El impresionante castillo de origen árabe con dos torres y una sinagoga única en España: es monumento nacional

Entre llanuras de cultivo y sierras agrestes, la Región de Murcia guarda un tesoro que combina tradición, naturaleza y patrimonio: Lorca. Este rincón situado en la comarca del Alto Guadalentín, emerge como una ciudad de contrastes: fértiles tierras de regadío, zonas de secano y grandes extensiones montañosas rodean un casco histórico en el que se mezclan influencias de todos los tiempos. Es por ello, que esta localidad es un destino ideal para los amantes de la historia, pues entre sus calles el viajero puede descubrir un conjunto de gran valor patrimonial.

Así, destacan la antigua colegiata de San Patricio, la Plaza de España o una serie de palacetes, aunque sí hay un monumento que sorprende, ese es su castillo, el cual se alza en lo más alto de la ciudad, dominando el horizonte. Forma parte de la Red de Patrimonio Histórico de España, y ha sido pieza clave en los sucesivos enfrentamientos entre musulmanes y cristianos que marcaron el devenir de la Edad Media. Sus muros no solo sirvieron para defender la frontera: también han acogido durante siglos a personas de diferentes creencias que dejaron en Lorca una huella imborrable.

Además, su construcción, de origen árabe, constituye un símbolo de la arquitectura defensiva medieval. Entre los siglos XI y XIII, la fortaleza se convirtió en uno de los principales bastiones del territorio. El giro decisivo se produjo en 1244, cuando el Infante Don Alfonso de Castilla logró conquistar la ciudad. Desde entonces, el castillo pasó a ser enclave indispensable para la toma del reino Nazarí, estableciéndose así como máximo exponente del poder castellano en la zona.

Un viaje entre murallas y dos torres

El Castillo de Lorca, conocido como la Fortaleza del Sol, se extiende a lo largo de una planta poligonal y alargada, ocupando unos 52.000 metros cuadrados que sobrecogen por su magnitud. Dos torres se erigen como protagonistas de la silueta: la torre del Espolón, con la impronta mudéjar que testimonia el mestizaje cultural, y la torre Alfonsina, de proporciones rectangulares, ubicada en la cumbre del cerrocerro, auténtica torre del homenaje y símbolo de la autoridad castellana.

Dentro de sus muros, el visitante puede descubrir tres plantas cubiertas de bóvedas de ladrillo, apoyadas en un gran pilar central. Pasear por este espacio es sentir el eco de universos pasados, mientras desde las almenas se contempla una panorámica privilegiada sobre la ciudad, que revela por qué este lugar fue relevante tanto en lo militar como en lo simbólico.

A día de hoy, se ha convertido en un espacio temático cultural que, tras un proceso de restauración y adecuación y pensado para todos los públicos, permite su visita a través de exposiciones, escenas de historia en vivo, talleres, espacios infantiles, etc. Así, los recorridos por el castillo permiten adentrarse en el mundo medieval: entre murallas, torres, antiguos aljibes y restos arqueológicos, se revive la historia compartida de diferentes civilizaciones. Algunos rincones muestran cómo la convivencia entre culturas no solo fue posible, sino que también enriquece el presente.

Una joya única

En el corazón del castillo de Lorca, el pasado judío resurge a través de sus excepcionales restos arqueológicos, reunidos hoy en el Parque Arqueológico de la fortaleza. En la ladera fortificada del Barrio de Alcalá, los arqueólogos identificaron en 2003 los vestigios de la judería bajomedieval, construida en el siglo XV y protegida por la imponente Torre Alfonsina. Entre sus dieciocho viviendas destaca la sinagoga de Lorca, un tesoro único en España por conservar la base del hejal, donde reposaba la Torá, y el basamento del bimá, lugar desde donde el rabino leía los textos sagrados.

Este edificio, cuidadosamente excavado en la roca y musealizado en 2012, posee un vestíbulo con pileta para abluciones, sala de oración y galería de mujeres. Más de 2.600 fragmentos de vidrio hallados en la bimá permitieron reconstruir veintisiete lámparas que antaño iluminaban la sinagoga. Estos objetos, junto a azulejos y cerámicas, se muestran en el Museo Arqueológico Municipal. La singularidad y el buen estado de su conservación impulsaron en 2019 la incorporación de Lorca a la Red de Juderías de España, reforzando su papel en la memoria sefardí nacional.

Horario, precios y acceso de mascotas

Desde 1931, el Castillo de Lorca ostenta el título de Monumento Nacional y se ha consolidado como uno de los principales atractivos turísticos de la Región de Murcia. Pero además de su relevancia patrimonial, destaca por ser un destino para todas las edades e intereses: aquí las mascotas son bienvenidas, abriéndose a una forma de turismo inclusivo y responsable. Esto convierte la visita en un plan ideal para compartir en familia, sin dejar a nadie fuera, ni siquiera a los amigos de cuatro patas.

Por su parte, el castillo de Lorca adapta sus horarios a cada estación para facilitar la visita tanto de locales como de turistas. Desde enero hasta marzo, y de noviembre a diciembre, el monumento abre de domingo a viernes de 10:00 a 16:00, ampliando los sábados y festivos nacionales hasta las 18:00. En abril y mayo, el cierre se retrasa media hora los sábados y festivos, mientras que en junio, septiembre y octubre estos días permiten visitas hasta las 19:00. Durante julio, el horario de jueves a sábado se extiende también por la tarde, de 18:00 a 22:00, y en agosto las noches de miércoles a sábado ofrecen la posibilidad de recorrer la fortaleza hasta las 22:00. El 13 de agosto el cierre se establece a las 20:30.

El último acceso se permite media hora antes del cierre, y las puertas permanecen cerradas el 25 de diciembre, 1 y 6 de enero. Días especiales como 24 y 31 de diciembre y 5 de enero cuentan con horario restringido hasta las 14:30. Disfrutar de los jardines es gratis, y la visita guiada matinal tiene un coste de 7 euros para adultos, es gratuita para menores de doce años y ofrece tarifa reducida de 6 euros para adolescentes y beneficiarios.

Cómo llegar

Desde Murcia, el viaje es de alrededor de 55 minutos por la carretera A-7. Por su parte, desde Cartagena el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 5 minutos por las vías RM-2 y A-7.