Sabotajes e intentos de asesinato: las operaciones de la inteligencia militar rusa en República Checa y Bulgaria para perjudicar a Ucrania

Una investigación reveló cómo la unidad de elite rusa 29155 atacó a los principales proveedores de armas de Kiev para debilitar la respuesta del país frente a la insurrección de separatistas apoyados por el Kremlin en el Donbás

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Los miembros de la unidad 29155 que participaron en las dos misiones (Foto: Bellingcat / Yordan Tsalov)
Los miembros de la unidad 29155 que participaron en las dos misiones (Foto: Bellingcat / Yordan Tsalov)

Nuevas revelaciones confirman las maniobras de la inteligencia militar rusa para socavar a Ucrania a través de operaciones de sabotaje en países como República Checa y Bulgaria, parte de un plan más amplio con el que el presidente ruso Vladimir Putin busca desestabilizar a Europa.

Al centro de los planes del Kremlin se encuentra la inteligencia militar rusa, es decir, el Departamento Principal de Inteligencia del Estado Mayor Ruso (GRU) y más específicamente, la Unidad de élite 29155.

Esta unidad fue recientemente acusada por el gobierno checo de estar detrás de las explosiones, ocurridas en 2014, en dos depósitos de municiones destinadas a Ucrania. Según Praga, el sabotaje buscaba debilitar la respuesta de Kiev frente a la insurrección en la región del Donbás, en el este del país, de separatistas apoyados por Rusia. El lunes, Putin calificó de “absurdas” las acusaciones checas.

Ahora, una amplia y documentada investigación de los medios Bellingcat, The Insider y Respekt confirmó la acusación checa, al probar los vínculos entre las operaciones rusas en República Checa y Bulgaria y el conflicto en el Donbás.

“Los atentados de 2014 en la República Checa fueron parte de una operación del GRU a largo plazo destinada a socavar la capacidad de Ucrania para adquirir las armas y municiones necesarias para defenderla contra las tropas rusas y los militantes respaldados por Rusia en la guerra en el Este de Ucrania”, se lee en la investigación, publicada el lunes.

Según Bellingcat, la operación comenzó poco después de julio de 2014, cuando las autoridades rusas reunieron a los distintos grupos separatistas activos en el Donbás bajo el control central y la supervisión militar del GRU.

En esta foto de archivo, una bandera rusa ondea cerca de militantes pro-rusos sentados sobre un 2S1 Gvozdika (obús autopropulsado de 122 mm) mientras un convoy de fuerzas prorrusas toma un descanso en la línea del frente cerca de la ciudad ucraniana de Starobeshevo en la región de Donetsk, el 25 de febrero de 2015. (Vasily MAXIMOV / AFP)
En esta foto de archivo, una bandera rusa ondea cerca de militantes pro-rusos sentados sobre un 2S1 Gvozdika (obús autopropulsado de 122 mm) mientras un convoy de fuerzas prorrusas toma un descanso en la línea del frente cerca de la ciudad ucraniana de Starobeshevo en la región de Donetsk, el 25 de febrero de 2015. (Vasily MAXIMOV / AFP)

El medio indica la Unidad 29155 como la fuerza a cargo de la operación, que incluyó las explosiones en los depósitos en República Checa en 2014 y el intento de asesinato de Emilian Gebrev, el jefe del fabricante de armas búlgaro EMCO, en 2015. Además, “con una probabilidad cada vez mayor”, según Bellingcat, la unidad rusa estuvo también involucrada en al menos una de las tres explosiones en depósitos de municiones en Bulgaria ocurridas en 2015.

Según el reconocido medio de investigación, varios elementos corroboran esta versión de los hechos: 1) la superposición del equipo de sabotaje en las operaciones checas y búlgaras; 2) los viajes continuos de los miembros del equipo a ambos países; 3) el hecho que la empresa EMCO de Gebrev, un factor importante en la estrategia de defensa de Ucrania en 2014 y principios de 2015, fuera el principal blanco en todas las operaciones.

Además, los registros telefónicos analizados por Bellingcat muestran que varios miembros de la Unidad 29155 se comunicaron activamente con oficiales militares rusos desplegados en Donbás, así como con comandantes militantes locales que luchan contra el gobierno central de Kiev, en 2014 y 2015.

Motivación del ataque al depósito checo

El fabricante de armas búlgaro EMCO confirmó a Bellingcat que Ucrania importó sus municiones en el rango de 120 mm a 152 mm para Ucrania entre diciembre de 2014 y febrero de 2015, sobre la base de un contrato firmado el 10 de noviembre de 2014.

Fuentes cercanas a las adquisiciones militares de Ucrania confirmaron que estos suministros desempeñaron un papel crucial para impulsar la capacidad de defensa de Ucrania en un momento en que su integridad territorial estaba en juego.

