Los movimientos fueron sigilosos, pero poco a poco, lo que eran duras críticas y batallas verbales se transformaron en un silencio esperanzador para el Fútbol Club Barcelona, a la espera del regreso de Lionel Messi dos temporadas después de haberse ido entre llantos y haber recalado en el PSG.
El presidente del Barcelona, Joan Laporta, invitó el pasado viernes a cenar a su casa a Javier Tebas, el titular de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), y pudieron dialogar a solas por dos horas y media que sirvieron para destrabar una situación que pesaba demasiado sobre el club catalán: la del OK para poder contratar jugadores siguiendo la regla del 1/1, que establece que por cada euro que ingrese a la estructura de fútbol, puede gastar un euro en pases.
Sin la aprobación de la LFP, que se venía demorando aunque existía una promesa inicial de agilizar el trámite y tenerlo resuelto para esta semana, el Barcelona tenía que atenerse a la regla de 4/1, que significa que sólo puede gastar un euro por cada cuatro que ingresa debido al Fair Play Económico que rige en las competiciones españolas y por los problemas que arrastra el club desde hace varios años.
Las asperezas que tenían que limar Laporta y Tebas vienen, justamente, desde hace dos años cuando, a principios de agosto de 2021, Messi regresó antes de sus vacaciones en la playa, y como jugador libre, para firmar un nuevo contrato con el Barcelona, con todos los detalles aparentemente cerrados, y Jorge, su padre, se encontró con la desagradable sorpresa de que en verdad no estaba el dinero para pagarle al no aceptar el club la propuesta de la LFP de lo que le correspondía de derechos de TV, que en un porcentaje estaban destinados a esta transacción.
El Barcelona -también el Real Madrid- se opuso al contrato de derechos de TV que le presentó la LFP con el fondo de inversión CVC, porque lo consideró leonino, aunque sí fue aceptado por la mayoría de los equipos de Primera División española, y entonces, al no haber acuerdo, ese dinero no llegó al club y tampoco estuvo para Messi, ya sin tiempo para encontrar otras fuentes de financiación antes de que cerrara el mercado de pases, lo que obligó al argentino a cerrar pronto con otro club y allí apareció el PSG.
Por esta razón, en el Barcelona culparon a Tebas y la LFP de que Messi no haya podido renovar su contrato en 2021 y haya tenido que marcharse al PSG, algo que provocó una enorme tirantez en estos dos años, en los que, además, la institución organizadora de la competición criticó siempre el desempeño económico de los catalanes y, más de una vez, su titular indicó a los medios que no creía que pudieran cumplir con los requisitos y que posiblemente se deberían quedar sin contratar jugadores en el mercado de pases.
De hecho, en el mercado de pases del verano pasado, el Barcelona pudo rearmar su plantel al cerrar primero lo que se llamó “las palancas” que consistieron en vender el 49 por ciento de varios de sus activos a empresas privadas para poder recaudar fondos genuinos y así poder contratar a jugadores como Marcos Alonso, Jules Koundé, Franck Kessie, Robert Lewandowski, Raphinha o Andreas Christensen, sin que la Liga pudiera decir nada, aunque Tebas fue advirtiendo, durante este curso, que ya la entidad azulgrana no tendría más recursos para seguir con más compras.
Hay, además, otros dos hechos que vienen enfrentando a Laporta y Tebas, como la adhesión del Barcelona al Real Madrid y a la Juventus en la idea de una Superliga Europea paralela a la UEFA Champions League, que cuenta con el apoyo del banco JP Morgan con el aporte de 4 mil millones de euros, y que es vista como una amenaza porque, entre otras posibilidades, se baraja la posibilidad de que este nuevo formato pretenda jugar los fines de semana dejando a las ligas nacionales en un segundo plano, para mediados de semana.
El fallo de la Justicia sobre si la Superliga Europea es aceptada o no se conocería de forma inminente, aunque el Barcelona, el Real Madrid y la Juventus no encuentran hoy nuevos seguidores después de que se retiraran los integrantes del “Top Six” inglés, el Milan, el Inter y el Atlético Madrid, mientras que la idea nunca fue aceptada por los alemanes ni por el PSG.
Y el otro punto de enfrentamiento es el Caso Negreira, por el cual la Fiscalía acusa al Barcelona de pagos irregulares al ex vicepresidente de los árbitros desde 2001 hasta 2018, José María Enríquez Negreira y a su hijo, Javier Enríquez Romero, justo cuando el primero de los dos dejó su cargo. A ese juicio se sumaron la LFP de Tebas y el Real Madrid, como particular damnificado, además de la Secretaría de Deportes del Estado.
En este sentido, Tebas se manifestó en varias oportunidades contra el Barcelona, y en una reciente conferencia de prensa, Laporta lo colocó entre los principales adversarios del club. El presidente del Barcelona llegó a manifestar que Tebas “actuó de una manera irresponsable” y que lo suyo “fue un ejercicio de hipocresía y de falta de profesionalidad” y le recomendó “que se dedique a magnificar y a validar esta polémica que es falsa de que el Barcelona compró árbitros. Ha participado de un linchamiento público que no es propio de su cargo, instigando al club en una campaña, echando leña al fuego”.
Días más tarde, Laporta decidió concurrir a una reunión de presidentes de los clubes en la sede de la LFP, en la que saludó formalmente a Tebas, con la intención de explicar a sus pares su posición en el Caso Negreira. Sin embargo, al terminar, el titular de la Liga afirmó que Laporta “no ha aclarado nada” y pidió su renuncia. “Sus explicaciones no han convencido y esto seguirá adelante donde corresponda, en España en los juzgados, y en la UEFA”.
Más allá de este fuego cruzado, Tebas siempre aclaró que “le encantaría” que Messi volviera a la Liga Española, pero aclaró que lo decía como “persona que le gusta el fútbol” porque “en lo demás, el Barcelona tiene que presentar un plan de viabilidad a la LFP y ésta lo tiene que aceptar primero” para que luego el club catalán pueda intentar contratar a Messi o a otros jugadores.
Parece que llegó el momento de las paces, tras la cena en casa de Laporta, y que el OK al plan llegará en las próximas horas. Ese OK era la exigencia de los Messi para que se pueda cerrar el trato con el Barcelona, curados de espanto de lo ocurrido hace dos años, cuando indirectamente, el contrato no se cerró por temas relacionados con Tebas y la Liga.
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