Constantino Carvallo, el educador que entregó becas a deportistas y llevó el cine a su colegio: la historia del peruano cuyos alumnos fueron mundialistas

Desde muy joven, Carvallo Rey enfrentó los retos de la educación en el Perú y cambió los paradigmas del mismo con sus propuestas que llegaron a materializarse. Tras fundar Los Reyes Rojos, instauró un nuevo modelo en el que no había espacio para el autoritarismo ni el conservadurismo.

Compartir
Compartir articulo
El educador se sentía sumamente feliz al ver a sus alumnos sonreír tanto en el cine como en el colegio. (Composición Infobae: Andina/colegioromareda.com)
El educador se sentía sumamente feliz al ver a sus alumnos sonreír tanto en el cine como en el colegio. (Composición Infobae: Andina/colegioromareda.com)

Las veredas barranquinas sienten los pasos apresurados de los educandos, quienes, ansiosos por ingresar a la institución educativa, momentáneamente olvidan el congestionamiento vehicular matutino. Con el transcurrir de los minutos, el sonido de los motores de los buses, repletos de trabajadores y escasos estudiantes, se entremezcla con las voces de los niños despidiéndose alegremente de sus progenitores. En cuestión de segundos, estarán en un lugar familiar donde han establecido vínculos duraderos.

A pocos minutos de las 8 de la mañana del lunes, peruanos y ciudadanos extranjeros caminan sin prisa por los alrededores de esta locación donde los alumnos ya se encuentran en sus pupitres, esperando a sus profesores. Estos profesionales realizan una labor loable en aras del bienestar de los estudiantes y la sociedad.

Tras la sobria fachada que ostenta el título de un poema del insigne poeta José María Eguren, los estudiantes encuentran un lugar apacible donde reciben una “educación en y para la libertad”, un ideal que fue cristalizado por Constantino Carvallo Rey, uno de los artífices de la edificación de este recinto que albergó a estudiantes de distintos estratos sociales.

Carvallo Rey ya no está entre nosotros, pero durante su vida persiguió un ideal que se materializó tras fundar, junto con un grupo de intelectuales, el colegio Los Reyes Rojos en 1978. Su incansable búsqueda por mejorar la educación de este país se gestó en su juventud, mientras estudiaba Filosofía en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Frontis del colegio Los Reyes Rojos, ubicado en el distrito limeño de Barranco. (Diego Sánchez)
Frontis del colegio Los Reyes Rojos, ubicado en el distrito limeño de Barranco. (Diego Sánchez)

Antes de su etapa universitaria, estuvo en un colegio religioso marcado por el autoritarismo y el conservadurismo. Las experiencias vividas en este centro de estudios impactaron en su vida, hasta el punto de querer evitar a toda costa que los niños y adolescentes recibieran una educación en la que la libertad ni siquiera se asomaba por la puerta del salón.

Logró la meta que se planteó en su juventud al crear esta institución educativa privada que, si bien era pequeña, albergaba a estudiantes que trascendieron en la vida, entre los cuales figuran dos mundialistas peruanos: Jefferson Farfán y Paolo Guerrero. Estos estudiantes tuvieron necesidades económicas en su pubertad, las cuales fueron superadas por su talento y el altruismo de personas como Carvallo Rey.

Ahora bien, ¿cómo llegaron estos jóvenes a estudiar en este colegio privado sabiendo que sus familias tenían pocos recursos económicos? Consiguieron una beca tras destacar como deportistas en el club Alianza Lima. Así lograron estudiar en una escuela donde no había espacio para la discriminación ni el racismo, algo que sí se manifestaba en los distritos colindantes a Barranco.