Según las listas de suministros recibidas por Bellingcat y confirmadas por EMCO, el monto total del contrato superó los 25 millones de euros, y Ucrania recibió 60.000 cargas por sistemas de artillería antiaérea Tunguska, más de 30.000 granadas para lanzagranadas varios sistemas y 5 mil proyectiles de 152 milímetros.

Primeras dos imágenes: Misil RPG OG-7V de fabricación búlgara sin detonar con 2014 como fecha de fabricación, según se informa encontrado en el "DNR" después de su uso por las Fuerzas Armadas de Ucrania en el verano de 2017. Otras municiones búlgaras, algunas de las cuales también tenían 2014 como fecha de fabricación, también se mostró al público por un grupo separatista en abril de 2017. (Facebook/Bellingcat)
Primeras dos imágenes: Misil RPG OG-7V de fabricación búlgara sin detonar con 2014 como fecha de fabricación, según se informa encontrado en el "DNR" después de su uso por las Fuerzas Armadas de Ucrania en el verano de 2017. Otras municiones búlgaras, algunas de las cuales también tenían 2014 como fecha de fabricación, también se mostró al público por un grupo separatista en abril de 2017. (Facebook/Bellingcat)

Al mismo tiempo, la empresa búlgara negó los informes de los medios de que podría suministrar municiones a Ucrania a través de terceros países.

La compañía también dijo que parte del compromiso no se cumplió, ya que dijo que se abstuvo de realizar envíos a Ucrania después de la firma en febrero de 2015 del acuerdo de desescalada de Minsk-2.

Bellingcat también señala que la inteligencia militar rusa se acercó a los comerciantes de armas que tenían municiones compatibles con la artillería de Ucrania, ofreciéndoles “precios significativamente superiores a los del mercado” para comprar sus acciones, con el fin de evitar el acceso de Ucrania al mercado.

Las fuentes dijeron que EMCO era una de las dos únicas empresas de la UE que se especializaban en la fabricación de municiones de última generación compatibles con armas de la era soviética, especialmente en el rango de gran calibre (120 mm a 152 mm). Según una de las fuentes, en 2014 solo había dos plantas de fabricación que producían municiones compatibles y “la otra empresa estaba bajo control ruso efectivo”, lo que dejaba a EMCO como el único posible proveedor extranjero de municiones para el ejército de Ucrania.

Según Bellingcat, es posible que el GRU no tuviera la intención de destruir armas específicas propiedad de la empresa búlgara EMCO, sino todas las existencias en los depósitos en República Checa como medida de precaución para evitar que los comerciantes de armas europeos pudieran exportarlas a Ucrania. Según los investigadores, tanto Bulgaria como la República Checa exportaron municiones a Ucrania.

Condecoraciones a los agentes rusos

Según Bellingcat, al menos seis agentes encubiertos del GRU de alto rango de la Unidad 29155, incluido su comandante y dos oficiales bajo cobertura diplomática, estaban activos en Europa Central los días en que ocurrieron los actos de sabotaje en República Checa y Bulgaria.

El gobierno checo acusó a oficiales del GRU de estar involucrados en las explosiones en los depósitos de armas en la República Checa en el otoño y el invierno de 2014. La policía checa emitió una orden de búsqueda y captura contra dos agentes rusos identificados como Anatoli Chepiga y Alexander Mishkin y difundió sus fotografías.

En esta imagen, tomada de un video de una cámara de seguridad y distribuida por la Policía Metropolitana de Londres el 5 de septiembre de 2018, se muestra a los ciudadanos rusos Ruslan Boshirov y Alexander Petrov, sospechosos del envenenamiento de un exespía ruso en Gran Bretaña, en la estación de tren de Salisbury, el 3, de marzo de 2018. (Policía Metropolitana vía AP)
En esta imagen, tomada de un video de una cámara de seguridad y distribuida por la Policía Metropolitana de Londres el 5 de septiembre de 2018, se muestra a los ciudadanos rusos Ruslan Boshirov y Alexander Petrov, sospechosos del envenenamiento de un exespía ruso en Gran Bretaña, en la estación de tren de Salisbury, el 3, de marzo de 2018. (Policía Metropolitana vía AP)

Por su parte, investigadores búlgaros están convencidos de que el 28 de abril de 2014 uno de los agentes del GRU aplicó una sustancia de tipo Novichov a las manijas de las puertas de los coches utilizados por Gebrev y su director de producción, de apellido Tahchiev. Es probable que el hijo de Emilian Gebrev haya estado expuesto a la toxina por contacto incidental con el automóvil de su padre ese día. Los investigadores aún no han descubierto cómo se introdujo la toxina en el país.

Al menos dos de los miembros del GRU que participaron en la operación, Alexander Mishkin y Anatoliy Chepiga, recibieron la condecoración estatal más alta de Rusia y al menos cuatro miembros del equipo recibieron apartamentos gratuitos del gobierno inmediatamente después de la operación, lo cual dejaría claro la importancia que esta misión tenía para las autoridades rusas.

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