
La halterófila paralímpica, Loida Zabala, fue diagnosticada con un cáncer incurable en 2023 y desde entonces ha logrado batir su récord en dos ocasiones, todo esto, a pesar de encontrarse en tratamiento oncológico. La deportista de origen extremeño detalla en una entrevista con MARCA como el cáncer la ha convertido en mejor persona y en mejor deportista.
Zabala perdió la movilidad de sus piernas a los 11 años debido a una mielitis transversa. La extremeña, desde que la diagnosticaron con metástasis en el riñón, hígado y cerebro, pasa sus días disfrutando de cada detalle y exprimiendo la vida al máximo.
Los primeros tratamientos le redujeron la fuerza y cuando pudo volver a entrenar, apenas levantaba 40 kilos. “Menos que cuando empecé hace 19 años”, recuerda. Este año ha conseguido batir el récord de España dos veces de la categoría de menos de 67 kilos. Primero, en el campeonato nacional en el que alzó con su vigésima victoria levantando 100 kilos, y después en el Mundial de Egipto, en el que elevó el listón a 105.
Los primeros síntomas
Los primeros síntomas aparecieron el 28 de octubre de octubre de 2023. La deportista también trabaja como teleoperadora y en una llamada, de repente, perdió el habla. Rápidamente llamaron a la ambulancia y le realizaron una resonancia craneal una vez llegaron al hospital. Al hacer la resonancia encontraron varios tumores en el cerebro y la dejaron ingresada.

Durante su ingreso, Zabala fue sometida a numerosas pruebas, y tras un exhaustivo período de investigación le comunicaron que tenía cáncer de pulmón, nueve masas cerebrales, y en hígado, riñón y vesícula biliar. Estaba en un estadio cuatro, y aunque no se lo dijeron en ese momento, no podría curarse.
Sus planes de futuro
Esta época coincidió con los Juegos Paralímpicos de París y se convirtieron en su salvavidas y su refugio. Sin darse cuenta se peleaba con la báscula, había ganado más de 11 kilos por la medicación. Cuando tenía que viajar para ir a la Copa del Mundo a Georgia, la organización le prohibió volar debido a su estado de salud pero lo hizo bajo su responsabilidad y volvió de la Copa del Mundo de Egipto directa al hospital por una intoxicación alimentaria.
“Cuando pasaron los Juegos me di cuenta de que ya lo tenía aceptado. Si te centras en aquello que te gusta realmente es como si los malos momentos o las cosas difíciles se aceptasen solas. Estar centrada en las cosas que me gustan me hace ser feliz, estar motivada y ser mucho más resiliente y fuerte de lo que era antes a nivel emocional”, explica. Aún así, la paralímpica sueña a lo grande y uno de sus sueños es revalidar el oro europeo en el campeonato continental que se celebrará en marzo y, desea llegar a sus sextos Juegos Paralímpicos.
Cuando le preguntó a su oncóloga que cuánto tiempo le quedaba de vida, ella le dio una fecha estimada y no dudó en responderle: “Vale, mi propósito entonces es llegar a Los Ángeles 2028“. La doctora prometió hacer todo lo posible para que Loida pueda cumplir su sueño.
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