Eulen despide a cuatro trabajadores por comprar en Leroy Merlin y desayunar fuera varias veces en horario laboral: les pilló un detective

La furgoneta de la empresa fue la prueba definitiva para despedir a Mario, Juan María, Pedro, Francisco y Victorino (nombres ficticios). Sus años de antigüedad en Eulen no evitaron que su rutina de desayunos repetidos y compras personales durante la jornada laboral los colocara frente a la puerta de salida. Y es que un detective privado documentó cómo usaban sus horas de trabajo y el vehículo de la compañía para cuestiones ajenas al trabajo: entradas a bares hasta en tres ocasiones en un solo turno y paradas en tiendas como Leroy Merlin o bazares chinos. Ninguno de ellos se llegó a imaginar que estas salidas provocarían su despido disciplinario, después de décadas en plantilla.

En el centro de la escena está la relación cercana que debía mantener Eulen con el cliente Huawei, cuyos responsables enviaron quejas por el incumplimiento del servicio. El informe de Motta Detectives, recogido por Confi Legal, resultó clave para los directivos, ya que describía en detalle la mecánica de los desplazamientos, los tiempos de bajas en la línea de trabajo y la reincidencia de las ausencias, siempre con el furgón de Eulen por delante. La empresa llegó incluso a contratar personal extra para compensar las ausencias, aunque, tras los despidos, reorganizó las funciones y redujo al equipo.

Al elevar el caso ante la justicia, los cuatro despedidos confiaban en que su afiliación a CCOO —incluyendo un delegado sindical entre ellos— podría suponer una protección especial, o al menos una nulidad o improcedencia del despido. Sin embargo, el argumento no prosperó. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias desestimó todas las pretensiones de los trabajadores, validando el despido procedente y subrayando que no se vulneraron garantías sindicales.

Recados y desayunos prolongados acaban en conflicto laboral y demanda judicial

Según el informe de Motta Detectives, durante su tiempo de trabajo los cuatro especialistas realizaban recados personales: compraban en Leroy Merlin, bazares chinos, ferreterías, tiendas de decoración o incluso la administración de Lotería, utilizando el furgón de Eulen para desplazarse. En los mismos turnos, paraban en diferentes bares y empleaban más de 15 minutos en desayunos, almuerzos o meriendas, llegando en ocasiones a encadenar hasta tres establecimientos distintos en una sola jornada laboral.

El cliente que recibía los servicios, Huawei, detectó que el flujo de trabajo y la atención no correspondían con lo pactado, hasta el punto de trasladar quejas directas a Eulen por cumplimiento deficiente del servicio. La consecuencia inmediata fue la ampliación de la plantilla para suplir los trabajos no cubiertos. Posteriormente, con la salida de los despedidos, la empresa reorganizó los grupos de trabajo, demostrando que las mismas tareas podían ser realizadas por menos personas tras resolver el conflicto de absentismo injustificado.

El itinerario judicial arrancó cuando Eulen comunicó el despido disciplinario a los trabajadores el 21 de mayo de 2021. La respuesta fue la presentación de demanda ante el Juzgado de lo Social n.º 6 de Santa Cruz de Tenerife, solicitando la nulidad o, en último término, la declaración de despido improcedente por dos motivos: la posible vinculación de los despidos con su militancia sindical en CCOO, y presuntas irregularidades en el trámite de audiencia previa al sindicato.

La Justicia confirma la validez de los despidos y descarta vulneración de derechos sindicales

En la sentencia del 4 de julio de 2024, el juzgado rechazó las peticiones de los demandantes. Subrayó que la empresa cumplió con la obligación legal de informar al sindicato —comunicando por escrito y con antelación la decisión y los motivos del despido— y dejó constancia de que la sección sindical tenía capacidad para intervenir, pero no presentó alegaciones, pese a estar advertida.

El proceso prosiguió en la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. En la sentencia 723/2025, el tribunal refrendó lo decidido en primera instancia, reconoció la actuación correcta de Eulen y consideró que no existía vulneración de derechos sindicales, ni se produjo indefensión alguna a los trabajadores despedidos. El fallo zanja por completo las reclamaciones de los cuatro empleados, quienes, si desean continuar el recorrido judicial, deberían intentar un recurso de casación para unificación de doctrina ante el Tribunal Supremo, sujeto a los requisitos legalmente exigidos.