“Si tu perro está alterado o excitado, no lo castigues por sentir”: un adiestrador explica cómo gestionar estas situaciones

El adiestrador Alan Peiró recomienda reconducir el comportamiento animal en lugar de corregirlo

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Perro. (Pexels)
Perro. (Pexels)

Ruidos fuertes, lugares o personas extrañas, viajes largos... hay multitud de situaciones que pueden poner a un perro nervioso. En estos momentos, el animal puede mostrarse inquieto, con movimientos constantes, con un jadeo o babeo excesivo, temblores, ladridos excesivos o incluso escondiéndose.

Todos estos comportamientos pueden ser molestos o inadecuados dependiendo del contexto y suponen, para muchos dueños, un reto que no son capaces de corregir. Para el entrenador canino Alan Peiró, el objetivo no debe ser corregirlo, sino redirigir la conducta.

El titular de Adiestramiento N. Húmedas (@adiestramiento_n.humedas) defiende en un reciente vídeo de Tiktok que “si tu perro está nervioso, alterado, excitado, no lo castigues por sentir. No corrijas una emoción. Redirige la conducta”. Según Prieto, lo importante es no gritar, mantener la calma e intentar cambiar el comportamiento del animal a partir de otras órdenes de conducta. “En vez de pedirle que no salte, le puedes pedir que se siente. En vez de gritarle que no ladre, puedes reconducirlo llevándolo a su cama”.

Para el educador, el perro “no está mal por estar nervioso o emocionado”, porque “sentir no es un error. ”Lo que sí puedes hacer es enseñarle qué hacer con esa emoción: sentarse, ir a su cama, esperar...“, explica. “No es suficiente con decirles que no. Lo que necesita es que le muestres lo que sí que puede hacer. Porque educar no es controlar, sino guiar”, concluye en su alegato.

Ante estas declaraciones, algunos usuarios han dejado sus dudas para el adiestrador. Ana, por ejemplo, pregunta cómo puede lograrse que el perro deje de ladrar cada vez que llaman a la puerta. Prieto explica que “depende mucho de cada individuo”, pero se puede comenzar “`premiando cada vez que pican al timbre”, para que así “el perrete vea que, cuando pican, hay un premio”. “Así verá que no es algo negativo y no tiene por qué ladrar”, dice.

Trucos para calmar a un perro

El entorno doméstico desempeña un papel fundamental en el bienestar emocional de los perros. Un hogar limpio, ordenado y libre de ruidos contribuye a reducir la ansiedad general, lo que repercute directamente en el estado de ánimo del animal. Mantener un ambiente confortable y respetar los espacios de todos los miembros de la familia ayuda a disminuir los niveles de estrés y nerviosismo en los perros.

La actividad física es otro pilar esencial para la tranquilidad canina. Todos los perros requieren un mínimo de ejercicio y tiempo al aire libre, aunque la cantidad varía según la raza. El ejercicio regular no solo mejora la salud física, sino que también ayuda a calmar los nervios del animal. Dedicar tiempo a pasear, jugar o realizar actividades conjuntas fortalece el vínculo y favorece la serenidad del perro.

El contacto afectivo resulta igualmente relevante. Los perros valoran profundamente los momentos de atención y cariño, tanto dentro como fuera del hogar. Acariciar al animal durante unos minutos puede ser suficiente para calmar su nerviosismo y fomentar su serenidad.

La música se presenta como una herramienta adicional para inducir la calma. Diversos estudios han demostrado que ciertas melodías suaves y relajantes pueden influir positivamente en el estado de ánimo de los perros. Probar diferentes opciones musicales permite identificar cuáles resultan más agradables y efectivas para cada animal.

Conocer la personalidad y los miedos específicos de cada perro es clave para evitar situaciones que generen estrés. Evitar exponer al animal a estímulos que le provoquen temor o angustia previene episodios de nerviosismo y contribuye a su bienestar emocional. Además, enseñar al perro las actitudes adecuadas ante distintas circunstancias facilita que incorpore rutinas que favorecen su equilibrio y mejoran su comportamiento.

El estado emocional del dueño también influye en el animal. Los perros perciben el ánimo de las personas con las que conviven y tienden a reflejarlo en su propio comportamiento. Por ello, se recomienda mantener la calma, utilizar un tono de voz suave y evitar el castigo, especialmente cuando el perro se encuentra muy excitado.