Naciones Unidas, 12 dic (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, reiteró este viernes su llamado al cese inmediato de la violencia en Birmania (Myanmar), tras el ataque aéreo de ayer que impactó un hospital en el estado de Rakhine, advirtiendo sobre el "grave deterioro de la situación" para la población civil.
"El uso continuado de la fuerza amenaza no solo al pueblo de Birmania sino también la estabilidad regional", señaló hoy Guterres a través de su portavoz adjunto, Farhan Haq, en rueda de prensa.
Según Guterres, desde la toma del poder por el Ejército en 2021, "la violencia ha aumentado, provocando desplazamientos masivos, debilitamiento del estado de derecho y el crecimiento de actividades ilícitas transfronterizas".
Así, el jefe de la ONU urgió nuevamente a las fuerzas militares a que detengan operaciones que ponen en riesgo a civiles y cumplan con sus obligaciones bajo el derecho internacional humanitario, incluyendo la protección de la población.
Asimismo, expresó su preocupación por las elecciones previstas para finales de este mes, en un contexto de creciente violencia.
La junta militar que detenta el poder en Birmania anunció este verano la celebración de elecciones para finales de diciembre, rechazadas por la oposición, que las calificó de "farsa" dado que muchos de sus líderes permanecen detenidos o en el exilio.
Según Guterres, las condiciones actuales "impiden que los ciudadanos ejerzan libre y pacíficamente sus derechos políticos".
El diplomático portugués instó a todos los actores implicados a participar en un proceso político inclusivo "que refleje la voluntad del pueblo" de Birmania, y destacó la importancia del trabajo de su Enviada Especial, Julie Bishop, en la búsqueda de una resolución liderada por los propios birmanos.
La ONU ha advertido de que, sin medidas urgentes, "la crisis podría intensificarse", afectando no solo a Birmania sino también a los países vecinos.
Al menos 33 personas murieron en un bombardeo por parte del Ejército de Birmania contra un hospital del estado occidental de Rakáin, fronterizo con Bangladés, denunció este jueves la oposición prodemocrática.
La noche del miércoles, "la junta militar lanzó dos bombas de 227 kilos desde un avión de combate contra un hospital público que brindaba atención médica a civiles en el municipio de Mrauk-U, estado de Rakhine, matando a 33 civiles" y dejando "numerosos civiles y trabajadores sanitarios heridos", señaló en X el Comité de Representantes de la Asamblea de la Unión (CRPH).
El CRPH está formado por exdiputados del Gobierno democrático liderado por la nobel de la paz Aung San Suu Kyi que fue depuesto por los militares en el golpe de febrero de 2021, con la exlíder arrestada desde entonces. EFE
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