La reconocida actriz que le hizo la vida imposible a Julián Román, casi lo mata en una obra de teatro

Aunque el joven Román se salvó ese día, tuvo que mostrarle a su papá las marcas que le había dejado Delfina Guido en su cuello, lo que enfureció a Edgardo Román a tal punto, que le pidió al asistente de producción que tomara acciones para que los malos tratos no siguieran ocurriendo

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La venganza de Julián llegaría a manos de su papá, pues Edgardo Román se encargó de hacer respetar a su hijo, aun cuando Delfina Guido se comparaba con el mundo, el papá de Julián le comenzó a aplicar polvos picapica al vestuario de la actriz. Crédito: @julianroman1 / Instagram
La venganza de Julián llegaría a manos de su papá, pues Edgardo Román se encargó de hacer respetar a su hijo, aun cuando Delfina Guido se comparaba con el mundo, el papá de Julián le comenzó a aplicar polvos picapica al vestuario de la actriz. Crédito: @julianroman1 / Instagram

Julián Román es uno de los actores más relevantes en Colombia, pues ha tenido la oportunidad de darle vida a personajes icónicos como, por ejemplo, Leonardo Reyes, Carlos Castaño o Juan Gabriel. Pero, en los inicios de su carrera vivió una experiencia que, por poco, lo hace renunciar a su sueño de ser actor, pues una actriz muy conocida e importante de la historia de la televisión colombiana casi lo mata en una obra de teatro en la que le hizo matoneo por más de año y medio.

El paso de Julián Román del teatro infantil al profesional fue gracias a un reemplazo que tuvo que hacer del actor Juan Sebastián Aragón, por lo que no dudó en aceptar la oferta de participar en una obra que se iba a presentar en el Teatro Nacional.

“Yo venía de hacer teatro infantil y eran como dos funciones de presentación y me llaman a una obra que se llama la ‘Cándida Eréndira’ a reemplazar un actor que se llama Juan Sebastián Aragón. Yo quedé, 14 añitos y yo llego y primera vez profesional, teatro Nacional, Fanny Mikey y yo qué chimba”.

Román dio a conocer la historia en un episodio de Por La Ventana Podcast, en donde confesó que la felicidad no le duró mucho, pues se tuvo que enfrentar a los malos tratos de Delfina Guido, que desde que Julián llegó a la obra de teatro se encargó de hacerle la vida imposible.

“Una actriz que se llamaba Delfina Guido me empezó a matonear y me escupía en escena la cucha, yo sentía el gargajo de la vieja en el cuello y me pegaba”.

De acuerdo con el relato de Julián, la Delfina Guido tenía ese trato irrespetuoso con él por el simple hecho que le caía mal, pero los malos tratos siguieron escalando hasta el punto en el que le rompió la cabeza, solo porque el joven actor pasó por su lado.

“Ella tenía un báculo, un bastón gigante que tiene y ella decía ‘no se me pase por el lado’, y yo, pues tenía que pasar porque era la marca, y un día pasé muy cerca y sentí tibiesito, me rompió la cabeza la hijueputa”.

Los malos tratos de Delfina Guido cansaron a un joven Julián Román que pensó en renunciar y dejar la obra de teatro, por lo que le consultó a su padre, el también actor Edgardo Román, para buscar una salida a lo que la actriz lo hacía vivir día tras día en de la obra.

“Me empezó a matonear muy feo y yo me acuerdo que dije ‘uy no, esto no es chévere’, no marica la chimba, y me fui donde mi papá, me levanté a las tres de la mañana, le golpeé al cuarto, mi papá se estaba trabando y le dije ‘renunciame, yo no quiero’”.

En ese momento, Julián recibió uno de los consejos que lo ha acompañado por toda su vida, pues Edgardo Román le negó su petición y le aseguró que a lo largo de su vida se encontraría con personas como Delfina Guido, por lo que lo mejor era aprender a tratar con este tipo de compañeros de trabajo.

“Yo lo renuncio, pero usted se va a encontrar mil delfinas guido en su vida en cualquier ámbito, ¿qué va a hacer, tome la decisión?, porque yo lo renuncio y mañana lo reemplazan y usted mañana estudia derecho y usted se va a encontrar en el derecho una Delfina Guido que le va a hacer exactamente lo mismo, mire a ver que hace”.

Pero la gota que derramó la copa llegó cuando, en medio de una escena en vivo, Delfina Guido comenzó a ahorcar a Julián Román, aunque la escena era un poco violenta, pues él debía matarla a ella, las cosas no salieron como estaban planeadas, lo que desesperó al actor que tuvo miedo por su vida.

“Esta vieja me ahorcó en escena, me empieza a ahorcar de verdad y en la escena final yo la tengo que matar, entonces yo llego con un cuchillo, la vieja me mete una cachetada al cuchillo y me lo bota, entonces yo voy a alcanzar el cuchillo y la vieja me empieza a ahorcar de verdad, entonces yo le empiezo a pegar y nadie hacía nada, y había una actriz que hacía un personaje que baila, se la pilla y con el pie me alcanza el cuchillo y yo le empiezo a pegar a esta señora hasta que me suelta”.

Aunque el joven Román se salvó ese día, tuvo que mostrarle a su papá las marcas que le había dejado Delfina Guido en su cuello, lo que enfureció a Edgardo Román a tal punto, que le pidió al asistente de producción que tomara acciones para que los malos tratos no siguieran ocurriendo.

“Termina la función y yo marica con las uñas de la vieja en el cuello y yo le muestro a mi papá y mi papá ‘esta hijueputa’, va a donde el asistente y le dice, ‘hermano, ¿usted va a hacer algo o lo hago yo?’, y el man le dice, ‘no Edgardo, tú aquí no te puedes meter, pues porque aquí no está tu hijo’”.

La venganza de Julián llegaría por las manos de su papá, pues Edgardo Román se encargó de hacer respetar a su hijo, aun cuando Delfina Guido se comparaba con el mundo, el papá de Julián le comenzó a aplicar polvos picapica al vestuario de la actriz.

“La hijueputa me llama al otro día al teléfono del cuarto y me dice, ‘Julián quiero decirte que yo soy el mundo y vos estás dentro del mundo” y marica que hijueputa guerra y mi papá se mamó y empezó a montársela también en función, le ponía pica pica en el vestuario”.