El poema mexicano que había “adelantado” el avistamiento de un pez diablo negro en la superficie

El rape abisal inspiró toda clase de ilustraciones y reflexiones sobre “salir de la zona de confort”

Guardar
(Captura de pantalla/Condrik Tenerife)
(Captura de pantalla/Condrik Tenerife)

El pez diablo negro vive al fondo del océano, donde la luz solar no alcanza a llegar —a más de mil metros de profundidad—; sin embargo, un ejemplar fue captado en la superficie hace unos días, esto desató memes y hasta reflexiones, pero un poeta mexicano ya había abordado el tema antes.

La idea de un rape abisal saliendo a la superficie había quedado plasmada en un poema de Luis Eduardo García, la pieza es de 2020 y forma parte del libro Poemas para infancias puntiagudos.

Este es el texto que fue recordado en redes sociales:

Era un rape abisal

que estaba harto del océano

frío y silencioso

Era un rape abisal

que salió del agua

y casi muere asfixiado

Era un rape abisal

que fue salvado por alguien

y puesto en una pecera

Era un rape abisal

que estaba muy contento

con su nueva vida

Era un rape abisal

que se convertía cada noche

en una lamparita

Aunque el pez del poema tuvo un final feliz, el rape abisal que fue captado en Tenerife estaba realmente enfermo y falleció poco después de haber sido observado tan lejos de su hábitat.

Usuarios reacciona a avistamiento de
Usuarios reacciona a avistamiento de pez abisal Foto: Tomadas de redes

A pesar de ello, muchas personas consideraron este suceso como inspirador y lo convirtieron en una alegoría similar a El mito de la caverna, donde Platón describió a un humano que se atrevió a dejar de mirar las sombras para salir a la superficie y conocer la verdad.

Al humanizar el hecho, hubo quienes compartieron desde ilustraciones hasta poemas, incluso se llegó a decir que el pez “había salido de su zona de confort para ver la luz antes de morir”. Otra imagen sugería que el rape abisal estaría “satisfecho” al haber fallecido en la superficie, pues logró conocer un ambiente distinto.

Otros comentarios que se pudieron leer sobre este pez fueron “Ustedes sí saben que el pez abisal es ciego y no vio nada ¿Verdad? Es todavía más poético, no vio la luz: murió sintiendo su calor" o “Insultos del 2050: ‘tu papá salió de su zona de confort por un pez’”.

Es por todo esto que algunas personas recordaron el poema de Luis Eduardo García, quien habría sido —en parte— pionero en crear algo relacionado a un rape abisal fuera de su área natural para vivir.

Cabe señalar que los peces abisales no son estrictamente ciegos, simplemente su sistema visual es capaz de usar la bioluminiscencia emitida por organismos de aguas profundas para orientarse. De acuerdo con la revista Science, el diablo negro tiene cierto tipo de proteína (heptical) que les ayuda a percibir los fotopigmentos sensibles a la luz.

(Captura de pantalla)
(Captura de pantalla)

Qué pasó con el rape abisal

Un ejemplar adulto de diablo negro, también conocido como rape abisal (Melanocetus johnsonii), fue observado a plena luz del día y en aguas superficiales, a tan solo dos kilómetros de la costa de Tenerife, en las Islas Canarias. Este avistamiento, calificado como extremadamente raro, fue registrado por la ONG Condrik Tenerife, una organización dedicada a la investigación y conservación de tiburones y rayas en la región.

El hallazgo ocurrió mientras el equipo de la ONG realizaba una campaña de investigación sobre tiburones pelágicos. Durante esta actividad, la bióloga marina Laia Valor detectó al peculiar pez, conocido por su apariencia intimidante y su hábitat en las profundidades marinas. En una publicación en redes sociales, la organización destacó la singularidad del evento, señalando que hasta ahora solo se habían documentado larvas o ejemplares adultos muertos de esta especie en aguas cercanas a la superficie.