Alerta científica: preocupante pérdida de diversidad genética pone en riesgo a miles de especies

Un análisis global reveló que la reducción de variabilidad afectó incluso a especies consideradas seguras, aumentando su vulnerabilidad a amenazas futuras

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La pérdida de diversidad genética
La pérdida de diversidad genética compromete la capacidad de adaptación de aves y mamíferos a enfermedades y cambios del clima (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un estudio publicado en Nature alerta sobre la disminución de la diversidad genética en aves, mamíferos y otras especies, lo que compromete su capacidad de adaptación a enfermedades y cambios ambientales.

La pérdida de diversidad genética en poblaciones animales y vegetales es un fenómeno que precede a la extinción de una especie. Antes de desaparecer, las poblaciones se fragmentan y reducen, lo que limita la mezcla genética y las vuelve más vulnerables a amenazas futuras.

Este análisis global reveló que dos tercios de las especies estudiadas han visto disminuir su diversidad genética en las últimas décadas, lo que podría tener consecuencias graves para su supervivencia.

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Ecosistemas saludables dependen de la variabilidad genética para superar amenazas ambientales como el calentamiento global (Imagen Ilustrativa Infobae)

Pérdida global de diversidad genética

El estudio analizó 628 especies a lo largo de tres décadas, entre 1985 y 2019, y halló que la pérdida de diversidad genética no se limita a especies en peligro de extinción, sino que también afecta a aquellas consideradas seguras.

“Una tendencia sorprendente fue que vimos una disminución de la diversidad genética incluso entre muchas especies que no se consideran en riesgo”, explicó Catherine Grueber, bióloga conservacionista de la Universidad de Sídney, según la agencia de noticias AP.

Los resultados mostraron que mamíferos y aves son los más afectados, lo que sugiere que estos grupos están perdiendo su capacidad de adaptación ante enfermedades emergentes y cambios en el clima.

Impacto en la supervivencia de las especies

La reducción de la diversidad genética no es un problema menor. Un ecosistema sano se sostiene sobre la variabilidad genética de sus especies, ya que esta permite que algunos individuos sobrevivan a amenazas ambientales.

“Cuando una especie tiene diferentes soluciones genéticas, está mejor preparada para afrontar los cambios”, señaló David Nogués-Bravo, de la Universidad de Copenhague, a AP.

Si una nueva enfermedad aparece o el régimen de precipitaciones cambia drásticamente debido al calentamiento global, las especies con mayor diversidad genética tienen una mejor oportunidad de resistir.

Mamíferos y aves muestran ser
Mamíferos y aves muestran ser los grupos más afectados por la reducción de su diversidad genética (Imagen ilustrativa Infobae)

Aquellas con menor variabilidad, en cambio, enfrentan una adaptación más difícil y un mayor riesgo de extinción.

Causas del declive genético

Los investigadores identificaron varias razones detrás de esta pérdida de diversidad genética. Entre las más importantes se encuentran la fragmentación de hábitats, el crecimiento de las ciudades y las infraestructuras humanas, la deforestación y el cambio en el uso del suelo.

Además, muchas poblaciones enfrentan el aislamiento, lo que reduce el número de individuos con los que pueden reproducirse y limita la variabilidad genética.

Las poblaciones aisladas sufren. La solución es reconectarlas”, adviertió Stuart Pimm, ecólogo de la Universidad de Duke, en AP.

Estrategias de conservación

A pesar de los hallazgos preocupantes, la investigación también resaltó que ciertas medidas pueden frenar o incluso revertir la pérdida de diversidad genética.

Entre ellas, los científicos destacan la necesidad de reconectar hábitats fragmentados, permitir la migración de individuos entre poblaciones aisladas y, en algunos casos, introducir individuos de otras regiones para reactivar la variabilidad genética.

Uno de los ejemplos más notables de este tipo de intervención es el caso de las panteras de Florida, que a mediados de la década de 1990 mostraban signos evidentes de endogamia debido a la fragmentación de su hábitat.

Reconectar hábitats fragmentados y permitir
Reconectar hábitats fragmentados y permitir la migración genética son estrategias clave de conservación (Imagen Ilustrativa Infobae)

Con el tiempo, la falta de diversidad genética provocó problemas reproductivos en los machos y malformaciones físicas en la población. Para solucionar esto, los científicos introdujeron ocho hembras de Texas, lo que permitió aumentar la diversidad genética y estabilizar la población.

Un futuro incierto

Los investigadores advirtieron que, sin acciones urgentes, la pérdida de diversidad genética podría acelerar la extinción de muchas especies en los próximos años. La conservación basada en información genética es una de las estrategias clave para frenar esta tendencia.

Los hallazgos del estudio pusieron de manifiesto la urgencia de medidas de conservación que consideren no solo el número de individuos de una especie, sino también su diversidad genética, un factor fundamental para garantizar su supervivencia a largo plazo.