Rescatan a un niño de cinco años a la deriva en el mar: flotó durante cuatro kilómetros junto a su abuela

La rápida intervención de emergencias salvó al pequeño y a su abuela tras quedar atrapados en una colchoneta hinchable

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Embarcación de guardacostas 
(Fuerza Naval
Embarcación de guardacostas (Fuerza Naval del Caribe)

Un niño de cinco años y su abuela vivieron momentos de angustia este domingo en la costa de Italia, concretamente en el golfo de Nápoles, después de quedar a la deriva en una colchoneta hinchable. Lo que comenzó como una tranquila jornada de playa en familia estuvo a punto de convertirse en tragedia cuando una fuerte corriente arrastró mar adentro la colchoneta en la que jugaba el pequeño. En cuestión de minutos, el inflable fue desplazado por el viento y las olas hasta casi cuatro kilómetros mar adentro.

Al percatarse de la situación, la abuela del menor se lanzó al mar para intentar rescatarlo. Sin embargo, la corriente también la atrapó y la arrastró, dejándola completamente a merced del agua. Ambos quedaron alejados de la costa sin posibilidad de regresar por sus propios medios.

Afortunadamente, los servicios de rescate activaron rápidamente un operativo coordinado desde la central de los guardacostas en Nápoles. Una embarcación patrullera consiguió localizarlos a unas dos millas de la playa. Primero rescataron a la abuela, que flotaba visiblemente exhausta, y después al niño, que seguía aferrado a la colchoneta y no presentaba daños físicos. Ambos fueron trasladados al puerto de Torre Annunziata, donde recibieron atención médica por precaución.

El abuelo, que se encontraba en la playa y presenció toda la escena sin poder intervenir, sufrió un desmayo debido a la tensión del momento. Fue atendido en el lugar por los servicios de emergencia. Afortunadamente, todos los implicados se encuentran fuera de peligro.

Aumentan las muertes por ahogamiento en las costas italianas

Cada verano, las autoridades italianas enfrentan una preocupante estadística: decenas de personas pierden la vida por ahogamiento en las playas del país. Según datos recientes del Instituto Superior de Sanidad, más de 400 personas mueren cada año en Italia por esta causa, muchas de ellas durante los meses estivales. Solo en julio y agosto, los servicios de salvamento atienden cientos de incidencias relacionadas con corrientes marinas, uso indebido de colchonetas hinchables y falta de vigilancia en zonas no autorizadas para el baño.

Socorristas trabajan en el rescate
Socorristas trabajan en el rescate de 11 migrantes después de que su barco se hundió en el mar Mediterráneo entre Italia y Grecia. (Foto AP/Valeria Ferraro)

Entre las víctimas del mar en Italia, destaca el trágico caso de las pateras, que cada año se cobran decenas, e incluso cientos, de vidas en el Mediterráneo central. Se trata de una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo. Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 800 migrantes han muerto o desaparecido en lo que va de 2025 intentando llegar a las costas italianas.

Además de los migrantes, también predominan entre las víctimas personas mayores, niños y turistas que desconocen las características del mar Mediterráneo, cuyas condiciones pueden cambiar de forma repentina. Un mar que aparenta calma puede transformarse en pocos minutos en un entorno hostil si cambia el viento o aumenta la corriente. Por ello, las autoridades insisten en extremar la precaución y no alejarse de la costa, especialmente cuando se utilizan colchonetas, flotadores o embarcaciones no preparadas para navegar.

El equipamiento de los guardacostas

Los guardacostas italianos desempeñan un papel fundamental en la seguridad de las aguas del país, especialmente durante la temporada alta de verano, cuando miles de personas se concentran en playas y zonas costeras. Este cuerpo, conocido como Guardia Costiera, depende del Ministerio de Infraestructuras y Transportes y cuenta con más de 11.000 efectivos distribuidos en todo el territorio nacional.

Equipados con helicópteros, patrulleras, drones y embarcaciones de rescate, los guardacostas están preparados para intervenir en emergencias marítimas, desde naufragios hasta desapariciones y evacuaciones médicas. En situaciones como la vivida este fin de semana con el niño y su abuela a la deriva, su rapidez y coordinación pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.