Vapeadores: los artefactos que deterioran el cuerpo hasta causar daños irreversibles

México ha implementado nuevas medidas para frenar el consumo y sus efectos negativos en la población

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Los riesgos de los vadeadores
Los riesgos de los vadeadores para tu salud. Diseño: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

El crecimiento del uso de vapeadores en México, especialmente entre adolescentes y adultos jóvenes, ha encendido las alarmas en el ámbito de la salud pública. De acuerdo con las investigadoras Ana Beatriz Moreno Coutiño, de la Facultad de Psicología de la UNAM, y Guadalupe Ponciano Rodríguez, de la Facultad de Medicina, citadas por UNAM Global, el país enfrenta un fenómeno preocupante: cerca de un millón de personas de 12 a 65 años utilizan actualmente vapeadores, y alrededor de cinco millones los han probado al menos una vez. Aún más alarmante es que la edad promedio de inicio es de apenas 12 años, similar a la del consumo de tabaco tradicional.

El atractivo diseño de estos dispositivos, junto con la amplia variedad de sabores, ha facilitado su rápida aceptación entre la población joven. Sin embargo, detrás de esta popularidad se esconde un riesgo creciente: el grave deterioro que los vapeadores pueden causar al organismo.

Estos dispositivos generan un aerosol compuesto por sustancias como propilenglicol y glicerina vegetal, que al calentarse pueden convertirse en irritantes potentes e incluso liberar carcinógenos, como el formaldehído.

El uso de estos artefactos
El uso de estos artefactos afecta a diferentes partes del organismos, desde el sistema respiratorio hasta el cardiovascular. Foto: (iStock)

COFEPRIS ya ha emitido alertas por la detección de sustancias altamente peligrosas en algunos vapeadores, como el acetato de vitamina E, asociado a lesiones pulmonares graves reportadas en varios países. Además, alertan que los niveles de nicotina presentes en muchos de estos dispositivos pueden ser extremadamente elevados, lo que no solo incrementa el riesgo de adicción, sino que también favorece el desarrollo de alteraciones cardiovasculares, respiratorias y neurológicas.

Los daños al organismo pueden volverse irreversibles cuando el uso es constante. La inhalación repetida de aerosoles químicos provoca inflamación crónica en los pulmones, deterioro de los bronquios y reducción de la capacidad para oxigenar el cuerpo.

Esto aumenta la vulnerabilidad a enfermedades respiratorias, deteriora el sistema inmune y puede desencadenar daño permanente en el tejido pulmonar. Otros sistemas afectados incluyen el cardiovascular, con aumento de la presión arterial y mayor riesgo de eventos cardiacos, y el reproductor, donde diversos compuestos podrían alterar la fertilidad y el equilibrio hormonal.

Estos artefactos contienen sustancias que
Estos artefactos contienen sustancias que pueden causar severos daños al organismo. Foto: (iStock)

Moreno Coutiño y Ponciano Rodríguez señalan que el uso de vapeadores no solo está relacionado con factores sociales, sino también con condiciones psicológicas como ansiedad y depresión, que pueden aumentar la probabilidad de que los jóvenes recurran a estos dispositivos. Por ello, recomiendan fortalecer las redes de apoyo familiar, promover actividades saludables y reforzar la educación preventiva desde edades tempranas.

En respuesta al avance del vapeo en el país y a sus riesgos comprobados, el Senado de la República aprobó recientemente la reforma a la Ley General de Salud, que prohíbe la venta, distribución, publicidad y comercialización de vapeadores y cigarrillos electrónicos en todo el territorio nacional. La medida no penaliza el consumo o la posesión personal, pero sí endurece las sanciones contra quienes lucran con estos productos, con el objetivo de frenar un mercado que ha explotado a costa de la salud juvenil.

La reforma amplía además la definición de cigarrillos electrónicos, abarcando cualquier dispositivo capaz de vaporizar sustancias tóxicas, con o sin nicotina. Con esta decisión, autoridades y especialistas buscan cerrar vacíos legales y proteger a la población, especialmente a los jóvenes, frente a un producto cuyo impacto en el organismo puede ser profundo, progresivo y, con frecuencia, irreversible.