramientas ni conocimientos técnicos avanzados. Esta flexibilidad convierte a los nuevos enchufes en una solución pensada para hogares dinámicos, donde la comodidad y la estética van de la mano.

Más seguridad y personalización

Los nuevos enchufes eléctricos incorporan sistemas de seguridad avanzados que reducen los riesgos habituales del uso de regletas y extensiones. Muchos modelos incluyen protección infantil, interruptores integrados y mecanismos contra sobrecargas. Estas prestaciones evitan el sobrecalentamiento y minimiza la posibilidad de accidentes eléctricos en el hogar.

Cargador conectado a la corriente
Cargador conectado a la corriente eléctrica. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Por otro lado, destacan por su alto grado de personalización. El usuario puede elegir enchufes con puertos USB, variadores de luz o interruptores inalámbricos. Además, se encuentran distintos acabados y colores que se integran en cualquier estilo de interior.

Cada vez son más conocidos

Cada vez más hogares en España apuestan por los enchufes modulares como una solución práctica. Su popularidad crece especialmente en pisos antiguos y segundas residencias, donde realizar obra no resulta rentable.

La posibilidad de añadir puntos de corriente sin levantar paredes ni modificar la instalación original ha convertido esta tecnología en una alternativa cada vez más habitual.

Mano de mujer que mete
Mano de mujer que mete su cargador en un enchufe tradicional. (Freepik)

Este tipo de sistemas también se está extendiendo a despachos, estudios y espacios de coworking, donde la flexibilidad es clave. El mercado español empieza así a dejar atrás el enchufe fijo en favor de soluciones que combinan comodidad, seguridad y diseño.

La presencia de cables visibles o regletas bajo la mesa va quedando obsoleta, en línea con otros países europeos donde el confort eléctrico y la estética ya forman parte del estándar doméstico.