Emiliano Grillo, dermatólogo, explica una rutina para mejorar la piel: “La limpieza debe de ser suave, nada de productos químicos”

Con tan solo cuatro pasos puedes prevenir arrugas y mejorar la firmeza de la piel

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Fragmento de TikTok en el
Fragmento de TikTok en el que Emiliano Grillo explica su rutina para la piel. (@dr.emilianogrillo)

Con el paso del tiempo, la piel suele perder luminosidad y elasticidad, dando lugar a señales visibles de envejecimiento como arrugas y líneas de expresión. Estos cambios responden tanto a causas internas como externas, por lo que resulta fundamental actuar de manera preventiva.

Emiliano Grillo, un dermatólogo que publica contenido en redes sociales, ha explicado en uno de los últimos vídeos de su cuenta de TikTok (@dr.emilianogrillo) una rutina minimalista de cuatro pasos para mejorar la piel.

Cómo es la rutina

El especialista defiende que una piel sana no necesita rutinas excesivamente largas ni una acumulación de productos, sino constancia y adaptarte a tus necesidades. El primer paso imprescindible es la limpieza, pero siempre desde un enfoque suave.

“La limpieza debe de ser suave, nada de productos químicos”, explica el experto. Utilizar este tipo de remedios agresivos o exfoliantes físicos de manera habitual puede dañar la barrera cutánea, alterar el pH y provocar irritaciones, rojeces o sensibilidad a largo plazo. La clave está en limpiar sin arrastrar ni forzar la piel, retirando impurezas sin comprometer su equilibrio.

El segundo pilar es la hidratación, que debe ajustarse tanto al tipo de piel como a las necesidades reales de cada momento. No todas las pieles requieren la misma cantidad de crema ni la misma frecuencia.

Aplicarlas de forma excesiva puede interferir en la capacidad natural de la piel para autorregularse, provocando desequilibrios con el paso del tiempo. Por ello, es importante aprender a identificar cuándo la piel necesita hidratación y cuándo no.

Durante la noche, Grillo recomienda incorporar principios activos más potentes. Ingredientes como los alfahidroxiácidos, los betahidroxiácidos o el retinol ayudan a renovar la piel, mejorar la textura, estimular la regeneración celular y combatir los signos del envejecimiento. Al aplicarse en horario nocturno, se aprovecha el momento en el que la piel activa sus procesos de reparación.

Por último, el protector solar sigue siendo un paso fundamental, especialmente en épocas de mayor exposición a los rayos. Optar por filtros minerales permite proteger la piel sin sobrecargarla, además de ser una opción más respetuosa con el medioambiente. No solo previene manchas y arrugas, sino que es una de las herramientas más eficaces para mantener la piel sana a largo plazo.

La importancia de la constancia y los hábitos diarios

Más allá de los productos que se utilicen, uno de los factores más determinantes para mantener la piel en buen estado es la constancia. Los cuidados cutáneos no ofrecen resultados inmediatos, sino que actúan de forma progresiva, por lo que mantener una rutina sencilla y sostenible en el tiempo suele ser más eficaz que alternar tratamientos intensivos de manera puntual.

La piel agradece la regularidad y la coherencia, ya que así puede adaptarse mejor y responder de forma equilibrada. Asimismo, los hábitos diarios influyen de manera directa en su aspecto. Una alimentación variada y rica en frutas y verduras aporta antioxidantes que ayudan a combatir el daño celular. También es importante evitar el tabaco y el exceso de alcohol, ya que aceleran el envejecimiento cutáneo.