Conservación de forrajes: claves para un manejo eficiente del heno

Confeccionar rollos de pasturas resulta fundamental para alimentar al ganado durante los meses de invierno. Tips para llevar a cabo esta tarea de manera efectiva

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Un forraje correctamente conservado lograr mayores ganancias de peso en los animales (REUTERS/Jon Nazca)
Un forraje correctamente conservado lograr mayores ganancias de peso en los animales (REUTERS/Jon Nazca)

La conservación de forrajes permite proveer de alimento nutritivo y de calidad al ganado durante largos periodos de escasez o sequía. El heno se ha establecido como una alternativa viable y garantizar su calidad es fundamental. Por ello, un equipo de especialistas del INTA en Colonia Benítez, Chaco, ofrece consejos específicas para llevar a cabo esta labor de manera eficiente.

Bendito heno

“La henificación se presenta como un recurso forrajero alternativo de calidad y fácil acceso para alimentar al ganado durante el invierno”, afirma Marcelo Pamies, investigador del INTA. En este sentido, resalta que la implantación de pasturas y la conservación de forrajes son prácticas cada vez más frecuentes en la región de influencia del INTA Colonia Benítez.

La calidad del forraje conservado en forma de rollo/heno nunca será superior al material originario, por lo tanto, hay que enfocar las energías en lograr la menor pérdida de calidad posible, tanto física como nutricional. “El proceso de elaboración de un rollo, fardo o silo de mala calidad conlleva el mismo costo que uno de buena calidad”, resalta el especialista.

Por lo cual, es de suma importancia concentrarse en mantener la naturaleza del material conservado, ya que un forraje correctamente conservado, no solo proporciona una mejor alimentación, sino que también contribuye a lograr mayores ganancias de peso en los animales”.

La conservación de forrajes permite proveer de alimento nutritivo a los bovinos durante largos periodos de escasez  (REUTERS/Vincent West)
La conservación de forrajes permite proveer de alimento nutritivo a los bovinos durante largos periodos de escasez (REUTERS/Vincent West)

¿Cómo conservarlos?

BAJO TECHO. Alternativamente, se pueden cubrir con plástico y colocar sobre una plataforma elevada para evitar el contacto con el suelo y así reducir las pérdidas durante el almacenamiento, que pueden alcanzar hasta un 30 % del material, equivalente a la pérdida de un rollo de cada tres.

El investigador subraya que la clave para obtener un heno de calidad radica en una rápida evaporación del agua del forraje cortado, manteniendo la humedad por debajo del 20 %. Además, destaca la importancia de cuidar especialmente las hojas, que contienen entre el 60 % y el 70 % de los nutrientes del forraje, durante todas las etapas del proceso de elaboración, incluyendo el corte, rastrillado y enrollado.

En cuanto al momento de corte, Pamies destaca la necesidad de encontrar un equilibrio entre la calidad y el rendimiento, lo que requiere un seguimiento cuidadoso del lote a henificar para evitar pasarse. En la mayoría de los pastos tropicales, este equilibrio se alcanza antes de la floración, coincidiendo con la emisión de la hoja bandera.

Conservación de forraje: la clave para obtener un heno de calidad radica en una rápida evaporación del agua del forraje cortado, manteniendo la humedad por debajo del 20 % (INTA)
Conservación de forraje: la clave para obtener un heno de calidad radica en una rápida evaporación del agua del forraje cortado, manteniendo la humedad por debajo del 20 % (INTA)

¿A quién alimentamos? Enfoque en la Recría

La decisión sobre qué categoría de ganado recibirá las reservas forrajeras debe estar respaldada por una estrategia clara por parte del establecimiento. En los sistemas de cría, una categoría fundamental es la recría, que incluye vaquillas en preparación para entrar en servicio.

“Se han medido consumos de heno en vaquillas, las cuales, consumiendo un 3% de su peso vivo -es decir que una vaquilla de 200 kg consumiría diariamente 6 kg de heno (rollo)- como base de alimentación han logrado ganancias de peso de alrededor de 500 gr diarios”, destaca José Rosello, investigador del INTA Colonia Benítez.

Esta alimentación estratégica permite garantizar e incluso adelantar el servicio a los dos años, lo que tiene un impacto significativo en los resultados productivos generales del sistema ganadero.

FUENTE: INTA

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