Así fue la vida de Papuchi, el padre de Julio Iglesias: afamado ginecólogo, secuestrado por ETA y una paternidad póstuma

El ginecólogo gozó de una gran notoriedad pública en España tras ser raptado por la organización terrorista vasca

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Dr. Julio Iglesias Puga during
Dr. Julio Iglesias Puga during Dr. Julio Iglesias Puga Launches his Autobiography "Voluntad de Hierro" at Ritz Hotel in Madrid, Spain. (Photo by Lalo Yasky/WireImage)

Si bien la vida de Julio Iglesias ha sido en numerosas ocasiones uno de los temas más concurrentes en la prensa del corazón, más lo fue la vida de su padre, el doctor Julio Iglesias Puga. Conocido popularmente como ‘Papuchi’, su rostro ha vuelto a protagonizar los titulares de la prensa tras la intervención que realizó su viuda, Ronna Keith, en el espacio TardeAR, este martes, 29 de julio. Después de muchos años alejada de los focos y las cámaras, la modelo ha reaparecido para rendirle homenaje al que fue el amor de su vida en el que sería su 100 cumpleaños.

Su figura saltó a la popularidad en la década de los noventa, cuando se convirtió en un personaje habitual en la prensa del corazón. Su presencia era frecuente en portadas y programas de televisión, donde destacaba por su simpatía, sentido del humor y una personalidad arrolladora, siempre acompañado de declaraciones ingeniosas sobre su fama de conquistador, a sus 80 años. Y es que Iglesias Puga era un hombre sin pelos en la lengua y no temía en asegurar públicamente que le gustaban mucho las mujeres, especialmente las más jóvenes que él.

Antes de alcanzar esa notoriedad mediática, Iglesias Puga era un afamado ginecólogo de Madrid, tras convertirse en jefe de su unidad de esterilidad, infertilidad y planificación. Sin embargo, su rostro apenas era conocido en los medios de comunicación. Todo cambió en 1982, cuando fue secuestrado durante 21 días por la organización ETA. Este suceso lo llevó a ocupar titulares en medios nacionales e internacionales.

Julio José Iglesias con su
Julio José Iglesias con su padre Julio Iglesias Puga (Europa Press)

Dos matrimonios y una paternidad póstuma

En aquella época, Julio Iglesias Puga aún estaba casado con María del Rosario de la Cueva y Perignat, con quien tuvo dos hijos: Julio, nacido en 1943, y Carlos, en 1945. No obstante, aquella idílica familia se desvaneció debido a las diferentes infidelidades del doctor, quien se había enamorado de Begoña, una enfermera de su clínica a la que le sacaba 39 años.

María del Rosario de la Cueva y Pegrinat y Julio Iglesias Puga tomaron la decisión de continuar sus vidas por separado y, en 1983, firmaron los papeles del divorcio. La vida amorosa de Julio Iglesias Puga también estuvo marcada por sus distintas historias de amor. Y es que, a sus 78 años, el amor volvió a tocar su puerta. Fue la modelo estadounidense Ronna Keith, que en aquellos era casi 50 años menor que el doctor, quien robó su corazón.

Ambos se conocieron cuando ella se encontraba de vacaciones en Madrid y, enseguida, establecieron una relación que duró más de una década, culminando en boda en 2001. La pareja, pese a la diferencia de edad, se mantuvo unida hasta el fallecimiento de Iglesias Puga en 2005, quien murió a los 90 años tras sufrir un edema pulmonar y una posterior parada respiratoria.

Julio Iglesias Puga junto a
Julio Iglesias Puga junto a Ronna Keitt. (Europa Press)

La historia de vida de Papuchi presenta, además, un raro caso de paternidad. Y es que, cuando él murió, Ronna Keith, ya había formado una familia con el médico tras el nacimiento de Jaime Nathaniel. Sin embargo, estaba embarazada de su segunda hija en común, Ruth, quien llegó al mundo siete meses después de la muerte del doctor y, curiosamente, nació el mismo día que Julio Iglesias Puga.

Tras su partida, la viuda, heredera de cuatro propiedades en Madrid, Peñíscola y Filadelfia, optó por alejarse de los focos y las cámaras y se estableció con sus hijos a Jacksonville, Florida. Ruth y Jaime Iglesias Keith han crecido en Estados Unidos, manteniendo el recuerdo de su padre principalmente a través de historias relatadas por su madre. Además, acostumbran a venir a España para estar en contacto con su cultura y conocer las costumbres del país. Tanto es así que Galicia y Peñíscola son dos de sus lugares favoritos en España.