Plaza de Armas de Barranco. (worldmoments.org)
Plaza de Armas de Barranco. (worldmoments.org)

La amistad entre Farfán y Guerrero trascendió más allá de las aulas

Desde la pubertad hasta la actualidad, estos deportistas han compartido varios momentos trascendentales en sus vidas. Por ejemplo, jugaron juntos en Alianza Lima, enfrentaron a grandes rivales vistiendo la blanquirroja y viajaron a Rusia para participar en el Mundial 2018, entre otros momentos conocidos por la mayoría de los peruanos.

Sin embargo, existe un pasaje de sus vidas que un sector de la población desconoce y que llamó la atención tras la muerte de Constantino Carvallo Rey, fundador del colegio Los Reyes Rojos donde ambos estudiaron. Este educador fue su profesor, un profesional que impactó en la vida de muchos estudiantes.

Podemos mencionar varios casos y testimonios que nos invitan a reflexionar sobre la calidad de profesor que era, pero en esta ocasión nos centraremos en los recuerdos de Jefferson Farfán y Paolo Guerrero, compatriotas que pudieron educarse gracias a la labor filantrópica de Carvallo Rey.

El educador sabía que los deportistas habían cruzado sus primeros pelotazos cuando se iniciaron en las canteras del club Alianza Lima y conocía el talento de muchos niños y jóvenes. Su acercamiento al club surgió del amor que sentía por la comunidad afroperuana, gestado en su infancia cuando recibía cuidados de señoras de esa comunidad.

Jefferson Farfán y Paolo Guerrero en el colegio Los Reyes Rojos. (Difusión)
Jefferson Farfán y Paolo Guerrero en el colegio Los Reyes Rojos. (Difusión)

Con el paso de los años, su amor no disminuyó, sino que se fortaleció, al mismo tiempo que se convirtió en hincha ferviente de Alianza Lima. En su juventud, su pasión por el club lo llevó a ser socio y formar parte de la directiva de menores liderada por Alberto Masías.

Siendo socio de Alianza Lima, firmó un convenio en 1996 para que deportistas menores estudiaran en el colegio Los Reyes Rojos. Así, pudo educar a Farfán y Guerrero, peruanos que alcanzaron muchos logros deportivos.

En un video publicado en el canal de YouTube de Unicef Perú, Paolo mencionó a tres personas importantes en su formación. Además de sus padres, que lo acompañaron en sus entrenamientos en la división de menores del club blanquiazul, destacó el nombre de un educador y filósofo peruano. “(...) El otro es el recordado Constantino Carvallo, quien en un gesto solidario me abrió las puertas del centro educativo que dirigía y promovió en mí el deseo de superación”, expresó Guerrero.

Jefferson Farfán también expresó su profunda gratitud hacia Constantino Carvallo Rey. “Era un poquito complicado pero bueno, estoy agradecido con los colegios donde estuve y por todo lo que me pudieron enseñar (...). Fue como un padre para nosotros y siempre nos apoyó. Él fue quien nos inculcó la importancia de la educación y de cerrar brechas”, declaró para Somos, revista de El Comercio.

Paolo Guerrero y Jefferson Farfán no solo fueron compañeros en Alianza Lima, sino también en la selección peruana. (Andina)
Paolo Guerrero y Jefferson Farfán no solo fueron compañeros en Alianza Lima, sino también en la selección peruana. (Andina)

Ambos futbolistas quedaron sumidos en un profundo dolor tras enterarse del fallecimiento de su otrora profesor en la clínica Angloamericana debido a un paro cardiaco. A las 07:30, el corazón de Carvallo dejó de latir horas después de recibir un tratamiento con células madre. Su partida entristeció a miles de peruanos, quienes conocieron su ardua labor tanto en el ámbito educativo como futbolístico. Cabe señalar que, además de su trabajo como educador, Carvallo formó a deportistas en las divisiones menores del club de sus amores, Alianza Lima.

