
Vino tinto, Coca-Cola y hielo, pocos combinados pueden presumir de tener una elaboración tan simple con un resultado tan fructífero. El origen del kalimotxo está ligado al Puerto Viejo de Algorta (Bizkaia). Aunque la mezcla de vino tinto y refresco de cola ya existía en España en los años 20 del siglo XX, era algo minoritario, ya que, pocos establecimientos servían la bebida americana. Algo que cambió en 1953 con la puesta en marcha de la primera fábrica de Coca Cola en España.
Corría el año 1972 y la cuadrilla Antzarrak (gansos) se encargaba ese verano de la organización de las fiestas del pueblo. Para ello, compraron 2.000 litros de vino, pero no se sabe si a causa del calor o porque ya lo habían adquirido mal, estaban picados. Era inviable echar a perder tal cantidad de vino, por eso se vieron obligados a buscar una solución. Tras varias mezclas para tratar de disimular ese sabor desagradable, dieron con la receta ideal: juntarlo con refresco de cola.
Ante la sorpresa de este grupo de amigos, el éxito del kalimotxo fue increíble, se fue extendiendo por la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra y se popularizó a principios de 1980. Poco a poco fue alcanzando las comunidades vecinas y actualmente no nos podemos imaginar una fiesta sin la presencia de este combinado. Incluso, la Real Academia Española incluye esta palabra en su diccionario: “Bebida que consiste en una mezcla de vino tinto y refresco de cola”. Ha conseguido hasta una calle en Tenerife.
¿Un éxito que traspasa las fronteras?
A veces cuesta imaginarse que alguien se pueda sorprender con algo que tan arraigado está a nuestra cultura. No obstante, está claro que el kalimotxo es una bebida que sorprende y que llama la atención. Un conocido influencer y cantante dominicano, José Vázquez, lo ha tomado por primera vez y su reacción no ha dejado indiferente a nadie. Conocido en redes sociales como @donjose, prueba todo tipo de comidas y combinaciones curiosas, como vino con leche condensada o Doritos con chocolate fundido.
En esta ocasión, le tocaba el turno a esta bebida popular vasca. “Cuando yo vi esto dije: yo tengo que probarlo sí o sí”, comienza el vídeo. Al probarlo ocurre algo con lo que no contaba: su cara cambia por completo y lo verbaliza: “Está bueno, oh my God”. Totalmente incrédulo, procede a tomarlo de nuevo y explica su sensación. “Ayuda como a que el vino baje un poquito más suave, que no se siente tan intenso el vino rojo”. Vázquez ingiere otro poco más y alerta a sus 2,4 millones de seguidores: “Mi gente esto es peligroso”.
Al principio del vídeo, vemos como coge una botella de vino grande, pero después se arrepiente y coge una pequeña, aunque una vez más no está contento con su decisión: “Ay dios mío y yo dije con las botellas pequeñitas, tenía que quedarme con las grandes”.
La publicación, que acumula más de 240.000 visualizaciones y 13.000 ‘me gusta’ no ha tardado en recibir comentarios. “¿Cómo que el kalimotxo no es conocido mundialmente” o “¡Falta el hielo!”, son algunos de las observaciones que podemos leer.
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