Cuál fue el regalo más caro que Moctezuma le dio a Hernán Cortés

Cuando Hernán Cortés llegó a lo que hoy conocemos como México fue recibido con temor, pues los habitantes de las ciudades de entonces desconocían cuál era su propósito y, por ello una de las teorías de que le hayan entregado “regalos”en su recorrido hasta Tenochtitlán fue para hacer que se fuera con lo obtenido o para darle a entender que esperaban estar en paz.

No obstante, la teoría que se ha creído por muchos años es que los pobladores originarios le habrían obsequiado cosas simplemente por verlos como dioses o por admirarlo, aunque cabe recordar que esto se piensa gracias a las crónicas que existen de ese entonces, las cuales fueron escritas por españoles o bajo su supervisión.

Si se habla sobre los miles de regalos que recibieron, se debe mencionar a la primera comitiva que el tlatoani de Tenochtitlan, Moctezuma, le hizo llegar al conquistador.

Según fray Bernardino de Sahagún, quien supervisó la escritura del libro Historia general de las cosas de la Nueva España, Hernán recibió una máscara de serpiente, un escudo de oro, sandalias de obsidiana y otras de color blanco, un lanzadardos, un atavío de Tezcatlipoca, un juego de cascabeles para los tobillos y el atavío de Tlalocan Tecuhtli, que era una “peluca de plumas de quetzal”.

Asimismo, les envió el atavío de Quetzalcóatl, una “diadema” de piel de tigre y plumas, además de decenas de collares de oro, mantas con decoraciones especiales y otros artículos que los españoles no sabían qué eran, pero se concentraban en que estaban fabricados con oro.

De entre estos primeros obsequios se encontraría el llamado Penacho de Moctezuma, el cual se podría decir es el objeto más costoso que el tlatoani le entregó al español.

Esto podría ser no sólo porque hoy es uno de los artículos más apreciados a nivel mundial, sino porque tenía plumas de quetzal, que eran los pájaros que más admiraban y cuidaban los mexicas, además de que estaba lleno de oro y piedras preciosas.

Sin embargo, cabe destacar que así como les envió esta corona y, según el relato supervisado por Sahagún, envió otras, de las cuales hoy se desconoce cómo eran, pero posiblemente se trataba de artesanías igual o aún más elaboradas que el penacho que hoy se conserva en Viena y, por tanto, con más valor.

Las diademas de plumas que se hacían antes de la llegada de los españoles usualmente eran diseñadas para uso de los emperadores o quienes estaban en cargos militares, es decir, quienes tenían más poder en cada ciudad.

A los artesanos responsables de crear objetos preciosos con plumas se llamaban amantecas, ellos eran de los más respetados entre su gremio.

Por otra parte, también se podría decir que los objetos más costosos que Moctezuma pudo enviarle o darle a Hernán Cortés fueron los collares de oro, de los cuales hoy se conservan muy pocos.

La mayoría de los collares que hasta hoy se conservan no solo tienen oro, sino también obsidiana y jade.

Se desconoce cuál de estos pudo ser el más caro o extravagante ya que antes de buscar salir de Tenochtitlán, fundió todo el oro que consiguió en los palacios de Moctezuma I y II, destrozando atavíos, coronas, escudos y joyería.

Quería escapar con las tejas de oro que formó, pero Cuauhtémoc le arrebató su motín y lo aventó a una laguna. Pese a los esfuerzos de los españoles por hallar el oro, nunca lo lograron.

También es necesario recordar que no se sabe si en verdad Moctezuma entregó regalos a los españoles o ellos le arrebataron sus objetos preciosos.