Esta es la razón por la que tus platos huelen mal después de lavarlos en el lavavajillas

Lavar los platos manualmente, colocarlos correctamente, y revisar los desagües y filtros, ayuda a mantener el lavavajillas en perfectas condiciones

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El truco no solo está
El truco no solo está en usar vinagre, sino en aplicarlo bien: temperatura adecuada, ciclos regulares y nada de combinarlo con químicos que puedan anular su poder. (Freepik)

Ese olor incómodo e inesperado cuando se abre el lavavajillas después del lavado es un problema común, pero invisible, que puede aparecer con el paso del tiempo y el uso del electrodoméstico. Aunque puede deberse a diferentes factores, el origen casi siempre es el mismo: la formación de sulfuro de hidrógeno (H₂S), un gas de olor típico que se genera por la descomposición de residuos orgánicos y la proliferación bacteriana en ambientes húmedos y cálidos.

Este gas aparece cuando pequeñas cantidades de comida (sobre todo proteínas y grasas) permanecen en platos, vasos o filtros o desagües, donde son degradas por bacterias reductoras de sulfuro. No hace falta suciedad visible: basta humedad, temperatura y restos microscópicos.

Un ambiente cálido y húmedo como el de un lavavajillas es suficiente para que proliferen las bacterias reductoras de sulfuro, que convierten los sulfatos del agua y los residuos orgánicos en sulfuro de hidrógeno. Además, el gas se adhiere con facilidad a superficies si existe una fina capa de cal o si el detergente no ha eliminado completamente la grasa.

Qué hacer si el lavavajillas
Qué hacer si el lavavajillas huele mal. (VisualesIA)

Las causas prácticas: de la cal al detergente

El mecanismo químico es siempre el mismo, pero las causas cotidianas que lo desencadenan pueden variar. Entre las más habituales:

  • Restos de alimentos como huevo, carne, leche, queso o caldos.
  • Filtros sucios o desagües parcialmente obstruidos.
  • Depósitos de cal.
  • Platos mal colocados, que impiden que el agua llegue bien.
  • Aguas domésticas ricas en sulfatos, que acentúan el olor.
Una experta en limpieza revela el mejor truco para que tus platos queden perfectos al usar el lavavajillas.

Cómo prevenir el mal olor

En primer lugar, mantener regularmente en buen estado el lavavajillas, limpiando el filtro, los brazos de los aspersores, las juntas y el desagüe. Además, cada 1 o 2 meses se puede realizar un ciclo en vacío con vinagre blanco o bicarbonato para disolver la cal y residuos.

En segundo lugar, antes de meter los utensilios en el lavavajillas, conviene lavarlos manualmente, simplemente para retirar restos grandes de comida y enjuagar brevemente los restos de alimentos más olorosos.

Al igual que en el primer consejo, se puede tener en cuenta los remedios naturales como el vinagre blanco, bicarbonato de sodio o el limón, aliados para desodorizar, aunque no sustituyen una desinfección profunda.

  • Vinagre blanco: elimina olores, cal y grasa.
  • Bicarbonato: desodoriza y elimina residuos persistentes.
  • Limón: su acidez neutraliza olores y desengrasa.
Para limpiar mejor, debes saber estos trucos

Qué hacer si el mal olor continúa

Cuando las medidas básicas no funcionan, se deben revisar dos elementos clave: el detergente y el agua. Si el mal olor persiste, es posible que se esté usando un detergente que no disuelva bien la grasa y los residuos. Así, se recomienda utilizar detergentes con enzimas, capaces de degradar proteínas y residuos atrapados en zonas difíciles.

Por el otro lado, también hay que revisar el suministro de agua, ya que puede influir. Si huele a azufre, cloro o moho, ese olor se transfiere al interior del aparato. Si es muy dura, la cal se acumula y atrapa grasa, generando nuevos olores.

El mal olor del lavavajillas
El mal olor del lavavajillas es por el sulfuro de hidrógeno. (Christin Klose/dpa)

Cómo mantener el lavavajillas en perfecto estado

Los expertos recomiendan una rutina sencilla y eficaz:

  • Retirar soportes y rejillas para limpiar a fondo.
  • Pasar un paño por los bordes de la puerta y las juntas.
  • Desatascar los agujeros de los brazos giratorios.
  • Sacar y lavar el filtro bajo el grifo.
  • Ejecutar un ciclo con limpiador específico.
  • Dejar la puerta entreabierta tras cada uso para evitar humedad.