La ministra francesa de Agricultura aseguró el domingo que el tratado de libre comercio negociado entre la Unión Europea y los países del Mercosur, al que se opone París, “no se firmará” en la cumbre del G20 en Río de Janeiro del 18 y 19 de noviembre.
Según la ministra, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, “conoce perfectamente la posición de Francia sobre el Mercosur, así como de otros países, y esa es la razón por la que este acuerdo no se firmará en Río en unos días”, afirmó en la cadena de televisión France 3.
La ministra recordó la oposición de Francia a la firma de este acuerdo en su estado actual.
“Es un mal acuerdo”, dijo, asegurando que significaría la llegada a Francia de “99.000 toneladas de carne de res, 180.000 toneladas de azúcar y otras tantas de carne de ave” para competir directamente con los productores locales.
“Además, a costa de la deforestación y los estándares ambientales”, añadió.
El viernes, el Gobierno del primer ministro galo, Michel Barnier, habría optado por Varsovia por su tendencia a proteger al sector primario frente a la competencia extranjera. A la posición francesa, además, podrían sumarse otros países con una fuerte influencia de la agricultura en sus sociedades, como Irlanda, Austria o Hungría.
Asimismo, estas fuentes han apuntado al impulso que la Comisión Europea estaría dando a las negociaciones con la vista puesta a cerrar el pacto antes de que finalice el año, como el acicate de París para torpedear su llegada a término.
“No estamos en contra del libre comercio, pero este acuerdo no es aceptable en su estado actual”, ha asegurado a Bloomberg el ministro francés de Asuntos Europeos, Benjamin Haddad, al margen de una cumbre en Budapest.
“Cuando nos imponemos normas y estándares, nuestros socios comerciales deben hacer lo mismo, de lo contrario nos disparamos en el pie y perjudicamos a nuestros agricultores y empresas”, ha elaborado.
Fuentes cercanas al presidente Macron han calificado la pretensión de bloquear el acuerdo de “posibilidad remota” ya que París necesitaría el apoyo de cuatro Estados miembro que representen al 35% de la población de la UE y las naciones más pobladas, como Alemania, Italia y España, ya son favorables al entendimiento.
Los sindicatos agrícolas franceses se oponen categóricamente a la firma de este acuerdo, negociado durante décadas entre la UE y los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia).
Sobre las razones de por qué Francia es “absolutamente hostil”, en primer lugar, las autoridades francesas señalan que pondría en marcha “una competencia totalmente desleal” que chocaría de lleno con “nuestras propias producciones” y con las normas medioambientales y sociales francesas y europeas.
A modo de ejemplo, afirman que un 27 % de los productos fitosanitarios utilizados en los países del Mercosur están prohibidos en la UE.
Señalan que si el acuerdo saliera adelante, llegarían de Mercosur 99.000 toneladas de carne de bovino, 100.000 toneladas de pollo y 100.000 toneladas de azúcar.
La UE y Mercosur continúan la negociación de un anexo al texto del acuerdo de asociación que completaron en 2019 tras veinte años de trabajos.
Se trata de un documento que hará énfasis en los compromisos contra la deforestación y por el cumplimiento del Acuerdo de París en favor del clima.
(Con información de AFP)