Grant Hardin, un antiguo jefe de policía de 56 años, se ha fugado de la prisión de Calico Rock, en Arkansas, Estados Unidos, el pasado domingo 25 de mayo. Cumplía dos condenas, una de 30 años por asesinato y otra de 50 por violación. Las autoridades penitenciarias han confirmado que la evasión se produjo mediante el uso de un disfraz improvisado de agente de las fuerzas del orden, que le permitió salir del recinto sin ser detectado.
El recluso, que fue jefe de policía de una pequeña localidad situada cerca de la frontera con Misuri durante cuatro meses, también había trabajado como oficial anteriormente. Su conocimiento de los procedimientos policiales está siendo considerado por los investigadores como un elemento que complica su captura.
Uso de uniforme falso y experiencia policial
Según las declaraciones de Rand Champion, portavoz de la administración penitenciaria, Hardin logró confeccionar una “tenida de fortuna” con el objetivo de imitar a un agente de seguridad. Esta indumentaria le permitió atravesar los controles sin levantar sospechas. Hasta el momento no se ha especificado de qué manera obtuvo los materiales necesarios para fabricar el uniforme simulado.
Las autoridades han desplegado equipos de búsqueda en la zona, incluyendo unidades caninas y drones, con el fin de rastrear su paradero. Aunque no se han revelado detalles precisos sobre el recorrido que pudo haber seguido tras la fuga, las fuerzas de seguridad mantienen la hipótesis de que Hardin sigue en las inmediaciones de la prisión de Calico Rock.
Rand Champion ha señalado que el perfil del fugado representa un desafío para las labores de búsqueda, debido a su familiaridad con las tácticas de rastreo empleadas por los cuerpos policiales. El portavoz también ha subrayado que la investigación permanece abierta y que se está evaluando toda la información disponible para dar con su paradero.
Alerta a la población y advertencia de peligrosidad
El sheriff del condado de Stone ha emitido una advertencia a la población a través de redes sociales, indicando que el fugado debe ser considerado como “extremadamente peligroso” y que no debe ser confrontado bajo ninguna circunstancia. Las autoridades han instado a cualquier persona que tenga información relevante sobre su paradero a contactar con los servicios de emergencia.
Grant Hardin ingresó en prisión en 2017 tras ser condenado por dos delitos graves. La condena por asesinato fue dictada con una pena de 30 años, mientras que la correspondiente a violación estableció una pena adicional de 50 años. El caso generó atención en su momento debido a su historial como miembro de las fuerzas del orden.
Las autoridades continúan examinando cámaras de seguridad, registros telefónicos y posibles contactos del entorno del evadido. La prisión de Calico Rock ha iniciado una investigación interna para determinar si existieron fallos en los protocolos de seguridad que facilitaron la fuga del recluso.
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