Turkmenistán celebra 30 años de neutralidad y aislacionismo a la norcoreana

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Moscú, 12 dic (EFE).- La centroasiática Turkmenistán, conocida como 'la república del gas' por sus ingentes recursos energéticos, celebró este viernes 30 años de su declaración de neutralidad con un foro internacional al que acudieron numerosos líderes extranjeros.

"La neutralidad abrió a nuestro país, situado en la encrucijada entre Asia y Europa, en el corazón de la Ruta de la Seda, nuevas posibilidades para el desarrollo de la cooperación a gran escala", proclamó Serdar Berdimujamédov, presidente turkmeno, en su intervención en el Foro para la Paz y la Confianza.

Aunque el país es conocido por su secretismo, se mostró a favor de reforzar los lazos con las diferentes agencias de la ONU, además de con la Unión Europea y otras organizaciones regionales como la Organización de Cooperación de Shanghái y la postsoviética Comunidad de Estados Independientes (CEI).

De hecho, la Declaración de Asjabad resalta la importancia de los principios de paz, no injerencia y respeto de la soberanía acuñados hace 80 años por la Carta de Naciones Unidas.

Los líderes de Rusia, Vladímir Putin; Irán, Masud Pezeshkian; Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y representantes de Gobiernos de la región eurasiática y del espacio postsoviético, desde Pakistán a Irak, Azerbaiyán o Kazajistán, además de Birmania, acudieron a la cita en Asjabad, la capital turkmena.

Los líderes invitados depositaron esta mañana un ramo de flores en el monumento a la neutralidad turkmena en Asjabad, capital de la república centroasiática bañada por el mar Caspio y limítrofe con Irán y Afganistán.

Putin, cuyo país combate desde hace casi cuatro años con Ucrania, subrayó que la "política exterior pacífica" de Turkmenistán "se ha convertido en un importante factor de garantía de seguridad y estabilidad en Asia Central y la región del Caspio".

De hecho, aprovechó la visita para reunirse con Erdogan y su ministro de Exteriores, Hakan Fidan, y hablar "sustancialmente" sobre el arreglo en Ucrania.

"El presidente turco habló sobre la voluntad de su país de seguir actuando como mediador contribuyendo al proceso de paz, algo que nosotros saludamos", dijo Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.

Putin también abordó con su colega turco los planes europeos de utilizar los activos congelados rusos para la reconstrucción de Ucrania, que tachó de "gran estafa".

"Las partes coincidieron en que tales acciones imprudentes por parte de los europeos prácticamente socavan el sistema Bretton Woods", señaló.

Fue el 12 de diciembre de 1995 cuando la Asamblea General de la ONU aprobó lo que llamó 'neutralidad permanente' de Turkmenistán, país que había proclamado su intención de estar al margen de bloques y alianzas militares poco después de lograr su independencia de la Unión Soviética en julio de 1992 en Helsinki.

Así lo estableció el padre de la nación, Saparmurat Niyázov, legado que fue respetado tras su muerte por su sucesor en 2006, Gurbangulí Berdimujamédov, y su hijo y heredero en 2022, Serdar.

"Estamos convencidos de que la guerra no es la solución para los problemas en el mundo actual", comentó Berdimujamédov padre en vísperas del evento a Euronews.

Esto ha permitido a los dirigentes turkmenos a convertir su país en una especie de Corea del Norte centroasiática, donde las organizaciones internacionales apenas tienen control sobre el respeto de las libertades fundamentales y los derechos humanos más básicos, y viajar a Asjabad es tan complicado como visitar Pionyang.

El aislacionismo turkmeno se refuerza con la persecución de cualquier muestra de disidencia y el control total de la sociedad, que apenas tiene acceso al mundo exterior a través de internet.

La ocasión es tan importante que el líder turkmeno concedió a su pueblo tres días festivos y amnistió a 231 presos, aunque no a algunos opositores, activistas o periodistas críticos con el régimen autoritario.

En Asjabad existe una plaza, un arco y un periódico -hasta hace poco un día de la semana- que llevan el nombre neutralidad, lo que llevó también a cambiar la bandera nacional para añadirle una hoja de olivo.

De hecho, pese a su localización geográfica, la república bañada por el mar Caspio no pertenece a la alianza militar postsoviética -la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva-, liderada por Rusia.

Turkmenistán cuenta con un ejército con apenas unas pocas decenas de miles de hombres, aunque sus vecinos son Irán, país bombardeado hace unos meses por EE.UU. e Israel, y Afganistán, donde los talibanes tomaron el poder en 2021.

Su seguro de vida son sus ingentes reservas de gas, que suponen, según los cálculos independientes, aproximadamente un 10 % del total mundial, lo que le coloca sólo detrás de Rusia, Irán y Catar.

De hecho, cuenta con un importante aliado, China, para el que es su mayor fuente de gas natural, por delante de Rusia o Kazajistán.EFE

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