El “ya no me importa lo que pase” de la pandemia y otras 8 señales del estrés de fin de año

Los balances son inevitables y eso genera cambios de ánimo. Tres especialistas consultados por infobae explican cómo actuar frente a la ansiedad y la irritabilidad que aflora en este último tramo del calendario

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La ansiada última parte del año genera cambios en el estado de ánimo
La ansiada última parte del año genera cambios en el estado de ánimo

Es imposible no sentir a fin de año que estamos cansados o con una dosis extra de estrés. El fin del calendario nos lleva directo al camino ya conocido de los balances, una serie de reflexiones que se mezclan con la organización acalorada de reuniones por las Fiestas y de cara al ansiado descanso vacacional. Todo se hace a último momento y decanta, pareciera, en especie de embudo de nervios. Como si fuera poco, afuera, el mundo sigue viviendo la situación extraordinaria de la pandemia. El combo de la incertidumbre y la ansiedad se agranda como una piñata a punto de explotar.

El fin de 2020 tuvo -hay que decirlo- un componente más fuerte por la propia foto de ese momento del COVID-19. Lo que arrancó como una extraña neumonía en China en diciembre del 2019 marcó para siempre el año que tenía la población por delante. Confinamientos, distanciamiento social, el uso de la mascarilla a nivel universal y el cierre de escuelas o aeropuertos fueron algunos de las decisiones que se tomaron en el mundo para evitar el contagio del COVID-19.

Elsa Wolfberg, psicoanalista y psiquiatra de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), y vicepresidente del Capítulo de Prevención Cuaternaria, Psiquiatría Preventiva y APS de la Asociación de Psiquiatras Argentinos, decía a este medio sobre el 2020 que se iba: “La nueva enfermedad nos puso a prueba la tolerancia a la frustración, nos impuso la paciencia y nos demostró los vínculos así como la capacidad a reaccionar ante algo así”.

Las fiestas son un momento de felicidad pero también de balances y a veces nos frustramos con los objetivos no cumplidos
Las fiestas son un momento de felicidad pero también de balances y a veces nos frustramos con los objetivos no cumplidos

Con este 2021, los confinamientos no están vigentes pero ahora hay una máxima algo preocupante que se da en muchas personas: cierta negligencia en el cuidado, en relación a la pandemia y el “ya no me importa lo que pase” que tanto preocupa a los infectólogos.

Ahora bien, hay signos que son parte de una generalidad, que se vivencian todos los años, y que tienen que ver con esta fecha tan particular como es la finde año. Infobae consultó a tres expertos para elaborar cuáles son estas señales que hay que tener en cuenta para saber qué tan estresados podemos estar. Son:

1. Imposibilidad de un sueño reparador

2. Dificultad para dormir

3. Exceso de sueño

4. Ansiedad para enfrentar el día

5. Irritabilidad

6. Mayor consumo de cigarrillos ( fumadores)

7, Mayor ingesta de alcohol ( bebedores)

8. Negligencia en el cuidado en relación a la pandemia ( ya no me importa lo que pase)

9. Desgano laboral

Llegamos a fin de año, muchas veces sin saberlo, con un estrés crónico
Llegamos a fin de año, muchas veces sin saberlo, con un estrés crónico

“Todos estos síntomas son de lo que sería un estrés crónico, el famoso burnout de fin de año”, explica a Infobae, Harry Campos Cervera, médico especialista en Psiquiatría (UBA), psicoanalista en función didáctica, Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), Magíster en Psiconeuroinmunoendocrinología de la Universidad F. Favaloro.

El burnout o agotamiento es un síndrome resultado del estrés crónico que se refiere específicamente a fenómenos en el contexto ocupacional. Se caracteriza por tres dimensiones: sentimientos de agotamiento o falta de energía, sentimientos de negativismo o cinismo relacionados con el trabajo y, por último, eficacia profesional reducida.

De acuerdo con un reciente estudio realizado por el portal de empleos, Bumeran, la ocurrencia del síndrome de burnout en Argentina es del 80,2%, al igual que en Chile. En Perú es del 72,9% y en Panamá el 53,6%. A nivel regional, los usuarios han experimentado en su mayoría estrés, falta de motivación y un agotamiento fuera de lo normal a causa de la carga excesiva de trabajo.

“Estamos sobrepasados por todas las condiciones internas y externas por las que estamos pasando y donde el elemento simbólico del corte del año, marca como un fin que tenemos que terminar y concluir todo lo que no hicimos en el año. Eso va incrementando el estrés y la ansiedad de un objetivo imaginario porque entre el 31 de diciembre y el 1 de enero mucha diferencia no hay”, analiza Campos Cervera.

“Es muy importante tener estos síntomas para poder ir bajando las pretensiones que uno tiene con todo, pudiendo alimentarse bien, no descuidar la actividad físicas que siempre son reparadoras en las situaciones de estrés, y una alimentación liviana y saludable que en general en estos períodos no ocurren”, agrega Campos Cervera.