En diálogo con “Enemigos íntimos”, programa transmitido por Frecuencia Latina, Paolo Guerrero expresó su pesar tras la pronta partida de la persona que le brindó la oportunidad de recibir una educación de calidad. “Me da mucha pena hablar de esto (...). En realidad ha sido  muy doloroso para mí, toda la madrugada de ayer no pude dormir porque estaba pensando en Constantino. En realidad todo ha sido muy rápido. Él ha sido una persona tan buena, tan bondadosa (...). Constantino creo que ayudó mucho (a los menores de Alianza Lima) y se basó en que el jugador no solamente sepa patear bien a la pelota, sino que también pueda ser educado y respetuoso, y tener su propia personalidad “, indicó, con la voz entrecortada.

El trabajo que desempeñaba Carvallo Rey, tanto en el colegio como en Alianza Lima, era admirado y reconocido por sus familiares, amigos y miles de peruanos. Lo señalaban como el responsable del éxito de futbolistas como Jefferson Farfán y Paolo Guerrero. “(...) Un poco  preocupado de que se me atribuya a mí el éxito de las personas. Creo que es un trabajo de una institución, que es el club Alianza Lima, y no de una persona. Hay muchas otras personas detrás de esto, muchos factores que no se reducen a Constantino Carvallo”, aseveró el educador en otro espacio televisivo de Frecuencia Latina.

Constantino Carvallo con Paolo Guerrero. (Difusión)
Constantino Carvallo con Paolo Guerrero. (Difusión)

Constantino Carvallo, el peruano que revolucionó la educación en el Perú

Desde muy joven, Constantino Carvallo enfrentó los retos de la educación en el Perú y cambió los paradigmas del mismo con sus propuestas que llegaron a materializarse. Con la fundación de su colegio Los Reyes Rojos, instauró un nuevo modelo educativo en el que no había espacio para el autoritarismo ni el conservadurismo. No buscó lucrar con la educación, por el contrario, quiso darle la oportunidad a aquellos niños de bajos recursos económicos, como Guerrero y Farfán.

Estos futbolistas fueron testigos de una propuesta educativa alimentada por las ideas de Jean Piaget, Bruno Bettelheim, E. Durkheim, John Holt, D. Winnicott, entre otros. Es menester señalar que tanto los profesores leían a estos autores con el fin de poner en práctica sus planteamientos.

Entre las acciones que tomó el fundador del colegio Los Reyes Rojos figura el trato horizontal con los estudiantes, es decir, una relación igualitaria y respetuosa entre los educadores y los alumnos, donde se promueve la comunicación abierta, la participación activa y el intercambio de ideas en un ambiente de colaboración y confianza.

Otra de las innovaciones que se evidenció en este colegio giró en torno a la forma de calificar a los educandos. Se anuló la forma tradicional ―calificar un examen de 0 a 20― para dar paso a una peculiar manera de medir el aprendizaje de los niños y adolescentes. Con los estadios “Empieza el aprendizaje”, “Está en proceso de aprendizaje” y “Culminó el aprendizaje”, se podía conocer la evolución del escolar.

Constantino Carvallo fundó, junto con un grupo de intelectuales, la institución educativa particular Los Reyes Rojos. (Los Reyes Rojos)
Constantino Carvallo fundó, junto con un grupo de intelectuales, la institución educativa particular Los Reyes Rojos. (Los Reyes Rojos)

El hincha de Alianza Lima también contribuyó a que en un salón de clases convivieran armoniosamente estudiantes de distintos estratos sociales. Al lograr esto, de cierta manera erradicaba la desigualdad y la discriminación que se podía notar en las calles de Lima. De esto dio cuenta en su libro “Diario educar. Tribulaciones de un maestro desarmado”.

“Entraba a Larcomar con chicos del Alianza Lima, negros, cholos, mestizos, cuando veo que el vigilante los detiene y los expulsa del dichoso lugar. Tuve que intervenir y los dejaron entrar porque estaban conmigo”, contó.

El egresado de la carrera de Filosofía se enteró de esta realidad en las ocasiones en que iba al cine con sus alumnos, una actividad que le apasionaba tanto como la literatura. En su libro, mencionado líneas arriba, también hace referencia a la importancia de estos campos del conocimiento en la educación.

