Gas vs. Nafta: ¿Cuál es el más conveniente?

Cómo impactan en la economía de los conductores las alternativas disponibles en la actualidad

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El combustible de los automóviles forma parte de los debates actuales relacionados con el ambiente y la economía
El combustible de los automóviles forma parte de los debates actuales relacionados con el ambiente y la economía

Hoy en día, con los altos costos y los aumentos sucesivos en los precios de los combustibles líquidos, cada vez son más las personas que eligen la opción del gas natural para poder reducir los gastos, y a su vez, generar un cambio para el cuidado del medio ambiente.

Es importante entender que, si bien el Gas Natural Comprimido (GNC) implica un mayor ahorro, los combustibles líquidos como la nafta son un componente muy usual en los vehículos de los conductores. Si bien la nafta cuenta con algunas ventajas, lo cierto es que es costosa y su uso produce mayores emisiones de gases contaminantes.

Estos son dos motivos por los que el GNC se presenta como una alternativa atractiva. El GNC es gas metano en su mayoría, se almacena en un tanque a alta presión y se suministra al motor mediante un sistema de inyección. Sus emisiones de dióxido de carbono son 25% menores a las de la nafta, mientras que las de monóxido de carbono son 95% menores. Así, este componente es superior a la nafta en materia de sustentabilidad y cuidado del medioambiente.

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Otro dato a tener en cuenta es que la mayoría de los vehículos con motor a gasolina se pueden convertir para funcionar con GNC, por lo que así contarían dos sistemas de combustible: uno de GNC y otro de nafta. De esta manera, el conductor puede alternar entre ambos sistemas en cualquier momento, incluso mientras el vehículo está en movimiento. En términos de costos, este método tiene una ventaja significativa en donde su ahorro actualmente es del 50% en comparación con la nafta. Aunque, cabe aclarar, también se debe tener en cuenta la inversión inicial para realizar la conversión del vehículo a GNC.

Es de notar que esta ventaja económica no se limita a los vehículos livianos, pues también se extiende a vehículos pesados. A partir de una resolución del ENARGAS, las estaciones de servicio dispensadoras de GNC pronto podrán abastecer vehículos destinados al transporte de carga y pasajeros. Esta medida permitirá la construcción de una red de reabastecimiento de GNC y así abrirá la posibilidad a realizar viajes largos con este combustible. Es decir, las ventajas económicas del GNC pronto estarán más accesibles al sector industrial que desde hace tiempo venía reclamando por ellas.

En cuanto a la autonomía, esta depende de varios factores como el consumo del vehículo o el tamaño del cilindro que se le instale. Un cilindro de 60 lts de GNC puede tener una autonomía de entre 180-210 km, mientras que un auto con un tanque de 48 lts de gasolina que consume 8 lts cada 100 km va a tener una autonomía aproximada de 600 km. Si bien en este aspecto los vehículos a nafta parecen compensar su desventaja económica con una mayor autonomía, es de notar que el costo en combustible sigue siendo mayor que el del GNC.

En Argentina las estaciones de servicio expendedoras de nafta son aproximadamente el doble que las de GNC (Bloomberg)
En Argentina las estaciones de servicio expendedoras de nafta son aproximadamente el doble que las de GNC (Bloomberg)

Por último, otra categoría no menor es la diferencia que existe entre la cantidad de estaciones de servicio para ambos combustibles en nuestro país. Los combustibles líquidos cuentan con un total de 5.273 estaciones de servicio, de las cuales 1.436 son duales, mientras que en la actualidad existen 2.016 estaciones para GNC, contando tanto especializadas como duales.

No obstante, el número de estaciones de GNC están en expansión debido principalmente al crecimiento de la flota de pesados que están migrando a este combustible. Ahora bien, si debemos analizar qué inversión es más conveniente, lo cierto es que la respuesta depende de las necesidades y preferencias de cada uno. Sin embargo, si el conductor quiere ahorrar en consumo y cuidar el medioambiente, la elección clara es el GNC.

Más allá de las elecciones personales que puede tener cada uno al elegir entre nafta o GNC, en el debate público frecuentemente se menciona la imperiosa necesidad de dejar los vehículos alimentados con combustibles fósiles y pasar a los eléctricos.

Pero lograr esta meta no es tarea simple. En primera instancia, es necesario generar una producción masiva de vehículos eléctricos que sean económicamente accesibles. En segunda instancia, también hace falta construir la infraestructura necesaria para sostenerlos.

Esto incluye caminos más resistentes y suficientes estaciones de carga, entre otras cosas. Sabemos que esto va a llevar un largo tiempo. Por eso, la respuesta durante este camino hacia la transición energética es, sin dudas, el GNC.

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