A 15 años de la guerra de Georgia

El pasado 7 de agosto se cumplieron 15 años desde la intervención militar a gran escala de parte de Rusia contra Georgia. Tras la Guerra Fría, este fue el primer caso de la violación de la integridad territorial y la soberanía de un estado soberano, mediante el uso de la fuerza.

El resultado de esta guerra, lanzada por Rusia contra Georgia en agosto de 2008, fue la ocupación ilegal de los territorios georgianos, Abjasia y Osetia del Sur/Tskhinvali, que se continúa hasta hoy día. Asimismo, el reconocimiento de las regiones mencionadas por Rusia como así llamadas “estados independientes”, contradice los principios fundamentales del derecho internacional.

A pesar de la firme posición de la comunidad internacional en defensa de la integridad territorial de Georgia, y el no reconocimiento de estos territorios como países independientes, hoy en día, las regiones georgianas de Abjasia y Osetia del Sur/Región de Tskhinvali, siguen siendo ocupadas por la Federación Rusa. El gobierno central de Georgia carece la posibilidad de ejercer su control sobre estos territorios que representan el 20% de superficie total del país, lo que es una gran amenaza para la arquitectura de seguridad en Europa.

15 años después de la agresión militar de Rusia a gran escala contra Georgia, la seguridad en la región del Mar Negro sigue agravándose, esta vez debido a la guerra de Rusia a gran escala contra Ucrania. Hoy, la comunidad internacional coincide en que, sin seguridad en Georgia y Ucrania, no se logrará la seguridad ni en el Mar Negro, ni en Europa, respectivamente.

Debido a la ocupación ilegal y la presencia militar rusa en las regiones mencionadas, a Georgia le toca enfrentarse tanto a desafíos de seguridad, como a violaciones sistemáticas de los derechos humanos por parte del régimen de ocupación.

Georgia valora el apoyo de la comunidad internacional hacia la soberanía y la integridad territorial nuestra, que se manifiesta de manera bien clara tanto a nivel bilateral, como en el marco de diversas organizaciones y foros, tales como la Unión Europea, el Consejo de Europa, la OSCE, la Asamblea General de las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad. En estos foros, la comunidad internacional exige que Rusia cumpla con sus obligaciones establecidos por el acuerdo de cese del fuego de 6 puntos del 12 de agosto de 2008, en particular: el retiro de las tropas del territorio de Georgia, la activación/despliegue de los mecanismos de seguridad internacional y el acceso ilimitado de ayuda humanitaria a los territorios ocupados.

Actualmente, los ya mencionados y otros temas graves relacionados con la resolución del conflicto entre Georgia y Rusia, se discuten en el marco de las negociaciones internacionales de Ginebra, creadas a través de la mediación de la Unión Europea, tras la firma del acuerdo de cese de fuego de 6 puntos. Dicho acuerdo se firmó bajo la presidencia de Francia del Consejo de la Unión Europea el 12 de agosto de 2008. Las negociaciones están copresididas por la Unión Europea, las Naciones Unidas y la OSCE. Recientemente, se llevó a cabo la 58ª ronda de estas negociaciones. Lamentablemente, durante estos últimos 15 años, no tuvimos ningún avance significante en el marco de este formato, básicamente, por la posición destructiva de los representantes del régimen de ocupación. Por la misma razón, no se pudo retornar a las personas internamente desplazadas y refugiados de Abjasia, Georgia y Osetia del Sur, región de Tskhinvali, Georgia a sus viviendas.

Georgia emplea vías legales y diplomáticas correspondientes para lograr una resolución pacífica del conflicto, conforme a los principios del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas. Cabe señalar el hecho de que hay varias decisiones de los tribunales internacionales que confirman el control efectivo sobre Abjasia y Osetia del Sur/Tskhinvali de parte de Rusia, y el hecho de que Rusia ejerció este control antes de su agresión militar de 2008.

Asimismo, Georgia continúa con su política pacífica de resolución de conflictos. Deseamos lograr la paz, la estabilidad y la restauración de integridad territorial de Georgia a través de la desocupación y política de compromiso, reconciliación y restauración de la confianza entre la población alejada por las líneas de ocupación. La sociedad georgiana apoya la resolución pacífica del conflicto, asimismo, considera como la prioridad adhesión del país a la Unión Europea y la OTAN, lo que cuenta con el respaldo de más del 80% de la población. Esto nos obliga a nosotros, funcionarios públicos y diplomáticos, a trabajar incansablemente para lograr esta meta.

En los últimos años, Georgia ha logrado importantes avances tanto en términos de desarrollo económico, como de independencia energética; asimismo, ha llevado a cabo reformas importantes estructurales, que hacen irreversible el desarrollo sostenible de este país. El estado adquiere la función del hub regional en áreas de transporte, logística, energía, lo que implica también el desarrollo de infraestructura regional importante, paralelamente. La ubicación estratégica de Georgia y la conectividad con los principales mercados a través de acuerdos de libre comercio determina el acceso preferencial (con condiciones favorables) a un mercado de 2.3 mil millones. Georgia continúa progresarse en su camino hacia la integración europea y en un futuro próximo, espera obtener el estatus de un país candidato a membresía de la Unión Europea, lo que aumentará aún más la atractividad del país en términos de negocios e inversiones.

No cabe menor duda de que un país económicamente fuerte con índices altos de desarrollo social y económico, aspirándose a la integración en la UE, es mucho más atrayente que el “statu quo” que Rusia ofrece a las personas que actualmente viven en los territorios ocupados de Georgia. Todos los beneficios que Georgia goza de la integración en la UE, tales como el acuerdo de libre comercio y la supresión de visado con los países Schengen, se ofrece a nuestros conciudadanos que actualmente viven al otro lado de la línea de ocupación. Deseamos una coexistencia pacífica con los hermanos y hermanas residentes en Abjasia y la región de Osetia del Sur/Tskhinvali, en una gran familia europea. Hasta que se restaure la integridad territorial de Georgia, todos los programas sociales y beneficios que el estado ofrece a sus ciudadanos, ya sea cobertura médica pública, educación gratuita u otros, seguirán disponibles para los compatriotas que viven al otro lado de la línea de ocupación.

Georgia se dirige a la comunidad internacional para que prosiga sus esfuerzos consolidados para la resolución pacífica del conflicto y la desocupación de los territorios georgianos, el regreso de los desplazados internos y los refugiados a sus hogares y el logro de la paz y seguridad justas y sostenibles en Georgia y en toda la región. Hoy, más que nunca, este apoyo y solidaridad es un prerrequisito para lograr la paz y estabilidad en la región y en el mundo.

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