
Cuando llega el invierno, los abrigos se convierten en los grandes protagonistas de nuestros armarios. Todos los días llevamos esta prenda para combatir el frío, sin embargo, muy poca gente sabe como hacerlo.
Hay muchos tipos de abrigos y cada uno requiere un tipo de cuidado diferente. En el caso de los plumas, se requiere un cuidado especial, pues el relleno que lo compone es más delicado.
Mientras que el resto de abrigos están compuestos de fibras sintéticas, estos abrigos están rellenos por, como su propio nombre dice, plumas. Por esta razón, el tipo de lavado influye en su durabilidad.
Para que dure el máximo tiempo posible, un equipo de expertos en ropa de abrigo de Kathmandu, marca neozelandesa especializada en equipamiento para exteriores, han marcado unas pautas a seguir.
Cómo lavar tu abrigo
El lavado a máquina es la opción más cómoda, sin embargo, debemos de tener cuidado. Para ello, hay que seleccionar la opción de lavado delicado y elegir una temperatura de 30 °C. Además, si la lavadora cuenta con dicha opción, añadiremos la opción de aclarado extra.
Es fundamenta omitir el centrifugado. Esto se debe a que el relleno del abrigo podría apelmazarse. Para su secado, lo hará de manera natural o en una secadora con ajustes muy específicos.
Para los que prefieren lavar los abrigos a mano, se recomienda dejar la prenda 60 minutos a remojo con un detergente especial para pluma o pulmón. Después, se deberá tener cuidado a la hora de aclararlo y proceder con su secado.
Hay que retirar con cuidado la chaqueta. Para realizar el secado, deberá estar en una percha y dejar secar al aire. En este tiempo, es recomendable agitar la chaqueta de vez en cuando para que las plumas no se apelmacen.
Si se quiere usar una secadora se podrá, siempre y cuando sea a una temperatura baja. Los expertos recomiendan usar dos o tres pelotas de tenis para que el relleno se distribuya uniformemente, recuperando su volumen natural.
Errores que debemos evitar
La resistencia de la pluma al frío es muy alta, pero, si no se trata bien a la hora de lavarlo, puede perder sus propiedades. Uno de los productos que deterioran estas capacidades es el suavizante. Y es que este material puede afectar a la estructura del pulmón. En su lugar, un detergente específico para dicho material puede ser la alternativa más fiable.
Otro de los fallos más comunes es introducir el chaquetón en un programa de lavado muy potente. Estos métodos dañan al abrigo, cambiando las propiedades del mismo.

Para acelerar su secado un error común es escurrirla a mano. Los expertos afirman que, en caso de hacerlo “sacude suavemente el exceso de agua mientras soportas su peso”. Tampoco debemos de usar el plumas mientras está húmedo, ya que puede provocar malos olores y deformar su estructura.
En caso de no darle el cuidado adecuado, el tiempo de vida útil de tu abrigo podría reducirse drásticamente.
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