La reina Sofía acude a visitar su nuevo proyecto: la madre de Felipe VI cumple su sueño de crear una protectora de animales

La reina Sofía no ha querido esperar a que termine el año para cumplir uno de los deseos más íntimos y constantes de su vida. Alejada ya de las obligaciones propias del trono, pero no de su compromiso social, la madre del rey Felipe VI está a punto de ver nacer un proyecto largamente soñado: la apertura de su propia protectora de animales. Un regalo adelantado de Navidad que resume como pocos su vocación personal y su sensibilidad hacia el bienestar animal.

En los últimos días, doña Sofía ha sido vista visitando las obras del centro, situado en el municipio madrileño de Arganda del Rey. Vestida con ropa cómoda y recorriendo cada rincón con atención, la reina emérita se ha implicado directamente en el seguimiento de los trabajos, interesándose por la distribución de los espacios y por los detalles prácticos de unas instalaciones pensadas para ofrecer atención y refugio a animales en situación vulnerable. Su expresión, serena y entusiasta, reflejaba la ilusión con la que afronta esta nueva etapa.

El proyecto se desarrolla bajo el paraguas de la Fundación Reina Sofía y cuenta con el respaldo del ayuntamiento de Arganda del Rey. Fue el propio consistorio el que anunció el pasado verano la aprobación de la iniciativa, destacando su impacto positivo tanto en la protección animal como en el desarrollo de equipamientos públicos para la localidad. El alcalde, Alberto Escribano, defendió entonces la cesión del terreno necesario para hacerlo realidad, una parcela situada en la finca conocida como La Isla, que la reina visitó por primera vez el pasado mes de abril.

Para doña Sofía, este centro no es una iniciativa más dentro de su agenda solidaria, sino la culminación de una relación de toda una vida con el mundo animal. Su cercanía con distintas especies ha sido constante desde sus años como reina consorte y continúa siendo una de las señas más reconocibles de su figura pública. En la residencia de Zarzuela convive actualmente con cinco perros —dos cocker spaniel negros, dos schnauzer miniatura blancos y un pequeño peekapoo— de los que se ocupa personalmente desde que el rey Juan Carlos fijó su residencia en Abu Dabi.

Una relación estrecha con diferentes especies

Pero su amor por los animales va mucho más allá de la compañía doméstica. En las instalaciones reales también viven varios burros, una especie por la que siente especial predilección. Algunos de ellos fueron un regalo con motivo de su 70 cumpleaños y pertenecen a la raza zamorano-leonesa, mientras que otros están amadrinados por ella en diferentes puntos del sur de España.

Su compromiso ha tenido además un reconocimiento internacional. El recuerdo de su estrecha relación con Chulín, el primer oso panda nacido en cautividad en Europa, sigue muy presente. Años después, ese apoyo continuado a la conservación de la especie fue reconocido por el zoológico Ouwehand de Rhenen, en los Países Bajos, que le otorgó en 2019 la medalla de oro de los premios Giant Panda Global. A ello se suman gestos como su participación en la liberación de tortugas marinas, una de las últimas en Tenerife, donde ella misma bautizó a los ejemplares antes de devolverlos al mar.

La futura protectora permitirá atender a animales de distintas especies, con especial atención a perros procedentes de situaciones de abandono o maltrato. El centro contará con áreas de cuidado clínico, espacios al aire libre y zonas destinadas a la adopción responsable, siguiendo modelos que la reina ha conocido en visitas anteriores a otros centros de protección animal, como el de Las Rozas, que recorrió en 2023 interesándose personalmente por la labor de trabajadores y voluntarios.

Este momento vital coincide, además, con una etapa especialmente significativa en el plano personal. Pese al revuelo mediático generado recientemente por la publicación de las memorias del rey emérito, la reina Sofía atraviesa un periodo de reconocimientos y celebraciones íntimas. En las últimas semanas reunió a toda su familia en un almuerzo privado y recibió de manos de su hijo el Toisón de Oro, una distinción que aceptó visiblemente emocionada.