Unos policías rompen las ventanillas de un coche para rescatar a un niño ‘abandonado’ y salta la polémica: la madre se enfrenta a ellos por haberlo despertado

El automóvil estaba aparcado bajo el sol en plena ola de calor

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Personas al lado de un
Personas al lado de un termómetro que marca 47 grados de temperatura. (Francisco J. Olmo/Europa Press)

Dejar a un menor solo en un coche es un delito en España... y en muchos otros países. Pese a ello, los sucesos de este tipo ocurren cada semana: en junio, por ejemplo, un bebé de 14 meses fue hallado en un coche a pleno sol, “olvidado” en el parking de un McDonald’s del municipio de Ussel, cerca de Limoges, en el sudoeste de Francia. El niño estaba en un estado de deshidratación “muy importante” y entró en coma poco después. Hace seis días, además, un niño de dos años fue rescatado in extremis por la policía estadounidense tras haber sido encerrado por su propia madre, que se había ido al cine a ver Los Pitufos, en un coche estacionado en Florida, a 42°C.

Las consecuencias de un ‘olvido’ o abandono pueden ser gravísimas. Con una temperatura exterior de 26 grados, diez minutos bastan para provocar la muerte de un niño pequeño. En ese contexto, la temperatura dentro de un coche puede alcanzar hasta 45 grados en menos de media hora, cuando en el exterior hay entre 15 y 20 grados, incrementándose con mayor rapidez en días más calurosos como los actuales, en los que una ola de calor derrite buena parte de Europa.

Pero ni la sucesión de tragedias ni las advertencias de las autoridades son suficientes para poner fin a este tipo de casos. Ahora, en Francia, acaba de ocurrir un nuevo suceso de esta clase. El incidente ocurrió esta semana, al final de la tarde, cuando unos policías patrullaban la zona industrial de La Laye en Saint-Marcel-les-Valence, un área caracterizada por la presencia de comercios en el sudoeste del país. De acuerdo con la información del medio regional Dauphiné Libéré, una pareja alertó a los agentes sobre la presencia de un auto estacionado a pleno sol, completamente cerrado y con un menor dormido en su interior. Los agentes comprobaron que el acceso al vehículo resultaba imposible y optaron por observar la situación durante aproximadamente diez minutos, ante la expectativa de que alguien regresara junto con el bebé.

La Aemet ha activado la alerta naranja y amarilla la península. Las temperautras extremas están de regreso

Se había ido a comprar

Pero pasó el tiempo y nadie volvió. Frente al riesgo evidente para el pequeño, que se encontraba solo desde hacía cerca de media hora y expuesto al calor dentro del vehículo, los agentes decidieron romper una de las ventanillas. Fue en ese instante cuando apareció la madre, quien manifestó su sorpresa ante la presencia policial y explicó que solo había ido a realizar unas compras, sin querer despertar a su hijo de cuatro años. En lugar de mostrar gratitud por la intervención, la mujer se puso a gritar a los agentes, acusándolos de haber destrozado su coche y haber despertado al bebé (quien no sufrió consecuencias para su salud por esta situación). La mujer fue citada para declarar en comisaría.

El Código Penal español castiga en su artículo 142.1 con una pena de prisión de uno a cuatro años a quien, por imprudencia grave, cause la muerte de otro. En este tipo de casos, sin embargo, no es lo mismo “un descuido” que un ‘olvido a propósito’, puesto que en el segundo caso se puede tratar de un delito de homicidio.