Robe Iniesta y su último sueño empresarial: el proyecto turístico en su tierra que iba más allá de la música

El líder de Extremoduro, fallecido a los 63 años, dejó una huella imborrable en la música y también en su Extremadura natal, donde soñaba con transformar la naturaleza en un refugio para el turismo rural

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El cantante Robe Iniesta durante
El cantante Robe Iniesta durante una rueda de prensa por el lanzamiento de su disco ‘Se nos lleva el aire’. (A. Pérez Meca/Europa Press)

La noticia del fallecimiento de Robe Iniesta, líder de Extremoduro, ha dejado un vacío en el rock español. A los 63 años, su partida ha conmovido a miles de seguidores. Aunque la causa de su muerte no se ha especificado, su agencia de comunicación que lo representaba destacó su legado como el último gran filósofo y poeta de la música en español.

A lo largo de su carrera, Robe tocó el alma de generaciones con sus letras profundas y su estilo único. Pero más allá de la música, Robe tenía una conexión especial con su tierra natal, Extremadura.

Esa relación fue el motor de un ambicioso proyecto que, si bien no alcanzó a completarse, dejó una huella personal en su vida.

Un proyecto turístico en la sierra de Plasencia: <i>La Fábrica</i> y <i>El Goterón</i>

Robe soñaba con transformar su provincia en un destino agroturístico que mezclara el descanso rural con la agricultura sostenible. En un principio, su idea era construir ocho casas rurales en la sierra de Santa Bárbara, cerca de su Plasencia natal. Este enclave natural, que para Robe representaba la esencia de Extremadura, serviría como base para un proyecto que incluía actividades hortofrutícolas, como la recolección de olivos y la producción de aceite de oliva virgen extra.

El cantante de Extremoduro, Robe
El cantante de Extremoduro, Robe Iniesta ha fallecido

Sin embargo, la burocracia no facilitó las cosas, y la tramitación administrativa retrasó el avance del proyecto. A pesar de ello, Robe nunca abandonó su sueño. Hace cinco años, obtuvo el informe de impacto ambiental favorable para su finca La Fábrica, en la que planeaba construir cinco casas rurales, una nave agrícola y mantener su olivar. Pero, debido a la caducidad de estos informes, tuvo que comenzar de nuevo. En 2024, su esfuerzo dio frutos cuando recibió otro informe positivo para su finca El Goterón, un terreno de 20.500 metros cuadrados donde quería desarrollar una versión mejorada de su idea original.

El proyecto de El Goterón iba más allá de simplemente ofrecer alojamiento. Robe quería que su finca fuera un espacio en el que los visitantes pudieran participar activamente en las labores agrícolas y vivir de forma sencilla, en contacto con la naturaleza. A su modo, el cantante entendía que el agroturismo debía ser una experiencia inmersiva, que no solo ofreciera tranquilidad y desconexión, sino también un aprendizaje sobre el mundo rural y la sostenibilidad. El olivar, además de ser un recurso económico, iba a ser una pieza clave en este concepto, permitiendo a los turistas experimentar el proceso de producción del aceite de oliva.

Robe Iniesta también quería que las casas se construyeran con materiales sostenibles, respetando el entorno natural que tanto amaba. “Un espacio vivo”, como él lo describía, que no solo sirviera para descansar, sino también para conectar con la tierra y sus orígenes. La idea era que, al igual que en sus canciones, se transmitiera la esencia de la tierra, la autenticidad y el respeto por el medio ambiente.

Robe Iniesta (Ricardo Rubio /
Robe Iniesta (Ricardo Rubio / Europa Press).

Aunque el proyecto aún no se ha materializado por completo, el legado de Robe Iniesta es incuestionable. Además de su éxito en Extremoduro, su sueño de transformar su tierra natal en un espacio para el turismo rural refleja otra de sus grandes pasiones. A pesar de su fallecimiento, El Goterón y La Fábrica quedarán como símbolos de un hombre que nunca dejó de soñar con su tierra, y cuya influencia irá más allá de sus discos y conciertos.