“¿Cómo se forma esta segunda sensibilidad, cómo se potencia la percepción? Al cineasta François Truffaut le gustaba repetir una frase del poeta Valéry: ‘El gusto es el resultado de mil disgustos’. Solo de la constancia en el encuentro con la obra estética puede surgir una manera nueva de sentir. Se trata de ver buen cine, leer buena literatura. Y esto aunque no guste. La confianza proviene de lo que ha ocurrido con la humanidad; es el trato frecuente, el roce, lo que produce esos órganos interiores que permiten eso que la ley denomina, pretenciosamente, ‘apreciación crítica’”, sostuvo.

Una de las pasiones del educador Carvallo fue el cine.
Una de las pasiones del educador Carvallo fue el cine.

Él era detractor de la pedagogía que sugiere que todo tiene que gustar desde el principio. “En cine se trata, pues, de ver buenas películas. Tal vez resulte aburrido para un adolescente contemplar ‘Ciudadano Kane’ o ‘Intolerancia’. Pero solo este trato con la gran obra puede forjar el gusto que buscamos. Hace falta leer ‘El Quijote’, contemplar pinturas de Van Gogh, visitar Machu Picchu; si perseveramos, algo irá creándose en nosotros”, agregó.

Su pasión por el séptimo arte lo llevó a construir su propia sala de proyección en la institución educativa. Para ello, adquirió las butacas del antiguo cine Premier de Barranco. En diálogo con El Comercio, el educador expresó lo siguiente: “Que se vaya al cine, que se vea sin pesados comentarios las películas que han construido el legado eterno de la historia cinematográfica… pero, por favor, no para dar pruebas y obtener notas, para plagiar y obtener un 20, sino para que penetre en las aulas, iluminándolas, la auténtica vida del espíritu”.

En esa línea, Isaac León Frías, a través de su artículo “Constantino Carvallo y el cine”, señaló que el educador “adaptó una sala especialmente dedicada a la proyec ción de películas, cosa inusual en los colegios limeños que suelen tener salas multiusos”. “En más de una ocasión coincidí en salas en las que Constantino estaba con un grupo relativamente amplio de estudiantes de Los Reyes Rojos”, reza en otro apartado del texto publicado por la Universidad de Lima.
El egresado de la carrera de Filosofía de la PUCP llevaba a sus alumnos al cine. (cangrejonegro.wordpress.com)
El egresado de la carrera de Filosofía de la PUCP llevaba a sus alumnos al cine. (cangrejonegro.wordpress.com)

El educador se sentía sumamente feliz al ver a sus alumnos sonreír tanto en el cine como en el colegio. Sin embargo, no solo los niños y adolescentes le regalaban sonrisas en estos lugares. Según relata en su libro “Diario educar. Tribulaciones de un maestro desarmado”, organizó una salida a la playa para 214 niños de Alianza Lima, con edades comprendidas entre los 10 y 14 años. La mayoría de ellos nunca antes habían visto el mar, por lo que la sorpresa se reflejaba en sus rostros a medida que se acercaban a la orilla. En ese lugar, experimentaban una libertad similar a la que disfrutaban en los diversos ambientes de su colegio, algo que no era común en distritos como Miraflores.

Finalmente, es menester destacar una cita de Constantino Carvallo Rey, la cual nos invita a reflexionar sobre el poder transformador que un profesor puede tener en un alumno, llegando incluso a cambiar su vida por completo. “Me llama (Paolo Guerrero) desde Europa agradecido. Dice que me debe tanto, que lo ayudé a ser lo que es. Yo lo admiro (...). Y recuerdo los días en que fue mi alumno, mis tribulaciones, el túnel en que vivía. ¿Puede dar uno lo que no tiene? Felizmente así es, sino me iría a vender corbatas”, escribió el educador que aportó a la sociedad.