El "clásico" de la Euro hace vibrar a españoles e italianos en Lisboa

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Lisboa, 20 jun (EFE).- Lisboa se convirtió este jueves en el lugar de encuentro entre aficionados españoles, italianos y portugueses en el partido de la Eurocopa que enfrentó a Italia contra España, considerado como el "clásico" del fútbol europeo, en el que la 'Roja' se impuso por 1-0 y logró el pase a octavos de final.

El Time Out Market, un mercado lisboeta situado en el céntrico barrio de Cais de Sodré, junto al río Tajo, es para los turistas que visitan la capital una parada obligatoria para disfrutar de los platos típicos de la comida portuguesa y de otras opciones que ofrecen los puestos, a los que esta vez se sumó el fútbol.

El también conocido como Mercado da Ribeira fue la cita nocturna para los portugueses y extranjeros que aprovecharon las grandes televisiones del Time Out para ver el segundo partido de la fase de grupos, en el que los turistas españoles esperaban que su selección consiguiera el primer puesto tras la victoria contra Croacia.

Entre ellos estaba Elisa Almenzar, una joven de Granada que aprovechando las vacaciones familiares, acudió a ver a España luchar por conseguir su cuarto título europeo y, en conversación con EFE, admitió que "es un partido difícil".

Pero la española era optimista porque, destacó, en esta Eurocopa cuentan con Lamine Yamal, delantero del Barcelona, al que considera "una promesa" para el campeonato europeo.

También se refirió a cómo se ve la selección española en comparación a otros combinados del torneo: "ha habido un cambio generacional en general a nivel de país y no se le está dando apoyo, ni la oportunidad todavía para que demuestren todo lo que pueden dar y creo que lo necesitan".

Las mesas del mercado se iban quedando sin sillas libres mientras grupos de italianos las colocaban frente a las pantallas para no perderse ningún detalle. Uno de ellos fue Cristiano Gnesato, que vive en Lisboa desde hace tres meses porque está trabajando en la ciudad.

Más pesimista que la española, Gnesato admitió a EFE que no ve a su selección llegar hasta la última ronda: "Hay al menos dos o tres equipos más fuertes que nosotros, codo con codo, así que no creo que vaya a haber una final Italia-España. Creo que veremos a Francia y España en la final".

En el partido contra España, el italiano quería ver jugar a Nicolò Barella, centrocampista del Inter de Milán, al que considera su "equipo de corazón".

Aunque en las calles de la capital portuguesa todo siguió su curso, en los bares de la ciudad, incluido el Time Out Market, lusos y extranjeros provenientes de países de lo más variados se mantuvieron inmersos en la pantalla durante los 90 minutos del partido disputado en el Veltins Arena de Gelsenkirchen. EFE

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(foto)(vídeo)