“El fin de año y la época de balances y fiestas suelen aumentar la exigencia, se acumulan tareas y la carga ( sobrecarga) para algunos de responsabilidades, pueden disparar el síndrome, aunque esto es particular para cada individuo”, analiza a Infobae Laura Orsi, medica psicoanalista de APA, Directora del Departamento de Psicoanalisis y Sociedad de APA

"El fin de año y la época de balances y fiestas suelen aumentar la exigencia, se acumulan tareas y la carga ( sobrecarga) para algunos de responsabilidades, pueden disparar el síndrome, aunque esto es particular para cada individuo”, dice la psicóloga Laura Orsi
"El fin de año y la época de balances y fiestas suelen aumentar la exigencia, se acumulan tareas y la carga ( sobrecarga) para algunos de responsabilidades, pueden disparar el síndrome, aunque esto es particular para cada individuo”, dice la psicóloga Laura Orsi

“Diciembre solía ser un momento de encuentro de besos y abrazos del compartir, en pandemia, esto es mas complejo. Si bien este año hay menos restricciones que el anterior, es necesario seguir con los cuidados de distancia y barbijos al aire libre. El síndrome de burnout es consecuencia de un estrés laboral crónico. Suele aparecer en personas cuya profesión demanda entrega y dedicación a los demás, como es el caso de la enseñanza, de la salud , la justicia o los servicios sociales”, agrega Orsi.

La especialista hace un apartado con respecto a los profesionales de la salud, por encontrarse más expuestos no solo al virus sino al sufrimiento y a la muerte. “Tienen un alto nivel de exposición laboral, con largas jornadas de trabajo un nivel elevado de exigencia y gran sobrecarga de tareas y poco reconocimiento acorde a la gran responsabilidad que implica. Esta exposición a largo plazo genera una pérdida de energía, un sentimiento de falta de realización personal y una despersonalización que pueden ocasionar trastornos de salud ( enfermedades psicosomáticas ) y poca motivación para el trabajo, pudiendo generar errores y deterioro en la calidad del servicio”, señala Orsi.

La cultura del disponible 24/7, junto con los dispositivos móviles, “hacen que uno deba estar activo las 24 horas del día”, dice Orsi. La presión no termina con el trabajo: hay que estar siempre en movimiento, pareciera, siempre alerta. “Hecho que impide el descanso y, al igual que los celulares , uno siempre esté con poca batería”, grafica la especialista.

Los especialista dicen que se necesita aliviar un acúmulo de tensiones en un período de fin de año o comienzo de año que se está iniciando
(Getty Images)
Los especialista dicen que se necesita aliviar un acúmulo de tensiones en un período de fin de año o comienzo de año que se está iniciando (Getty Images)

Guillermo Bruschtein Psicoanalista y Psiquiatra de APA, sostiene que el fenómeno de fin de año “es único y singular”, diferente al resto de los aniversarios. “Esta sensación de que algo está terminando y que algo nuevo va a comenzar. Y en esa sensación de que algo está terminando parece como si uno tuviera acumulado a lo largo del año y necesita aliviar ese acúmulo de tensiones en un período de fin de año o comienzo de año que se está iniciando”, dice Bruschtein a Infobae.

“Algo que se ve en el fin de año es que hay un cambio social donde se habla de cansancio y por otro lado hay elementos que se conjugan. Las personas dice que desean las fiesta y que pasen rápido las fiestas. Hay una tensión que provoca el mismo fin de año. Este final provoca tensión”, agrega Bruschtein.

Y sigue: “El fin de año lleva a hacer una evaluación a enfrentarse con las realidades que uno pudo ir resolviendo o no. Y siempre quedan pendientes, que son ideales no cumplidos. Los cambios de ánimo tienen que ver con un balance inevitable con todos los ideas no cumplidos. Se incrementa allí un sentimiento de mecanismos de duelo por lo que se perdió, por lo que no pudo ser, mezclado con alegría y euforia”.

Los especialistas dicen que hay que favorecer la empatía y la resiliencia. Conectar con intereses propios, lectura, hobbies, manualidades, gimnasia, deportes, arte y la música
Los especialistas dicen que hay que favorecer la empatía y la resiliencia. Conectar con intereses propios, lectura, hobbies, manualidades, gimnasia, deportes, arte y la música

Claves para no desbarrancar

Orsi propone tener en cuenta varias cuestiones. “Son importantes los grupos de contención y reflexión, presencial o virtual, para prevenir. Los hemos realizado desde APA en forma grupal y virtual, logrando el objetivo deseado”, dice la especialista.

Y suma: “Hay que favorecer la empatía y la resiliencia. Conectar con intereses propios, lectura, hobbies, manualidades, gimnasia, deportes, arte, música. Tener en cuenta la red de contención de amigos, familiares. Tener un descanso adecuado, regular trabajo y las redes. Hay que Pedir ayuda si uno no puede solo. Es importante hacer pausas en el trabajo, regular horarios de internet y TV”.

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