Guillermo y Kate, de nuevo en el punto de mira por una polémica animalista: “Están increíblemente fuera de cualquier contacto con la realidad”

El matrimonio ha sido acusado por la organización PETA tras conocerse que su perra Orla ha tenido una camada de cachorros

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Kate Middleton le da un
Kate Middleton le da un trébol a un perro llamado Donell durante el desfile del Día de San Patricio 2019. (REUTERS/Simon Dawson).

La reciente ausencia de Kate Middleton en el evento de Ascot ha vuelto a general un desconcierto entre los seguidores de la realeza británica. Su breve reaparición en actos como el desfile Trooping the Colour y la ceremonia del Día de la Jarretera había devuelto cierta normalidad a su imagen pública. Sin embargo, su inesperada falta en uno de los eventos sociales más destacados del verano ha reavivado especulaciones. Mientras tanto, fue el príncipe Guillermo quien continuó con sus compromisos institucionales en solitario.

Este miércoles, la princesa de Gales ha vuelto al foco público con una discreta pero significativa reaparición, junto a su marido. La pareja ha acudido al hospital de Colchester, en Essex, donde han participado en la inauguración del Wellbeing Garden de la RHS; no obstante, hoy se convierten en la portada de los medios británicos no por su visita, sino por la denuncia de la organización animalista PETA.

El pasado 21 de junio, los príncipes celebraron el 43 cumpleaños del hijo de Carlos III. Para la ocasión, Kate Middleton felicitó a su marido con una fotografía en redes sociales. En la imagen, tomada por ella misma, Guillermo aparece sonriente, rodeado por cachorros en un entorno campestre. Acompañaba la instantánea un mensaje afectuoso: “¡Feliz cumpleaños! Con cariño, C, G, C, L, Orla y los cachorros”, una clara referencia a sus hijos (George, Charlotte y Louis), su perra Orla y la camada que recientemente ha tenido.

El príncipe Guillermo con los
El príncipe Guillermo con los cachorros de su perra Orla (@princeandprincessofwales).

A pesar del tono familiar y entrañable, la imagen ha desencadenado una fuerte controversia. La organización People for the Ethical Treatment of Animals (PETA) no ha tardado en manifestar su rechazo. Su vicepresidenta, Elisa Allen, ha acusado al matrimonio de estar “increíblemente fuera de cualquier contacto con la realidad”, criticando duramente su decisión de permitir que su cocker spaniel tuviera crías en un contexto donde los refugios de animales se encuentran saturados. “Tienen que saber que los refugios aquí y en todo el mundo están desbordados de cachorros desesperados por una segunda oportunidad en un hogar amoroso”, ha sentenciado Allen en declaraciones recogidas por The Telegraph.

PETA, además, ha sugerido a Guillermo que siga el ejemplo de su padre, el rey Carlos III, y de la reina Camila, quienes adoptaron recientemente a un perro llamado Moley del refugio de Battersea, tras la pérdida de sus anteriores mascotas. Camila había adoptado anteriormente a Beth y Bluebell, dos Jack Russell Terriers también provenientes de ese mismo centro de acogida.

La casa real británica ha optado por no pronunciarse sobre la polémica, confiando quizás en que el debate se diluya con el paso de los días. Sin embargo, desde People informaron que Kate y Guillermo estarían considerando quedarse con uno de los cachorros, en parte para alegría de sus hijos, quienes se han involucrado activamente en el proceso de crianza.

La ley 7/2023, de 28 de marzo, obliga a los propietarios a tener un seguro mínimo a terceros para su perro a partir del 29 de septiembre. Sin embargo, en algunas comunidades, como Madrid, País Vasco o La Rioja, ya es obligatorio

Orla, que forma parte del núcleo familiar desde 2020, fue un regalo de James Middleton, hermano de la princesa. Llegó para llenar el vacío que dejó Lupo, otro cocker spaniel que falleció inesperadamente ese mismo año y que había acompañado a la pareja desde los primeros años de su matrimonio.

No es la primera vez que los perros tienen un rol destacado dentro de la familia real. La reina Isabel II, por ejemplo, fue conocida por su amor a los corgis, una pasión que perduró hasta el final de sus días. Sus dos últimos ejemplares, Sandy y Muick, viven actualmente con el príncipe Andrés y Sarah Ferguson. Esta última llegó a declarar que los animales parecen “percibir la presencia de la reina” cuando ladran a la nada.

El príncipe Guillermo de Gran
El príncipe Guillermo de Gran Bretaña acaricia a un perro Rigby mientras saluda a la gente después de visitar The Dog and Duck Pub en Soho, Londres, Gran Bretaña, el 4 de mayo de 2023. (REUTERS/Peter Nicholls).

Un debate nacional

La disputa ha escalado a tal nivel que incluso un grupo de activistas y figuras políticas, como el diputado conservador Andrew Rosindell, han pedido a la Comisión de Beneficencia del Reino Unido que revise el estatus legal de PETA. A través de la plataforma Peta Watch, acusan a la organización de actuar más como un grupo político radical que como una verdadera entidad benéfica. Alegan que PETA ha difundido afirmaciones científicas infundadas —como vincular el consumo de lácteos con el autismo— y ha atacado a instituciones tradicionales como los zoológicos y otras organizaciones de protección animal.

Pese a la controversia, PETA defiende su trayectoria. Según Allen, su objetivo sigue siendo el de “reducir el sufrimiento animal”. Afirman contar con el respaldo de millones de personas en todo el mundo y señalan como logros la eliminación del uso de pieles animales por parte de grandes marcas, la prohibición de circos con animales salvajes en Europa y el avance hacia métodos alternativos en la industria cosmética.